Bombardier pierde altura
El sueño de desarrollo industrial de Garrido y Calzada no consiguió afianzarse a largo plazo; las condiciones laborales de sus trabajadores queretanos no son las idóneas
Por: Paulina Rosales
La constructora canadiense de transportes aéreos y terrestres “Bombardier” —apuesta del gobierno de Francisco Garrido Patrón (2003-2009) y que el actual mandatario, José Calzada Rovirosa, continuó, como impulso a la industria aeronáutica— afronta una crisis no sólo económica y laboral por el despido de 380 trabajadores de la planta, sino entre alumnos de la Universidad Aeronáutica (UNAQ), que han dejado de considerarla como una opción de trabajo al terminar sus estudios.
Aunque el gobernador presumió, en su V Informe de Gobierno, la política de atracción de inversión productiva como una estrategia que ha contribuido a la generación de 15 mil 596 empleos, que representan un monto de 12 mil 211 millones de pesos, la realidad está mostrando que la apuesta por Bombardier no ha traído los resultados que se esperaban.
José Luis González Godínez, especialista en Derecho Laboral y asesor jurídico de los sindicatos de la Universidad, aseguró que este tipo de proyectos empresariales deben realizarse con cautela.
“El Estado debería ser muy cuidadoso en lo que permite. En Querétaro son 300 despedidos, no es cualquier cosa, 300 familias (…) Ellos mismos lo incentivaban. Permitieron que Bombardier resolviera el desempleo en Querétaro y desde un principio vimos que no era así, porque era bajo condiciones inestables, condiciones bajas y, además, con mucho riesgo en cuanto a la seguridad social de los trabajadores”, señaló.
González Godínez explicó los perjuicios de las condiciones laborales, que se han mostrado adversas para los trabajadores del estado.
“Hay un proceso de pauperización de las condiciones de trabajo y esto denota las nuevas formas de contratación que hoy se implementan con mayor vigencia (…) los compañeros no pueden pensar en estabilidad laboral, ni en seguridad en el trabajo”, advirtió.
Por su parte, José Carlos Rodríguez, estudiante de Ingeniería Aeronáutica en Manufactura, impartida por la UNAQ, menciona que la empresa Bombardier no se presenta como una opción laboral para los estudiantes de esa universidad.
“Los alumnos que entran ahí a hacer sus prácticas o estadías profesionales, al terminar les dan las ‘gracias’ y dejan entrar a nuevos. Esa rotación de personal tan seguida es lo que no le gusta a muchos estudiantes y prefieren no asistir a esa empresa”, consideró.
Se refirió a Bombardier como una empresa que busca mano de obra “barata”, al solicitar becarios y practicantes, sin que esto signifique contratarlos posteriormente.
“Bombardier es una de las empresas que más quiere ese tipo de mano de obra, porque es barata (…) Y como ya están certificados, no tienen que otorgar capacitación para ellos”.
Además, recordó que la empresa ya había tenido problemas en cuanto al pago de salarios, pues se atrasaban o simplemente no pagaban.
“Obviamente, eso a cualquier persona le molesta o le causa problemas, por lo que muchos estudiantes ni siquiera contemplan esa empresa como una opción”, aseguró.
“Se ha convertido en un elefante blanco”
La constructora de Canadá envió un comunicado de prensa el 15 de enero, a través del cual informó sobre la interrupción de uno de sus programas aéreos. Este hecho provocó el despido de mil empleados en las fábricas de Querétaro y en Wichita, Estados Unidos.
La empresa, con sede principal en Montreal, Canadá, decidió realizar la interrupción en el programa del avión Learjet 85, debido a la baja demanda en el mercado; además, por un incremento en los impuestos de aproximadamente 1,4 millones de dólares, en el cuarto trimestre del 2014.
En el V Informe de Gobierno, el gobernador José Calzada dio a conocer el proyecto del avión Learjet 85 como parte del desarrollo de la industria manufacturera.
En el mismo documento, indicó que tal programa funcionaba de forma conjunta con la sede de Wichita, y que en el mismo se contó con la participación de 250 jóvenes egresados del Tecnológico de Querétaro, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la Universidad Aeronáutica y el Tecnológico de Monterrey.
“El Gobierno del Estado les da todas las facilidades para instalarse, los inhibe de pago de impuestos, de predios. En el caso de Bombardier, hasta un clúster pusieron a su disposición, la Universidad Autónoma de Querétaro y una universidad especial. Todo esto, se volvió por lo menos un elefante blanco y un perjuicio para la comunidad laboral de la región”, señaló González Godínez.
Mientras Bombardier se desploma, las inversiones vuelan
Las expectativas de Bombardier eran de una magnitud tal que incluso un cable enviado por la embajada de Estados Unidos en México en 2008, y que posteriormente desclasificó Wikileaks, hablaba del orgullo que tenía el gobierno del panista Francisco Garrido por incentivar la inversión del sector aeronáutico en la entidad, con la idea de generar prosperidad (Tribuna de Querétaro 661).
Con la segunda alternancia en el poder —octubre de 2009— la ruta no cambió: el priista José Calzada buscó seguir apuntalando este sector y no diversificó en su totalidad las inversiones que llegaban a la entidad.
Para el I Informe de gobierno de José Calzada Rovirosa, se hablaba de 99 prospectos y 61 proyectos de negocios, dedicaba una inversión “potencial” de 2 mil millones de dólares y en específico, con el sector aeroespacial, en el cual participaron 60 inversionistas provenientes de Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania y España.
Posteriormente, de acuerdo con su III Informe de Gobierno, la entidad se posicionó como un estado competitivo a nivel nacional e internacional, a través del impulso a una política económica orientada a “generar” confianza para los inversionistas, y se afianzó como una de las entidades con más ventajas competitivas del país, debido a “su ubicación estratégica, su ambiente de paz social, así como la presencia de importantes empresas extranjeras” que denotaron el interés de invertir en el estado.
José Luis González recordó que desde hace tiempo se han señalado los riesgos que corren los trabajadores con este tipo de modalidades de empleo.
“No sólo a los trabajadores de outsourcing, sino a los trabajadores en general de Querétaro, porque vienen como capitales golondrinos”.
Añadió que la implementación de modalidades de empleo como el outsourcing acarrean problemáticas como la incapacidad de generar antigüedad en un centro laboral y cancela otro tipo de derechos como acceder a una pensión o un patrimonio.
“Hoy, pues, ahí están los resultados… Se tiene que tener mucho cuidado con este tipo de proyectos empresariales, porque al final los capitales se van y los trabajadores nos quedamos y somos los que sufrimos las consecuencias”, advirtió.
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