Toshkua: El Documental que confronta la crisis de desapariciones en América Latina

La crisis de migración, los refugiados, el desplazamiento de territorio y las desapariciones forzadas «son cosas que se van a incrementar», por lo que aún vale la pena hablar sobre estos temas en espacios culturales, señaló Ludovic Bonleux, director de cine originario de Francia: «tenemos que ver la realidad enfrente y tratar de encontrar una manera para, por lo menos, tener más empatía, y si es posible tratar de reducir, de controlar esos problemas humanos».
En entrevista con Tribuna de Querétaro, el director habló de Toshkua, su trabajo producido en 2022. El nombre del producto remite a una palabra del pesh (lengua hondureña) que significa «desaparición«, razón por la cual tituló de ese modo a su último documental, dentro del cual se muestra un escenario que cientos de madres latinoamericanas y pueblos originarios atestiguan día con día: la desaparición.
Bonleux ha reiterado constantemente la complejidad en el fondo de Toshkua; para él, no hay un culpable absoluto de las desapariciones forzadas en México. La migración, así como el desplazamiento obligado, son para el director consecuencias estructurales en las dinámicas sociales. «La delincuencia y el crimen organizado están tan presentes (…) son empresas transnacionales que a veces son más poderosas que los Estados», lamentó Bonleux; sin embargo, «la organización de la sociedad civil es la clave para tratar de recuperar la democracia, la igualdad y seguridad«, aseguró el también director de Guerrero.
El tema de la migración a Estados Unidos frecuentemente se concentra en la frontera norte de México, hecho que deja en el olvido a los centroamericanos que cruzan todo el territorio para llegar al país estadounidense; quienes desaparecen en el camino, permanecen aún más olvidados.
«La idea era hablar de esa gente que desaparece mientras cruza México, que es algo que sí está bastante invisibilizado y creo que también es el papel del cine documental, el abordar temas que a veces son tan ignorados por la misma sociedad».
expresó Ludovic
Se le preguntó al realizador cómo se construía la empatía del espectador ante un problema poco explorado en el cine. Respondió que es necesario, por un lado, exponer la problemática desde una perspectiva responsable, y por otro lado, saber cómo hablarle a diferentes públicos para que se sumen y ayuden a amplificar las voces.
«Es lo que queremos hacer con este documental (…) cómo poner en contacto al público en general con todos esos colectivos que sean de migrantes desaparecidos, pero también colectivos de todas las ciudades del país y otros países con esa problemática».
Construcción del documental
Mary, originaria de Tegucigalpa, Honduras, recorre los estados de México para buscar a su hijo que desapareció mientras intentaba cruzar a Estados Unidos. Por otro lado, el documental narra la historia de Francisco, originario de la etnia pesh, obligado a abandonar su territorio por grupos paramilitares, en la selva de la Mosquitia.
Siete años le tomó al realizador francés consolidar el material audiovisual. Junto a su equipo, tuvo que reunir lo necesario y materializar el proyecto en algo sólido. Esto, además, frente a escenarios de alto peligro, como los estados mexicanos de la frontera norte y la selva de Honduras.
Afortunadamente, los riesgos en la producción fueron mínimos gracias a la colaboración con periodistas y productores locales, quienes orientaron al equipo documental para saber lo que podían y lo que no podían hacer.
A la hora de la edición, el equipo de filmación también cuidó la seguridad personal de esas personas que les ayudaron «porque son las que se quedan en el terreno y que después pueden sufrir las consecuencias de nuestras acciones», aseguró el director.
Pasar tiempo con las personas involucradas y fomentar la esperanza es fundamental para el documentalista a la hora de documentar historias que narran las desapariciones forzadas; «no revictimizar» y «tener cuidado» estuvo siempre en la mente del realizador mientras filmaba Toshkua.
Periodismo y cine documental
Además de cineasta, Ludovic se considera a sí mismo comunicólogo, sin llegar a ser periodista. No obstante, con estos últimos comparte la labor de hablar y exponer sobre temas delicados para generar sensibilidad y empatía, aunque diferenció los géneros periodísticos con los estilos del cine.
«El documental puede dar otro enfoque sobre esos asuntos, a veces un poco menos frío que el periodismo justamente, tal vez con menos datos pero con más empatía y con más acompañamiento a las personas que estás filmando, que es muy complementario del género periodístico».
En suma, el director reiteró la responsabilidad que tienen tanto el cine como el periodismo de abordar temas complejos y sensibles, pues solo de esta manera, aseguró, abonamos a la reducción de dichas problemáticas.
«Creo que es un compromiso hablar de esos temas y tratar de acompañar a esas personas que están luchando a diario y están sufriendo, pero que también son personas que nos enseñan mucha dignidad».
Toshkua se proyectó en la Cineteca Rosalío Solano el sábado 12 de agosto como parte de la programación del Festival Internacional de Cine y Narrativas de No Ficción, DOQUMENTA. Compitió en la Selección Nacional del Programa CHIMAL, certamen de documentales mexicanos dentro del mencionado evento cinematográfico.