Adiós al sol griego
Por: Víctor López Jaramillo
Al inicio del otoño, el sol griego entró en su ocaso. Una luna roja, bestia de sangre seca, diríaJimMorrison, lo acompañó en su partida.
La tarde del viernes 25 de septiembre, Hugo Gutiérrez Vega falleció. El peregrino infatigable comenzó su andar final rumbo al Hades, en donde finalmente, más allá del Leteo, el río del olvido, en los Campos Elíseos se reunirá con su generación que marcó la segunda mitad del siglo XX mexicano.
Al hablar del Querétaro moderno, suele mencionarse como el asfalto se tragó al campo, como el estado se llenó de fábricas, como de campesinos pasamos a ser obreros. Se habla en términos económicos, pero se olvida hablar de los términos culturales y educativos, y allí es donde la figura de Hugo Gutiérrez Vega toma relevancia.
Si en los años 60, Querétaro inició un proceso de transformación económica, también inició un cambio desde el punto de vista cultural.
Aunque breve, el paso de Gutiérrez Vega por la rectoría de nuestra Universidad marcó nuevas pautas. El intentar transformar una Universidad para que fuera crítica y enfrentarse al conservadurismo queretano no fue poca cosa.
Escandalizar a las buenas conciencias, como llamaba Carlos Fuentes a los conservadores del Bajío, con conferencias sobre sexualidad, Freud y Marx, debió sonar como las trompetas del Apocalipsis a los tiernos oídos conservadores queretanos.
Quizá su pasaje mas conocido sea cuando recuperó el Patio Barroco, que estaba en poder de la Iglesia Católica, con apoyo del Gobierno del Estado, para la Universidad Autónoma de Querétaro. O cuando Diego Fernández de Cevallos, lo atacó a latigazos.
¿Y ahora quién nos hablará de los angelitos nalgones que están esculpidos en el Patio Barroco?¿Quién dirá que Roberto Ruíz Obregón, dueño en el siglo XX de la concesión de Coca-Cola en Querétaro, fue un beneficiario del capitalismo monopólico queretano?
Pero no caigamos en la nostalgia, eso no le hubiera buscado a don Hugo, como solía decirle afectuosamente, por el contrario, él siempre alentó a las nuevas generaciones a construir su propia historia.
Leamos su poesía, asistamos el teatro, las instituciones culturales que ayudó a forjar.
El construyó un puente entre un Querétaro conservador y uno multicultural, crucémoslo y construyamos nuevas historias para un Querétaro nuevo, del cual, él puso algunas semillas.
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