Cultura

Avándaro: La censura mitificó al festival

La censura que vivieron grupos musicales después de Avándaro mitificó el festival que se realizó el 11 y 12 de septiembre de 1971, manifestó Robin Salazar, coleccionista y dueño de la tienda Vinil Azul, quien apuntó que, salvo algunas excepciones, los músicos no encontraron acomodo ni en disqueras ni en la radio.

Se cumplen 50 años del primer concierto masivo que fue una auténtica demostración de la contracultura en México, hecho que no estuvo exento de la opinión de una sociedad que los consideraba como unos “drogadictos, nacos, marihuanos”, como expresó Salazar. Aproximadamente 200 mil personas acudieron al festival a disfrutar un género que tocaba temas sociales que incomodaban a muchos sectores de la época.

El festival de Avándaro que originalmente iba a ser un festival de ruedas, donde sólo iban a tocar pocos grupos, terminó en un concierto masivo. Donde hubo como organizadores a: Justino Compeán (expresidente de la Federación Mexicana de Fútbol), Luis de Llano y Carlos Alazraki.

En el evento se contó con la presencia de los grupos de: Los Dug Dug’s, El Epílogo, La división del Norte, Tequila, Peace and Love, El Ritual, Bandido, Los Yaki, Tinta Blanca, El Amor y Three Souls in my mind. Existió el rumor de que iba a tocar Javier Bátiz (el maestro de Carlos Santana), pero al final no asistió, comentó Robin.

Robin Salazar remarcó que sin Avándaro no podríamos entender en la actualidad la música en México, debido a que fue un parteaguas por el tipo de música que se tocó, ya que el rock se tocaba principalmente en inglés, pero gracias al festival, muchos de los grupos mexicanos pudieron expresarse y hacerse oír; además inspiraron a muchos grupos a seguir con sus carreras en los siguientes años.

La censura por parte del gobierno

Después del festival, el gobierno del presidente Luis Echeverría Álvarez trató de silenciar todo, ya que al gobierno no le convenía que se hablara de Avándaro, comentó el dueño de Vinil Azul. Pero la sociedad también hizo su parte y gracias a la prensa, que amplificó el rechazo, también se esparció el rumor de muertos, “degenere sexual”, etc.

Después del concierto no se transmitió en radio a ninguno de los grupos que se presentaron. De igual forma, los reportajes y noticias que salían sobre el concierto sólo desmeritaban o manchaban a quienes fueron, como a quienes tocaron. Por ello, Robin considera que existe una mitificación del festival, a grado tal que con el paso de los años se volvió un evento legendario, el cual se transmitió de voz en voz y de generación en generación.

Además, Robin comenta que hubo una estación de radio que transmitía el festival en vivo, pero que debido a que uno de los grupos dijo groserías se tuvo que suspender la transmisión del programa, e incluso despidieron a los encargados del programa en aquella época.

Asimismo, los discos que grabaron los grupos que fueron al festival fueron posibles gracias a compañías disqueras pequeñas, a excepción de Los Dug Dug’s, ya que ellos eran parte de RCA. Todo esto, entre la censura y las noticias amarillistas por parte de los medios que provocó que el tema de Avándaro se mantuviera en silencio. No obstante, en el país no se pudo gozar de ningún concierto de talla internacional durante diez años, afirma Robin Salazar, quien señala que la siguiente experiencia fue en 1981, cuando Queen se presentó en Puebla, un evento que no escapó a la polémica, pues el vocalista fue golpeado con zapatos.

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