Balacera en Paseo Constituyentes, muestra de machismo: Oliva Solís
“Los hombres reaccionan con violencia porque lo que está en juego es su virilidad, su hombría”, apuntó la académica Oliva Solís
Por: Estefanía Elizondo
La balacera que recibieron tres mujeres jóvenes la noche del sábado 8 de junio, después de que los agresores las siguieran desde el 4play (colonia Álamos) hasta Paseo Constituyentes, es una muestra de cuando los hombres que se sienten rechazados acuden a este tipo de actos violentos para reforzar su masculinidad, manifestó Oliva Solís Hernández, especialista en género y autora del proyecto “Masculinidades en el Querétaro de los años cincuenta”.
De acuerdo con la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, la persecución que derivó en disparos con armas de fuego contra las mujeres –en la vía pública– fue “el escarmiento” por rechazar la petición que les hicieron al interior del antro.
“Los hombres reaccionan con violencia porque lo que está en juego es su virilidad, su hombría. Entonces ¿cómo es que una mujer cualquiera lo rechace? Por eso viene el escarmiento, el esto no se va a quedar así”, añadió.
Por otro lado, está la parte de las autoridades y sus declaraciones ante los medios, quienes recalcan la presunta culpabilidad de las jóvenes –al señalar que una de ellas estaba en el antro pese a ser menor de edad–, más allá de la “salida típica que lo único que hace es una serie de discursos estereotipados en torno a la violencia que se ejerce contra las mujeres”.
“Siempre se busca depositar la responsabilidad de las cosas en las mujeres, pero eso no es más que evadir responsabilidades. En este caso, al Estado, sea en cualquiera de los niveles, le corresponde garantizar la integridad de todos”, expresó Oliva Solís.
La investigadora consideró que esta respuesta del Estado consiste en una consecuencia más bien generacional. Ante ello, destacó que se necesitan tomar las medidas pertinentes para romper con esta forma de pensar que, dijo, perpetúa aún la desigualdad y la violencia.
“Las autoridades, junto con los medios, reflejan la forma en que hemos sido educados en un sistema patriarcal. Por lo tanto, ellos reproducen este discurso. No es culpa de ellos directamente… Creo que hace falta que nuestras autoridades tengan una visión de género.
“Hay que capacitarlos para desmantelar de esta forma al sistema, pues lo primero que debemos aprender es a ver con otra mirada (la del género) para empezar a identificar dónde están los discursos que reflejan esta desigualdad y discriminación, la dominación y la violencia”, manifestó.
La catedrática identificó una dualidad en el discurso del Estado, no sólo a nivel local, sino a nivel Latinoamérica, pues comentó que por un lado se encuentran estos programas a favor de la equidad de género pero por otro lado se practica la violencia por la falta de profundidad en el tema y la llamada “ignorancia culpable”.
“En toda Latinoamérica, por un lado, está la cuestión de meter el discurso del género, transversalizar. Hay programas y se invierte dinero en la capacitación, pero a lo mejor lo que estamos viendo es que no está permeando a la sociedad, porque las autoridades siguen ajenas a la problemática tal cual y entonces se mantiene la violencia y los discursos.
“Las autoridades lo que tendrían que hacer es ser más críticas consigo mismas para poder hacer algo… La única manera de que podemos disminuir este tipo de situaciones es entrándole de lleno al tema del género y que todas las instituciones y organizaciones empecemos a reflexionar sobre eso, pero no quedarnos en las generalidades”, puntualizó.
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