Así ha cambiado la fiesta
Por: Arantxa Salazar Cortés
La fiesta de la Santa Cruz es una de las más importantes de Querétaro debido a la afluencia que presente año con año y a su significado, ya que conmemora la fundación de la ciudad. En esta festividad, podemos ver diversos atuendos, algunos de los cuales destacan por el colorido que presentan, así como por la inclusión de elaboradísimos penachos y lentejuelas. Sin embargo, el colorido de los trajes es algo que no estaba presente dentro de la indumentaria tradicional de los “concheros”.
Dos alumnas de la Licenciatura en Sociología hicimos un recuento de fotografías de concheros desde 1898 a la fecha para documentar esa evolución en la vestimenta. También realizamos un ejercicio de contraste con fotografías de otomíes para comprobar que la indumentaria actual se aleja de lo que usaban los indígenas de la región, tanto en su vida cotidiana como en sus fiestas. El cambio que percibimos se produjo de forma gradual con el paso del tiempo. Sin embargo, si comparamos la indumentaria original con la que se utiliza en la actualidad, podemos observar que las diferencias son muchísimas.
En la búsqueda de la razón de este cambio y pretendiendo saber si, a su vez, implicó una transformación en su identidad como danzantes, nos fue de gran ayuda la información que nos proporcionó el señor Miguel Martínez Cardona, capitán general de la “Danza Águila Azteca”, quien es tataranieto de Atilano Aguilar, un personaje importante muy importante en Querétaro por haber dado gran impulso a la tradición de la danza de concheros, entre otras cosas.
El señor Miguel, que además confecciona los trajes de los danzantes, nos decía que para él los cambios en la vestimenta se han dado en gran medida por la vanidad de las personas, ya que cuando le piden que les haga un traje, hacen hincapié en que sea muy “vistoso” y en que destaque de entre los demás. De acuerdo con su percepción, la vanidad es una condición que se debe superar para que los danzantes atiendan a lo que en verdad es importante.
En el cambio del atuendo también hay otras variables que influyen, nuevos elementos se han integrado a la conformación del traje. Incluso el contexto en el que se da la danza es diferente. Hay acceso a diversos materiales que antes no existían y se ha popularizado la fiesta hasta convertirse en atractivo turístico, lo que ha hecho que los danzantes se interesen por obtener atención particular. Sin embargo, todo esto no ha provocado un cambio en la identidad de los concheros, mucho menos en la esencia de la danza. El señor Miguel señaló que incluso han intentado instruirse mejor en la historia para poder seguir fielmente la tradición. Llevan a diario el ser danzantes como parte de su personalidad.
Podríamos hacer una crítica al hecho de que los rituales no estén del todo apegados a las tradiciones originales pero de cualquier manera, la fiesta realizada en el antiguo Cerro del Sangremal es una tradición que forma parte de nuestra identidad como queretanos y que está repleta de recuerdos. Por ello es que seguiremos acudiendo cada año a ver lo que nuestros concheros rememoran, a disfrutar de sus danzas y del castillo. Nos seguiremos emocionando con el recorrido que inunda las calles del centro con penachos y nos emocionaremos con los arcos puestos afuera del templo, hechos de flores y semillas.
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