Abuso de autoridad: ‘¿No hay agua? Que coman PAN’

No hubo diálogo, hubo porras. Tocaron la puerta de la Comisión Estatal de Aguas (CEA) y externaron la invitación a que las autoridades se presentaran para escuchar al pueblo que los votó; frente a la negativa, tomaron las calles. Se congregaban para discutir sobre el intento de Ley de Aguas.
Lo que no contemplaron los manifestantes era que el Partido Acción Nacional (PAN) mostraría —una vez más— su mano dura que ha caracterizado a sus administraciones cuando se trata de frenar y desmeritar una manifestación civil, apartidista y pacífica.



Génesis: ley privatizadora
El descontento hacia la Ley que Regula la Prestación de los Servicios de Agua Potable no inició en este día, sino desde el momento en que la Legislatura del Estado discutía su aprobación, con la presencia civil al exterior del recinto para manifestar oposición.
Votación fast-track y publicación casi inmediata de Mauricio Kuri. Esto sólo activó la Red en Defensa del Agua y la Vida, así como otros colectivos, realizaron desde los primeros días del mes de mayo marchas y posicionamientos con la intención de derogar la ley.

Una Ley de Aguas de un “Gobierno para todos” (así como decía el PAN durante su campaña), que se publicó en español sin tener en cuenta a los pueblos indígenas que llevan años en conflicto con el partido blanquiazul, las mismas comunidades que defienden sus tierras y, a la vez, el vital líquido para la vida: el agua.
No se contempló a todas las voces y no se escuchó a todas las posturas como sí lo hicieron cuando tenían la reforma al Código Civil que defendía los matrimonios igualitarios, cuando el PAN escuchó a incluso a grupos antiderechos; pero, cuando se trata del agua, solo escuchó a la clase económica para concesionar el servicio. Incluso los municipios quedaron fuera de la discusión.
Preludio
La concentración apartidista que planeaba permanecer por tiempo indefinido frente a la CEA exigía respuesta por parte del vocal ejecutivo, Luis Alberto Vega Ricoy; el presidente de Defensoría de Derechos Humanos en Querétaro (DDHQ), Javier Rascado Pérez, así como el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
La manifestación tuvo un alto eco simbólico con sus pancartas; estaban presentes las exigencias de Santiago Mexquititlán para detener el saqueo, la unión de los pueblos contra el despojo, y se leía el nombre de la red que convocó a la concentración.
En medio del caos vial de la avenida 5 de Febrero, entre las palmeras se colocaron plásticos para hacer letreros instantáneos, con aerosoles se pintó: “El agua es del pueblo” y “La lucha por el agua sigue, todo el poder al pueblo”, pero probablemente los policías estatales entendieron: “poder contra el pueblo”.

Será mejor que corras
Tres horas habían transcurrido desde la lectura del posicionamiento, autoridades reflejaban nula respuesta con su ausencia, así que desde la organización de los presentes, se optó por meter presión y tomar los carriles de la avenida 5 de Febrero en dirección a Ciudad de México y a San Luis Potosí.
Gente de Gobernación arribó y “lo único que querían era que nos quitáramos, que era delito y que fuéramos a negociar a la CEA”, sin interés de atender a un diálogo público y abierto. Después el papel de los funcionarios estaría en grabar las represiones de la fuerza pública y más tarde en permanecer cercanos al contingente fuera de la Fiscalía 5 para servir de “orejas”.
“Cerramos la avenida, pero accedimos a abrir carriles. Nos empezaron a encapsular, a aventar y golpear; se llevaron en ese primer momento a compañeros”. En la escena encajaba perfecto Run Like Hell de Pink Floyd como canción de fondo, mientras los policías marchaban ; estaban preparados con su uniforme y equipo antimotines para confrontar a estudiantes, profesores, indígenas y activistas.
En cuanto la policía replegó a los manifestantes a la cerca en la que se encontraban en un inicio, el colectivo comenzó a sacar libretas “¿Cuántos detenidos?” ¿Quiénes nos faltan?”.
Bajo la sombra de los árboles, entre la reja de la CEA tapizada de negro —como medida de protección a las instalaciones— y un muro de granaderos con el mismo color sombrío. Varios números empezaban a escucharse “tres detenidos” “cuatro” “¡seis!”, no había una cifra exacta, pero sí una certeza: hubo levantamientos, había presos políticos.
Mientras tanto, entre el contingente se escuchaba “Yo sí me dejó ir contra uno, pero tiro limpio”, una señora interrumpió al joven y le reprendió:
“Tu mamá me dijo ‘ahí te encargo a mi hijo, que no me lo vayan a madrear’”
Un señor a lado hizo el comentario “yo le dije a mis hijas antes de salir que no se preocuparan si me llevan”.
Salieron a la luz tres nombres: José Armando Isidro, Juan Pablo Zedilla y Roberto Garrido. La pregunta ahora era ¿a dónde se los llevaron? La organización transmutó a movilización, se dividieron en dos contingentes para ir a la Fiscalía que se encuentra por el estadio Corregidora y a la Fiscalía 5 cerca de Plaza Patio; el objetivo era la liberación de sus compañeros.
Al partir del lugar, una camioneta que llevaba en su mayoría a mujeres de las comunidades de Amealco, pasaron por detrás del muro de granaderos y aprovecharon para gritar: “asesinos, traidores, opresores”.
Resguardarse en la UAQ
En la entrada de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), ubicada en 5 de Febrero esquina con avenida Hidalgo, un pequeño grupo permanecía en resguardo tras los ataques accionados por la fuerza pública; la Rectora Teresa García Gasca hizo referencia en su pronunciamiento, que le tocó ver que las personas ingresaron con peticiones de ayuda, quejas por los golpes y estados de crisis por lo recién ocurrido.
“Hago un llamado al gobernador del Estado, Mauricio Kuri, para tomar las acciones correctas sobre esta situación (…) lo que hoy sucedió es inadmisible”, sentenció García Gasca.
El PAN dice…
El PAN se pronunció: “en Querétaro siempre se ha privilegiado el estado de derecho, anteponiendo el diálogo al uso de la fuerza”, discurso contrario a la acción, pues su diálogo solo se vio plasmado por medio de Twitter y a las calles enviaron a la policía a reprimir.
En el mitin de la mañana, un señor tomó el micrófono para mostrar su inconformidad con la clase política y la aprobación de la Ley de Aguas de Querétaro, puso énfasis en que: “Esa Ley es absurda, todo por un grupito de legisladores que no saben cómo está el asunto, cómodos en sus oficinas”.
También, el blanquiazul defendió que dentro del contingente detectaron personas ajenas a Querétaro y de partidos políticos —semejante justificación xenofóbica fue utilizada en acontecimientos como el #5M—. Sin embargo, desde el inicio la Red en Defensa del Agua y la Vida ha recalcado ser apartidista y civil; mientras que las personas que llegaron de la Ciudad de México, son originarias de Santiago Mexquititlán.
A destacar: cuando se tomó el micrófono, se defendió que la concentración era pacífica, y apuntaron que “el violento es el Estado […] cualquier acto de violencia responsabilizamos al estado”. A esto habría que sumarle que no es la primera vez que se arremete contra comunidades indígenas.
Otro que no se quedó callado (en redes sociales) fue el diputado federal panista Felipe Fernando Macías Olvera, quien aplaudió la labor de los policías. A él se sumó todo el panismo en Querétaro: desde integrantes del gabinete hasta presidentes municipales.

Mientras, en el contingente “hay gente aquí que no tiene agua, drenaje o luz”, señalaron tras la represión… llegó gente de Gobernación para exigir que se retiraran, pues cerrar calles es ilegal, así que para no impedir el tránsito: abrieron una calle en cada uno de los carriles tomados de 5 de Febrero.
Volver a tomar las calles
Resultaba necesario exigir la pronta liberación de los compañeros, nombrados como “Guardianes del agua” y mostrar el rechazo ante el uso excesivo de la fuerza pública, así que se decidió llegar en una marcha desde Avenida 5 de Febrero hasta la Fiscalía 5 (una vez más, a tomar las calles); no importaría ni la distancia ni el calor, sino una acción por los detenidos arbitrariamente.
Mayormente se caminó entre las vialidades para tener presencia, la policía Estatal acompañó o vigiló desde sus vehículos —los cuales aún portaban el equipo antimotines—, las consignas en contra de la Ley de Aguas continuaron, y a ellas se sumó “libertad para los presos políticos”.
Dentro de la marcha iban personas en bicicleta, docentes de la Universidad, mujeres cargando niños o mercancía (que llevaron a vender en la concentración), personas de la tercera edad y otros civiles; que realizaron una caminata durante hora y media bajo el sol.
Al llegar a la Fiscalía 5 —la cual habían cerrado minutos antes, con todo y el contingente que llegó primero— los manifestantes detuvieron la circulación de la vialidad boulevard Bernardo Quintana y se usaron los altavoces para referir las exigencias y el descontento por las detenciones.
La respuesta de las autoridades, fue sitiar el lugar con policías en ambas esquinas de la calle y colocar por dentro de la valla una fila de granaderos con intención de intimidar.
Mientras el contingente permanecía en las inmediaciones del lugar —que promete esclarecimiento de hechos—, una niña tomó el micrófono para manifestar que las personas a las que se habían llevado no estaban solas y se mantendría la posición de “luchar por nuestra agua”, también se hicieron cantos con referencia a la libertad de sus compañeros y a la defensa del agua. Y a todo esto ¿dónde estaban los detenidos?
Oigan, ¿y Kuri?
No sé sabía dónde estaban… se murmuraba el término “desaparición forzada”, pues no se sabía el paradero y el levantón lo dieron las autoridades, no decían nada quienes debían hablar; Mauricio Kuri únicamente tenía silencio en sus redes sociales. ¿Dónde están los tres detenidos? Ya iban cerca de siete horas desde que la policía se los había llevado; y solo había rumores.
Al cabo de las nueve de la noche, corre por redes la imagen de uno de los detenidos puesto en libertad. Uno a uno fueron puestos en libertad… ahora, la administración de Mauricio Kuri enfrenta otra crisis (en lo que lleva de su mandato que no pasa de un año).
La Ley de Aguas sigue en pie, otra represión por parte del PAN con fuerzas del estado contra aquellos olvidados; y, a todo esto… pasaron 24 horas de los hechos (fecha de cuando se escribe esto), al gobernador no se le escuchó, ni en su cuenta de Twitter, donde al parecer sólo funciona su botón de retuit.

Están cavando su propia tumba política, a base de estos abusos, y sobre todo por la indiferencia del Emperador, quien esconde la cara y cuando alguien le avisa que ya la policía calmaron los ánimos, se avienta un «regaño» a los manifestantes. esto causará mucho mas empuje a pesar de las intimidaciones de parte de todos sus Lacayos, y súbditos incondicionales……