Amenazas y hostigamiento a activistas queretanos
Quintana Ordaz declaró que el mecanismo de protección a defensores y periodistas es insuficiente, porque no otorgan las herramientas necesarias para los activistas dejen de vivir esa situación. Añadió que conoce a otros activistas de Querétaro que han sufrido los mismos actos de amenaza que ella.
Los hostigamientos y ataques constantes hacia activistas y periodistas son una realidad que parece no tener solución
Por: Carmen A. Galván Herrera
Existen amenazas constantes por parte de autoridades federales hacia activistas queretanos que se atreven a discernir del discurso oficial dio a conocer Aleida Quintana Ordaz, representante del grupo interdisciplinario por la equidad T’ek’ei.
Quintana Ordaz agregó que en el 2015 realizó denuncias formales ante el ministerio público, además de una queja ante derechos humanos, y aunque en un tiempo se detuvieron, en diciembre, después de haber concedido una entrevista sobre desaparición y feminicidios, recibió un par de mensajes con groserías aunadas a amenazas de muerte.
Fue en el 2013 cuando comenzó a recibir amenazas de diferentes servidores públicos, quienes le mencionaron que dar a conocer cifras de personas desaparecidas afectaban a los interese económicos del estado.
Otra situación que vivió Aleida, fue el hostigamiento de un hombre quien la fotografió y video grabó sin su autorización durante el mes de enero, y el domingo 14 de febrero recibió una amenaza de muerte.
Quintana Ordaz declaró que el mecanismo de protección a defensores y periodistas es insuficiente, porque no otorgan las herramientas necesarias para los activistas dejen de vivir esa situación. Añadió que conoce a otros activistas de Querétaro que han sufrido los mismos actos de amenaza que ella.
Por otro lado, Aleida dio a conocer que existen casos de la presencia del crimen organizado en Querétaro, al acompañar caos de personas en situación de desparecidos que fueron localizadas en el estado y fuera de él, siendo víctimas de trata de personas, trata de explotación sexual, trabajo forzado, matrimonio forzado; y esto con ayuda de algunos agentes del estado, quienes permiten que esta problemática exista. Agregó que el problema principal de la violencia del estado es que no es reconocido el crimen organizado por parte de las autoridades.
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