Cultura

Cuerpos de seguridad no atendieron imprevistos durante viacrucis

En los momentos finales del viacrucis de Santa Bárbara, dos personas cayeron debido al cansancio, la deshidratación, la falta de comida y la insolación, ¿y quién los ayudó?: La logística del viacrucis y un hombre que estaba ahí cerca.

Los cuerpos de seguridad y médicos no se vieron por algún lado en primera instancia. De los segundos ni hablar, puesto que la aglomeración de personas cubrió la vista de los caídos. Aquel día no se supo de la presencia de policías municipales, su unidad móvil C-16 o paramédicos de la cruz roja mexicana, responsables de la seguridad de los asistentes. Durante gran parte del recorrido, el resguardo de los intérpretes corrió a cargo de una larga valla de personas, juntas por un solo cordón de unos mil 500 metros.

El Gólgota, como la playa

Al llegar a la cima del cerro, las personas se aglomeraron en forma de un medio círculo alrededor del montículo de tierra donde iban a ser crucificados los sentenciados a muerte. Igual que cuando vas a la playa y ves a las personas que se ponen en la orilla del mar con sus sombrillas, asientos, lentes de sol y bebidas frías, se observaba igual.

Las sombrillas, incluso mini carpas, los árboles secos de cerro, gorras, sombreros y manos extendidas encima de las cejas, y lentes de sol cubrían el potente sol; el agua y bebidas frías calmaban la sed que provocaban los 28 grados celsius. Una vez pronunciadas las palabras finales, los asistentes regresaron en silencio de la representación número 35 que la colonia Santa Bárbara hace de la pasión de Cristo.

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