Cultura

Museo de la Ciudad: 25 años de contracultura y disidencia

Lo que en un principio fue el convento de religiosas Capuchinas, el 14 de febrero de 1997 se transformó en el museo de la Ciudad, cuyo objetivo radica en dar difusión a obras de arte contemporáneo realizadas por jóvenes artistas y se propone dar espacio las expresiones artísticas de la contracultura.

“La naturaleza del proyecto hace peculiar a este museo. Desde el principio se pensó como un museo al servicio del visitante. Se pensó como un lugar que iba a atender diferentes demandas de diversos públicos presentes en la sociedad queretana. Y que la oferta se iba a crear a partir de esas inquietudes, de esos intereses y de lo que fuera surgiendo a ese respecto”, manifestó Gabriel Hörner García, director del museo que cumplió 25 años de servicio.

El sitio tiene actualmente 22 salas de exhibición temporal, biblioteca infantil, tres espacios escénicos formales, así como distintos ámbitos para actividades formativas, talleres y residencias artísticas. En su cuarto de siglo, el museo ha recibido alrededor de 6 mil exposiciones, más de 10 mil funciones de teatro, más de mil 500 conciertos, más de 8 mil funciones de danza, más de 9 mil funciones de cine, más de 3 mil talleres, cursos y diplomados, así como más de 2 mil actividades literarias e incontables performances y “eventos de difícil clasificación” según su director.

La construcción del recinto inició en 1718 de la mano de don Juan Caballero y Osio y concluyó en 1859. Este espacio ha fungido como convento para enclaustrar a las monjas, estuvo la cárcel de Maximiliano de Habsburgo, fue sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI), lugar de reunión masónica y otras actividades.

En entrevista con Tribuna de Querétaro, el director del recinto apuntó que las actividades son variadas, porque en un sólo día pueden tener hasta 15 exposiciones distintas, presentaciones de libros, tres o cuatro temporadas de teatro, conciertos, etc. Su cartelera y colecciones convocan a un aproximado de 200 visitantes por día.

Se defienden expresiones culturales de contracultura y disidencia sexual

Lechedevirgen, “curadxr y procuradxr mexicanx no binarix”, destacó la vocación de la contracultura y la disidencia sexual en el museo, temas que aborda en sus exposiciones: “Para mí significó todo presentar mi trabajo en este espacio, porque me cerraron las puertas en muchos lugares, y Gabriel (el director del museo) fue el primero que confío en mí y el que apostó también por mi trabajo. Ha defendido este tipo de expresiones y ha confiado y depositado todo eso en los jóvenes, y eso es algo fundamental para el crecimiento cultural, artístico, social, político de una sociedad, dado que regularmente son menospreciadas este tipo de expresiones”.

A este respecto, el director del museo recalcó que el recinto es un espacio para todas y todos, un lugar creado con la finalidad de servir a los intereses sociales, un instrumento accesible y abierto a los diferentes tipos de arte en el estado.

“Cuando empezamos había muy pocos foros para muchos tipos de expresión, entonces las personas no encontraban lugar para desarrollar sus proyectos, sobre todo los no tradicionales. Incluso fuimos el primer lugar en presentar performances”, recordó Gabriel Hörner.

En este sentido, Lechedevirgen aseguró que el recinto fue el primer lugar que lo cobijo con todo un aparato técnico para llevar a cabo sus performances, hecho por el cual su primer espectáculo tuvo lugar en el museo de la Ciudad hace 11 años, y desde entonces ha sido su lugar favorito para exponer su arte. “Creo que lo que ha aportado mi trabajo al museo está definitivamente relacionado con la contracultura en Querétaro, pero particularmente con el cruce entre la contracultura y la disidencia sexual”, mencionó.

“El hecho de que Gabriel me diera tanta libertad y confiara en mí para hacer cualquier cosa que yo proponía, me permitió generar allí una plataforma, generar también un lugar de encuentro para muchos, muchas, muches que pues no estábamos ni estamos conformes con el status quo de las cosas, lo políticamente correcto, lo ‘aceptable’ y demás (…) Considero que el museo funciona para contrarrestar un poco lo que sería este tipo de arte tradicional”, añadió Lechedevirgen, al hablar sobre este espacio que abre las puertas a expresiones artísticas consideradas como ‘grotescas’ o menospreciadas por el estatus quo.

Artistas, corazón del museo

Al igual que Lechedevirgen, ha habido una diversidad de artistas que han tenido la oportunidad de presentar su trabajo en este recinto, el cual les ha abierto las puertas con la finalidad de que se abran paso dentro del mundo del arte, y compartan sus obras a través de la exposición, discusión y análisis de estas.

“Creo que el museo me aportó mucho a mí en cuanto al gran espacio que tienen, es un recinto histórico muy importante de Querétaro y que ahí estuviera mi trabajo fue una muy importante oportunidad”, expresó Diego Vázquez Reyes, quien el año pasado presentó su primera exposición individual. “Es un museo muy abierto a nuevas propuestas que no necesariamente llevan ya una trayectoria [detrás].”, mencionó. “Para mí fue un sueño cumplido presentar mis trabajos en el museo. Cuando inicié mi carrera era uno de los principales lugares donde pensé que sería muy bueno empezar (…) Y el estar apoyado por una institución tan importante como lo es el museo de la Ciudad te reconforta mucho y te impulsa a seguir adelante con tu trabajo”, destacó Diego Vázquez.

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