Ciencia

UAQ aventaja a Secretaría de Salud en material regenerativo de tejido óseo

Rodrigo Rafael Velázquez Castillo, académico titular del proyecto en la UAQ, explicó que se trata de un material con composición química casi idéntica a la tienen naturalmente los huesos; lo cual es esencial para que propicie la regeneración biológica del tejido óseo.

Académicos y estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) desarrollan biomaterial para implante óseo, capaz de propiciar la regeneración natural del tejido. En su etapa experimental, lo desarrollado por la máxima casa de estudios ya tiene una mejor calidad y menor costo que el autorizado por la Secretaria de Salud.

Rodrigo Rafael Velázquez Castillo, académico titular del proyecto en UAQ, explicó que se trata de un material con composición química casi idéntica a la que tienen naturalmente los huesos, lo cual es esencial para que propicie la regeneración biológica del tejido óseo.

Los materiales para implante óseo aprobados por la Secretaría de Salud son de origen extranjero, por lo que a sus costos de producción se le suma también el de importación y resulta en un producto más caro, detalló Velázquez Castillo. “Esta alternativa que estamos dando tiene una producción de bajo costo. Brinda una ventaja económica contra los materiales importados”, detalló.

De acuerdo con el académico, la calidad del material autorizado por la Secretaría de Salud es considerablemente inferior al biomaterial desarrollado por el equipo de la UAQ. A esta conclusión llegó el equipo de desarrollo después de realizar una serie de pruebas con ambos materiales.

Tecnología al interior del implante

Pero ¿por qué es tan efectivo este biomaterial? La razón recae en su composición química y estructural, las cuales van a promover la regeneración natural del tejido óseo. El implante está elaborado con colágeno e hidroxiapatita, un constituyente inorgánico presente en los huesos. En el laboratorio se crean fibras nanométricas de este material que se van a agrupar de tal forma que quedaran pequeños espacios entre ellas, a lo que denominan porosidad. Dicha porosidad permitirá el paso de células y fluidos ricos en nutrientes, lo que se asemeja mucho al comportamiento que tiene de forma natural el tejido óseo.

Gracias a la estructura y composición del biomaterial, el trasplante poco a poco será sustituido por tejido óseo real. Esto hace que el tratamiento sea mucho menos invasivo que los tradicionales, en los cuales se inserta quirúrgicamente el trasplante y, pasado el tiempo de recuperación del hueso, se debe hacer otra operación para retirarlo.

“Este material es un puente para permitir a las células tomar el material artificial e ir sustituyendo con tejido natural. Va a llegar el momento en que todo el material que implantaste ya está totalmente sustituido por tejido óseo sano”, compartió el coordinador del proyecto.

Aplicaciones médicas

Este material está pensado sobre todo para pacientes que han sufrido algún accidente que les ha dejado como resultado fracturas y lesiones óseas. El biomaterial puede ser adaptado a los requerimientos y especificaciones de uso de cada hueso. Por ejemplo, los huesos largos como el fémur, la tibia y el peroné demandan una mayor resistencia mecánica.

“Nosotros podemos darle la resistencia mecánica semejante a esos huesos para cuando se implantan ahí, para que ayuden al hueso a seguir soportando carga mientras que el tejido óseo natural se recupera”, indicó el académico Rafael Velázquez. No obstante, también se pretende usar para personas con patologías que los hacen perder parte de su tejido óseo: “Estamos pensando en implementarlo en pacientes con osteoporosis. Podría suceder que se retirara ese tejido deficiente de calcio y poner nuestro material”.

Obstáculos burocráticos

Entre los obstáculos con los que se enfrentan este tipo de desarrollos tecnológicos con aplicaciones médicas se encuentra la burocracia: Los protocolos que establece la Secretaria de Salud para incluir estos materiales en los servicios médicos son complicados, explicó Velázquez Castillo. “Es muy complicado que la Secretaria de Salud apruebe la entrada de nuevos materiales. Por ejemplo, nosotros hemos tratado de conseguir tejido óseo humano, incluso tejido óseo ya muerto, y ha sido muy complicado”, lamentó.

A pesar de ello, continúan con las experimentaciones, trabajan en la mejora del biomaterial en cada nueva etapa y esperan, en un tiempo no muy lejano, poder comenzar a implementarlo con pacientes que lo requieran.

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