Hora del Cuento Drag: contra la discriminación a través de la palabra
Liderados por una bruja muy risueña, abrieron el espacio invitando al público presente a contar sus propias historias. Un niño de unos ocho años fue quien inició con una historia.
Había una vez una pequeña ciudad llamada Querétaro. En ella existía un grupo de Drag Queens, que ante las injusticias que habían vivido sus hermanas, las Regias del Drag, en el norte del país, se solidarizaron con su causa mediante una jornada de lectura de cuentos en el Centro Histórico.
‘Diversos cuentos diversos’ es el nombre del espectáculo que busca acabar con la discriminación a través de la palabra. La gente comenzó a reunirse alrededor de un carrito lleno de juguetes para los pequeños: pizarras con tizas, pequeños juegos de mesa y algunas actividades para dibujar mantenían entretenidos a los niños y niñas mientras el espectáculo se preparaba. Una pequeña bocina y un montón de trajes fue lo único que se necesitó para contar una buena historia.
Ligeras motas de sol se filtraban entre las hojas, la dulce sombra cobijaba al público congregado frente al “escenario” —porque en realidad no había ninguno— y el viento traía el aroma fresco del verano que se aproximaba al jardín Guerrero.
Al principio, los organizadores, liderados por una bruja muy risueña, abrieron el espacio invitando al público presente a contar sus propias historias. Un niño de unos ocho años fue quien inició con una historia sobre acabar con el abuso en las escuelas; sus palabras, simples y directas, abandonadas de todo adorno, resonaron en todo el jardín.
En ese momento la plaza se dividía en dos: del otro lado de la fuente, frente a la estatua de Vicente Guerrero, se encontraba el Pentatlón con honores a la bandera y ejercicios rutinarios; de este lado estaban los cuentacuentos, quienes tejían historias con sus voces para reflexionar sobre el mundo. El trasfondo de ambos era sanar el tejido social herido de este país, misma meta vista desde lugares distintos.
El público no fue un agente pasivo en este evento: los jóvenes, los niños y los adultos pasaron al frente para contar sus mejores cuentos. Libertad, amor, felicidad, miedo y tristeza eran los temas que se trataban en las historias. El objetivo de todas era promover una cultura de respeto y libertad; de autoconocimiento y autorreconocimiento; de amor y trato digno. Los cuentos buscaron cumplir un papel de promoción y desarrollo cultural entre los asistentes.
‘Diversos cuentos diversos’ es una iniciativa que busca incentivar la lectura y una cultura de respeto y aceptación por el otro. Con ocho años de haberse iniciado, han llevado su mensaje a escuelas, universidades, plazas públicas y ferias de libros por todo el país. En este caso, el público disfrutó historias sobre el amor, la libertad de decisión y autoaceptación en medio del jardín Guerrero.
Contrario a las advertencias de la autoridad —de retirarlos por falta de permisos—, la tarde pasó tranquila. Las aves volaban con la somnolencia típica de los domingos. Los perros ladraban y jugaban con los niños, algunas personas se detenían al pasar cerca del evento. Otros sólo volteaban la mirada cuando debían pasar al lado del grupo. La frase final de la bruja fue la siguiente: “A través de la palabra entendemos la vida de los otros”. Con esa habilidad para sintetizar abarcó todo el evento y todo lo que podía significar. Entre aplausos, risas y felicidad, el telón se cerró y el cuento terminó.