Abuelo
Abuelo, he pensado yo
en la vez que mi imaginación te conoció
cuando mi yo de nena te recorrió
pero nunca pudo encontrarte
Abuelo, me has dicho tú
“Aquí estoy, mi nieta
con el dulce estese quieta
¿Para qué azúcar?
Si miel desbordan tus letras
Lágrimas en este ‘mientras’
a costa de risas longevas”
Abuelo, yo te admiro
Tu amor en la tierra miro
en los ojos de mi abuela;
en el jardín, tu cautel
Tu herencia en mi sangre
Bendición que arde
y te agradezco tanto
Abuelo, yo te prometo
conocerte, abrazarte y decirte:
“con el dulce estese quieto”
y en el mientras, guardarte
Ser miel y seguir adelante
A nuestro San Juan, mil besos dar
A mi abuela y tu hija menor, cuidar
Dondequiera que estés, abue Jesús, mi alma te abraza y celebra tu cumpleaños en los días lluviosos. Gracias por todo.