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Caso Dafne exhibió prejuicios de la Fiscalía de Querétaro

Marlene Martín Rico expresó que hay preocupación, porque la misma Fiscalía que no pudo probar la acusación que sostuvo para criminalizar a una mujer es la misma Fiscalía que defiende a las víctimas

“El tema de Dafne McPherson Veloz puso en evidencia a la Fiscalía [General del Estado] y las fallas del sistema. Como Dafne, tenemos a muchísimas mujeres criminalizadas por situaciones de estereotipos (…) No tiene la capacitación ni tiene las herramientas necesarias ni al personal capacitado para poder atender a las víctimas”, sentenció Marlene Martín Rico, abogada penalista e integrante del grupo multidisciplinario Generando Igualdad.

Marlene Martin Rico, quien fungió como activista en el caso McPherson, afirmó que la Fiscalía se empeñó en “responsabilizarla” y lamentó que no tenga “la más mínima sensibilidad de lo que pasamos las mujeres en momentos tan complejos como lo es tener un parto fortuito, un parto del cual ella no tenía conocimiento del embarazo”.

En 2015, McPherson tuvo un parto fortuito en la tienda Liverpool donde trabajada; al no poder reaccionar, dejó morir a su bebé mientras ella también se desangraba en el baño. Además de diversas irregularidades durante su atención, el juicio estuvo cargado de estigmas y prejuicios, pues la Fiscalía sostenía que McPherson debía actuar conforme a su “instinto materno”. Fue condenada a 16 años de prisión, de los cuales pasó casi cuatro recluida.

Fue posible reponer una parte del juicio, gracias a la participación de diversos colectivos y la visibilidad que tuvo el caso a nivel internacional. Este 23 de enero el juez determinó la inocencia de McPherson Veloz.

Marlene Martin Rico expresó que hay preocupación, porque la misma Fiscalía que no pudo probar la acusación que sostuvo para criminalizar a una mujer es la misma Fiscalía que defiende a las víctimas: “¿En manos de quién están las víctimas?”, cuestionó.

Martín Rico apuntó que Gobierno del Estado debe dejar de dar discursos de género “en los que no cree” y empezar a sensibilizar, capacitar y profesionalizar a sus servidores públicos. Agregó que cada caso debe tener una perspectiva individualizada y enfocada al asunto en concreto, ya que “las mujeres somos personas y cada mujer somos una persona distinta, entonces no puede esperar la Fiscalía a tratar los casos desde lo general”.

Esta falta de capacitación a la que hace referencia Marlene Martín fue evidenciada el momento en que los peritos no contaban con las herramientas para poder sostener la acusación hacia McPherson: “El juez retoma una parte importante en donde él dice que el perito de la Fiscalía, el médico legista, basaba sus argumentos en un bibliografía sacada de internet; entonces el tema de la profesionalización es importantísimo”, aseveró.

Mala imagen nacional

Diversas organizaciones de la sociedad civil han declarado que el caso tuvo una falta de perspectiva de género. El 6 de diciembre Karla Micheel Salas, directora de la Asociación Nacional Grupo de Acción por los Derechos Humanos y defensa de McPherson, aseveró que la Fiscalía del Estado de Querétaro es identificada en la esfera nacional como una dependencia carente de perspectiva de género. “Se niega a destinar recursos suficientes para perseguir delitos como feminicidios, pero sí destina recursos materiales y humanos para juzgar a mujeres como Dafne McPherson que fueron víctimas de violencia obstétrica”, dijo.

Excesivo apelar la sentencia

El viernes 25 de enero, la Fiscalía General del Estado, que encabeza Alejandro Echeverría Cornejo, aseguró mediante un comunicado de prensa que “ordenará una revisión detallada de la actuación técnica del personal participante” para determinar los elementos jurídicos y fatídicos con los cuales pueda impugnar la sentencia que liberó a Dafne McPherson.

Respecto a que la Fiscalía revisaría si en el caso de Dafne McPherson se interpondría una apelación, la abogada penalista señaló que eso le parecería “excesivo” y “lamentable”, pues la Fiscalía “lejos de admitir los errores y las fallas que hay en el sistema y reivindicarlos, se enseñe en criminalizar a una mujer que es inocente”.

Consideró que se necesita hacer alguna evaluación para un cambio en el sistema de investigación y el judicial: “Si bien es cierto que Dafne fue absuelta, también es cierto que el juez que hoy la absuelve en un momento anterior la había condenado a 16 años de prisión por homicidio calificado por no haber juzgado con perspectiva de género, lo que implica que no la debieron haber estereotipado. Fue señalada de manera grotesca por un fiscal que no fue removido de su cargo, sino simplemente fue suspendido”.

Aseveró que las autoridades también tienen que considerar estos precedentes y “no volver a cometer los mismos errores porque además es su obligación. Hoy se hizo justicia y hoy otra vez el Estado quedó en evidencia, y esperamos que se tome esto como una experiencia positiva para poder transformar el sistema de justicia para las mujeres”, concluyó.

Penalización del aborto

En un primer momento, McPherson fue acusada de aborto; sin embargo, la parte acusadora cambió la acusación a homicidio, puesto que tenía ocho meses de gestación. En el estado de Querétaro, abortar se considera un delito, con excepción de que se den dos supuestos que se enuncian en el artículo 142 del Código Penal del Estado de Querétaro: “cuando el embarazo se produjo por una conducta imprudente o culposa de la mujer o cuando el embarazo sea producto de una violación”.

En 2018 en México se contabilizaron 570 casos de mujeres acusadas por el delito de aborto, de los cuales 14 casos se dieron en Querétaro. Lo anterior de acuerdo a la Incidencia Delictiva del Fuero Común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Para Marlene Martin Rico, el tema de la criminalización del aborto tiene que ver con un “dogma y una “doctrina” que les quita a las mujeres la posibilidad de decidir sobre sus cuerpos. Agregó que la defensa de los derechos de las mujeres a decidir libremente sobre su cuerpo deben ser establecidos.

Sin embargo, sentenció que “si en Querétaro no se puede determinar la diferencia entre un parto fortuito de una mujer, tampoco podemos esperar que tanto los legisladores como el sistema político y judicial den a entender otras perspectivas al derecho de la mujer a ser o no ser madre”.

Violencia osbstrética

Jocelyn González Espino, especialista en educación perinatal y colaboradora de la organización Nacer a Tu Manera, en su momento coincidió en que Dafne McPherson había sido víctima de violencia obstétrica. Acusó “un ejercicio de poder en donde las instituciones no reconocen que las mujeres tienen el derecho a decidir, lo cual trae consigo la criminalización”.

En ese sentido, la violencia obstétrica tiene que ver con las acciones u omisiones del servicio de salud hacia las mujeres en el momento de embarazo, el parto y el posparto, refirió Jocelyn González Espino: “Es decir, que pueden ser todas las intervenciones o la sobremedicalización al proceso fisiológico del embarazo, parto y posparto. Así como la omisión de intervención médica” (Tribuna de Querétaro, 901).

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