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Gozos del semidesierto: Así viven la veneración a la virgen del Pueblito en Tolimán

Marián Ángeles Ramos

Tolimán, Qro. – La devoción de los feligreses capitalinos hacia la virgen del Pueblito es grande e importante en el calendario de muchos queretanos, pero el fervor y la fe no se han limitado al santuario de Corregidora, por el contrario, ha trascendido hasta los lugares más remotos de Querétaro.

En la parte centro-oeste del estado, custodiado por grandes cerros (El Zamorano, la peña de Bernal y el cerro de El Frontón), se encuentra el barrio del Pueblito, San Pablo Tolimán; lugar donde se halla un pequeño santuario a la virgen María en esta misma advocación. En este valle el misticismo religioso es enorme y a lo largo del año se celebran diversas solemnidades en donde la mayoría del pueblo participa, y una de las fiestas más importantes es precisamente la dedicada a la virgen del Pueblito.

“Si os mostráis tan piadosa al que a vos llega contrito, Virgen Santa del Pueblito, sed nuestra madre amorosa…”. Gozos de la virgen del Pueblito

La veneración y devoción a la virgen del Pueblito tuvo sus orígenes en el periodo colonial. La imagen fue elaborada por el religioso franciscano fray Sebastián Gallegos en 1631 en el convento de San Francisco en la ciudad de Querétaro y fue depositada en uno de los centros ceremoniales más importantes del estado denominado el cerro Pelón donde está erguida la pirámide monumental del Pueblito.

En un documento antiguo (sin pasta ni referencias), atesorado por el señor Juan Ángeles -fiel devoto de la virgen del Pueblito- se describe de manera detallada a la efigie:

Es la milagrosa imagen de Ntra. Señora del Pueblito una escultura de madera colorida como de unos cincuenta centímetros de altura, representando a la Madre de Dios en el misterio de su Concepción Inmaculada. Al lado derecho tienen al niño Dios en pie. Sirve de peana a la divina Madre una imagen de San Francisco de Asís hincado y sosteniendo sobre la cabeza y las manos levantadas en alto, tres esferas que representan las tres órdenes fundadas por el santo. La sagrada imagen carece por completo de belleza artística, pero tiene un no sé qué que arrebata los corazones e inspira singular veneración.  (párrafo retomado de un documento antiguo incompleto).

“Y pues mostráis tanto anhelo para ser tan poderosa: Virgen Santa del Pueblito, sed nuestra madre amorosa…” Gozos de la virgen del Pueblito

En el pueblo de San Pablo Tolimán, habitado por indígenas otomíes, a principios del año de 1825 dos piadosos nativos del lugar, Diego Donmiguel y su mujer María Vicenta, sinceros devotos de Ntra. Señora del Pueblito, resolvieron promover y fomentar entre sus convecinos la devoción a la Santísima virgen María bajo esta consoladora advocación. (párrafo retomado de un documento antiguo).

Este lugar de oración ha sido tan importante desde tiempo atrás que la historia nos dice que a él llegaba en ocasiones el general Tomás Mejía postrarse: “Fue tan devoto de Nuestra Señora del Pueblito, que siempre llevaba consigo una imagencita de la divina Señora, adoptó por grito de combate al entrar en acción de guerra el de: “¡Viva la virgen del Pueblito!” y cuando pasaba por el pueblo de San Pablo Tolimán con sus tropas, se desviaba para ir a orar por unos instantes ante una imagen de Nuestra Señora que en esta advocación se veneraba en una humilde ermita en el cerrito de El Órgano, y al retirarse dejaba alguna limosna para el culto. El año de 1863 la juró su generala y le regaló una preciosa banda militar”.

Cuentan los abuelos que en el pueblo se atravesaba por una especie de epidemia y en el barrio se encontraban doce enfermos que fueron encomendados a la virgen; y cuando recuperaron la salud, costearon una imagen de ‘la patrona’, a quien se le celebró una misa el 15 de mayo de ese mismo año.

Tiempo después la familia Donmiguel donó un terreno que se encontraba en las faldas del cerro de El órgano o El organal-como otros lo conocen- “para que se edificara en él una capilla a la Santa Imagen; con sacristía, varias piezas y cementerio” (fragmento retomado de un documento antiguo incompleto). Este santuario fue construido gracias al esfuerzo de los vecinos y devotos:

“Entonces pa’ pronto toda la gentecita -toda la de aquel tiempo acudía mucho, era muy religiosa la gente, era muy respetuosa- se organizaron y todo: primero le avisaron al señor cura y después al presidente, al delegado, que se va a hacer una casa, una capillita de la virgen. Y así fue para toda la gente: pura faena, quién trae piedra, arena, todo. Y así fue, bueno me contaba mi papá” contó Martín Ángeles, devoto en San Pablo Tolimán.

“Todos los que con fervor imploran tu patrocinio, consiguen el exterminio de sus males, por tu amor…”. Gozos de la virgen del Pueblito-

De esta manera se instauró en el pueblo una de las más fervientes devociones, sólo por detrás de la de El Divino Salvador. Así responden algunos testimonios dados por vecinos y servidores en el barrio a la pregunta “¿Qué representa en tu vida la virgen del Pueblito?”.

María Andrea Domínguez (rezandera): la virgen para nosotros es milagrosa, ha hecho muchos milagros en algunas personas y para nosotros la virgen del Pueblito significa mucho […] me siento muy cerca de ella rezándole los rosarios.

Juan Ángeles (fiel devoto): La virgen del Pueblito es un mediador de un arrepentimiento que tengamos, aquí en la tierra. Es el que remedia y por eso acudimos en ella […] En ella ponemos nuestra esperanza, nuestra fe, nuestras obras.

Eugenio Hernández Landaverde (presidente del comité de la virgen del Pueblito San Pablo Tolimán): […] La tenemos como nuestra Madre Santísima del Pueblito, podemos decir que es la madre de Dios y para nosotros pues tenemos una devoción, tenemos esa tradición en nuestra vida. La Madre de Dios es la Virgen María y nos representa en este caso en la advocación de la virgen del Pueblito.

Martha Ramos Landaverde (fiel devota): Es nuestra abogada, nuestra defensora, nuestra, reina del cielo.

“Oye pues nuestro clamor, pues sois tan maravillosa; Virgen Santa del Pueblito, sed nuestra madre amorosa…” Gozos de la virgen del Pueblito

A lo largo del tiempo, los personajes que con entrega, fe y obras han contribuido a la formación de toda la tradición que gira en torno a la patrona de Querétaro en este lugar del semidesierto han pasado casi desapercibidos y quedado en el anonimato, pero su legado ha permanecido hasta estos días. Martín Ángeles, fiel devoto de la virgen del Pueblito, recuerda los nombres de las personas que han servido en la comunidad:

Aquellos tiempos cuando le servían mucho a nuestra madre era su papá de Rosa, se llamaba Lupe […] ese le tenía mucha fe a la virgen. Don Federico [Damián Ángeles] y los miembros de aquí; su papá de Mari (María-Ave) [Gregorio Donmiguel Ángeles], ellos de los miembros.

Y de los que le tenía mucha fe, pues don Juan Linares (su hermano don Ángel), don José Donmiguel (su papá de doña Cilia) y don José Tadeo eran muy devotos. Don Benito Quintanar, el difunto don Ventura (su papá de don Juan Ventura); era muy devoto de la virgen, un señor que se llamaba don Cleto y su papá don Jacinto, doña Joaquina, su señor. […] don Cayo, su papá de Chabela [Arcadio Hernández]. Bueno, todos los de aquí eran muy devotos, lo querían mucho la virgen.

Aquellos tiempos cuando iba la Virgen al Terrero, a Tolimán, ahí iban todos los señores… ¡ah! [también] don Porfirio Hernández, don Félix Palma. Aquellos tiempos, toda la gente antigua, ellos lo querían mucho; don Miguel Quintanar, don Miguel de la Cruz, don Cayetano, mi tío Leonardo Roque […]

“Si os mostráis tan piadosa al que a vos llega contrito, Virgen Santa del Pueblito, sed nuestra madre amorosa…” Gozos de la virgen del Pueblito

Dos ejemplos más de personas que entregaron toda su vida al servicio en este pequeño santuario de la virgen del Pueblito, fueron María Victoria Ángeles y Bernardina Landaverde (mejor conocida como doña Herminia). Por muchos años los rezos del rosario, las alabanzas, las plegarias, fueron hechas en voz de estas dos mujeres que hasta sus últimos instantes estuvieron encomendadas a María del Pueblito.

Es Martha Ramos Landaverde quien recuerda que hace unos meses tocó la partida de la señora Herminia: “ella tenía mucha fe a la Santísima Virgen, porque ella decía que la sacó de muchas enfermedades. Dice que cuando la estaba esperando a ella [su primera hija] cuando iba a nacer, le decía que no tuviera miedo”. Una vida dedicada completamente al servicio deja muchas cosas qué reconocer, y de entre todas esas cosas, la señora Bernardina antes de morir escribió una alabanza. “Ella dice que -así cuando ya estaba enferma, ya no se levantaba- dice que como que en la noche se oía una vocecita, como si estuvieran cantando y a ella como que se le grabó en la mente y ya después ella sola lo fue como -me imagino- que la santísima virgen le ponía las palabras en su mente”.

“Una estrella refulgente en tu rostro apareció, señal que el cielo nos dio de ser tu amparo frecuente” Gozos de la virgen del Pueblito

Aunque los modos de vivir la devoción han cambiado con el tiempo, la esencia de los legados que muchas personas dejaron, sigue conservándose. Por mencionar algunas, en febrero hay una visita de una imagen peregrina de la virgen del Pueblito al Santuario de Querétaro. En mayo hay rosarios en honor a la virgen del Pueblito; donde los niños y niñas ofrecen flores al término de cada misterio y al finalizar el mes, se realiza una procesión alrededor del barro. En agosto es la fiesta principal en honor a Santa María del Pueblito en San Pablo; hay participación de las danzas de apaches y las inditas, banda de música, comida, etc.; culmina con el tradicional castillo

“Más si sois nuestra abogada y Madre tan poderosa, Virgen Santa del Pueblito, sed nuestra madre amorosa”.  -Gozos de la virgen del Pueblito-.

Así pues, la historia de la virgen del Pueblito en este rincón del semidesierto queretano, no es una historia ajena a este mundo. Es una historia forjada por personas con fe, personas que, en esta advocación de María, han hallado refugio y un estilo de vida. Esta historia ha sido formada por cada uno de los feligreses que en algún momento pusieron sus rodillas en el piso de este recinto de oración.

“[La devoción] no ha cambiado, solo lo que ha cambiado son las personas que van llegando, que van naciendo. Van cambiando las generaciones”, expresó Juan Ángeles.

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