Casas que se caen a pedazos
Ya sea para arreglar goteras o grietas, los dueños de viviendas de interés social tienen que gastar enormes cantidades
Por: Lourdes Durán Peñaloza
Cuando la señora Selene Rocha Espitia pensó en cambiar el azulejo y muebles de su baño no se imaginó que la remodelación le saldría en 25 mil pesos –al menos es a lo que asciende la cifra hasta el momento.
Y es que las gotas que parecían surgir de una simple humedad, la llevaron a darse cuenta de que el mal estado de su sistema hidráulico podría terminar ocasionando el derrumbe del techo de su cocina.
“Desde que llegamos aquí empezamos a tener una humedad muy leve en lo que es la parte de la cocina, que es exactamente donde queda el baño en la parte de arriba”, contó, tras aceptar la entrevista en su domicilio, ubicado en la cuarta etapa de la colonia Desarrollo San Pablo.
Las reparaciones por gusto, dijo, empezaron al año. Las necesarias tuvieron que hacerse inmediatamente. Y eso que su casa es de las que “todavía tiene cimientos (y) es de tabique”. Hace algún tiempo, a uno de sus hermanos se le abrió completamente el jardín de su casa.
La construcción, que con trabajos alcanza los 120 metros cuadrados, es testigo de sus declaraciones: “en la primera excavación para hacer los cambios de plomería encontramos que había fugas en el asentamiento de la taza del baño (…) nada más montaron la taza y así la dejaron”.
Los albañiles le hicieron saber que había que reconstruir completamente el baño, antes de que se viniera abajo y se llevara a la cocina consigo.
Continúa: “del techo de la cocina se me cayó una parte y el del patio también (…) el lavadero se me cayó completamente a los 15 días de haber adquirido la casa”. Pero, ¿quién te da una casa para vivir, tan rápido y con tan poco dinero?
“Cuando nosotros solicitamos este crédito (ella y su marido) fue porque precisamente no teníamos el dinero como para sacar un crédito o embarcarnos con un banco”. El tiempo le demostró que terminaría pagando la casa con un valor triplicado.
“Por un lado te satisfacen las necesidades, pero por el otro te las complican”, sostuvo.
Siempre le ha intrigado el patio de servicio, una zona que utiliza a diario y que apenas mide un metro cuadrado: “es sumamente chiquito e incómodo. No te cabe más que el tanque de gas y el lavadero”.
Desde luego tuvo que hacer modificaciones y hasta tirar unas cuantas cosas porque no le cabían.
El seguro de Infonavit expira al año
Diego Martínez recuerda perfectamente la fecha en que le dieron su casa después de dos años de solicitar el crédito: el 12 de diciembre del año 2005. Desde antes de la fecha prevista ya estaba autorizado su crédito, pero la constructora aún no la terminaba.
No habían pasado tres años –actualmente tiene siete años con la casa– cuando la casa, ubicada en la colonia Misión Fundadores, se empezó a clavar hacia una de las esquinas.
“Haz de cuenta que en la parte de la esquina donde está el medidor de agua se empezó a abrir (…) en una de las partes el concreto se empezó a juntar, del lado donde está el drenaje, y le tuve que meter una zapata”, narró.
La reparación le salió en 10 mil pesos. Los albañiles le explicaron que la casa se “sienta” en el primer o segundo año que transcurre luego de su construcción, y que ya después de ahí “no le pasa nada”.
Atribuye el problema a que algunas de las casas otorgadas a través de créditos no tienen mampuestos y “nada más están sentadas sobre puro tepetate”, además de que el material con que se elaboran los muros de las viviendas es de concreto armado en lugar de tabique.
Hace un año la suerte le volvió a dar la espalda. Se botó todo el piso de la planta baja de su casa y tuvo que cambiarlo: “nada más de repente se levantó y se quebró”. La cosa le salió en cinco mil pesos.
–¿No existe algún seguro que cubra esos daños?
–Expira a los dos años, o al año. El seguro de Infonavit expira al año, pero ése no sé si cubra vicios ocultos, no estoy muy informado.
Lo que sí sabe es que por lo regular los seguros cubren siniestros, pero no por vicios ocultos. David coincidió con Selene en el sentido de que el Infonavit es una opción “relativamente económica” para hacerte de una vivienda, e incluso dijo, hay casas muy buenas, sobre todo las anteriores.
El problema, señaló, es que le dan licencia a cualquier constructora para que levante casas y no les importa el tipo de material que utilizan, que muchas de las veces no es de la calidad precisa.
“A cualquier constructora que llegue le dan su licencia, construye, vende las casas en no sé, 300 mil pesos y en alrededor de medio año las casas se están cayendo”. Por eso, no descarta la posibilidad de vender su casa para adquirir otro crédito y comprar una de mayor calidad.
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