David Estrada: 31 años de atestiguar la historia
Por: Juan Rojas
Llega con saco en brazo y libro en mano, al antiguo estilo del noble oficio periodístico. David Estrada, reconocido por 31 años de trayectoria como periodista, escritor e historiador, ha escrito ocho libros sobre historia de Querétaro y realizado más de 600 entrevistas a diferentes personajes de la política, la cultura y el espectáculo entre los cuales destacan: Rafael Loret de Mola, María Rojo, Alberto Cortez, Francisco Martín Moreno, Samuel Ruiz, Paco Ignacio Taibo II, Jorge Volpi, Juan Villoro, Damián Alcázar, Chespirito, Huego Gutiérrez Vega y Carlos Monsiváis, entre otros.
Se coloca su saco ancho, de la vieja acuña. Es una noche fría y el café es el preámbulo de una amena conversación.
Había leído la crónica de tu infancia en Tlatelolco…
Nosotros llegamos a finales del 67, principios del 68 al edificio que queda exactamente frente a la Plaza de las Tres Culturas. A nosotros nos tocó ahí ver las primeras manifestaciones, enfrente está la Vocacional 5 que obviamente se sumaba a todos los movimientos a favor de los estudiantes y nosotros desde el onceavo piso veíamos las manifestaciones, los gases lacrimógenos que los policías les echaban a los estudiantes, incluso el gas llegaba hasta el onceavo piso. Somos tres hermanos, mi hermana y yo no estuvimos el mero 2 de octubre, mi hermano sí, como lo describo en la crónica, a él le tocó ver todo completamente y le afectó muchísimo. Nosotros nos fuimos porque una amiga de mi mamá tenía a su esposo que era agente de seguridad y le dijo “váyanse de aquí, se va poner muy feo, regresen cuando todo esto haya terminado”. Él era de la Agencia Federal de Seguridad. Pero mi hermano el 2 de octubre con mi abuela casualmente estuvo ahí, mi abuela quiso ir a la manifestación y le tocó ver todo absolutamente.
Yo de mi infancia recuerdo la Plaza de las Tres Culturas como un lugar donde ahí jugábamos, ahí corríamos, ahí nos divertíamos y es terrible que ese lugar que para nuestra infancia fue de juego y todo se volvió un lugar emblemático de lo terrible dentro de la historia de México. Cientos de desaparecidos y muertos que hubo ahí durante el sexenio de Díaz Ordaz.
¿Qué secuelas fueron las que quedaron en tu hermano?
A partir de entonces, no pudo dormir con la luz apagada, escuchaba algún ruido y le recordaba los disparos, le afectó muchísimo emocionalmente y quizá en sus mismas ideas políticas. Ha escrito mucho sobre el tema. Como niño, tuvo muchas secuelas emocionales durante muchos muchos años. Cuando regresamos y caminamos por los edificios había aún manchas de sangre, no es leyenda, nosotros lo vimos, historias terribles que se contaron. Pienso yo que Tlatelolco fue un conjunto habitacional avanzado a su tiempo, construido por Adolfo López Mateos, pero luego se convirtió en unos hacinamientos terribles (primero por lo del 68 y luego lo del terremoto del 85) para las personas que viven ahí. Muchas familias tuvieron que sobreponerse y seguir porque finalmente era su casa, pero fue algo que marcó. Los estudiantes siguen siendo la carne de cañón para los grupos de poder. A la fecha, son incómodos para la clase gobernante y son los que cuestionan más. Así como jamás vamos a saber la verdad histórica del 68, se abre y se cierra el archivo. Luis Echeverría con noventa y tantos años sigue impune en su casa, intocable, lo mismo va pasar con Ayotzinapa. Siempre se les va a proteger a los que de una u otra forma participaron ahí y los estudiantes siempre serán los perseguidos.
Y tú que conoces mucho de historia queretana, ¿qué papel ha tenido Querétaro en los movimientos sociales? ¿Cómo ha sido el paso del Querétaro viejo al Querétaro nuevo?, todo esto desde tu perspectiva de historiador…
Hay un capitulo muy interesante que se vivió aquí en Querétaro con Hugo Gutiérrez Vega. Él fue una persona muy avanzada y muy adelantada para su tiempo y fue rector de la universidad y un año antes del 68 causó un movimiento social, no como el del 68, pero sí muy sensible porque acababa de pasar el asunto de Canoa. Aquí pasa casi lo mismo porque el anexo del Templo de Santiago que es el Patio Barroco era de la universidad y por un comodato lo tenía la iglesia católica, cuando se lo pide el gobierno de Manuel González Cosío al obispo Alfonso Ortiz, el obispo se molesta y dice que no. Estaba el patio dedicado al gallinero, tenían ahí gallinas y cosas, ni siquiera estaba dedicado a nada en particular, pero el obispo se molesta, no lo quería entregar, entonces Hugo Gutiérrez Vega, que fundó la Facultad de Psicología, que promovió conferencias impensables en esos tiempos, hablando de homosexualidad, hablando de masturbación, hablando de cosas que si hoy son tabú en ese tiempo eran más, encabezó un movimiento para rescatar y tomar el Patio Barroco por parte de la universidad, aunque ya le pertenecía. El gobierno federal a través de la Secretaria de Patrimonio Nacional había dicho “ese anexo devuélvanselo a la universidad”, pero la iglesia no lo quería dar y se hizo todo un movimiento terrible de parte de muchos feligreses, que casi estilo Canoa con pedradas y todo al rector y a los estudiantes trataron de impedir, cosa que no lograron, que tomaran finalmente el Patio Barroco.
Y otro movimiento importante, a principio de los años ochenta, en la época de Camacho Guzmán, el movimiento normalista que encabeza Mariano Palacio, entonces rector. Quizá esos son los dos grandes movimientos estudiantiles que representan el interés de los queretanos a no dejarse mangonear por la iglesia católica que no quería entregar ese anexo, o por el lado de gobierno que reprimió a los normalistas terriblemente bajo el mando de la procuradora Martha Ibarra en el tiempo de Camacho. Son quizá los dos momentos más importantes estudiantiles que ha tenido Querétaro. Hugo Gutiérrez Vega, rector, y Mariano Palacios, rector también.
Hugo Gutiérrez Vega a quien por cierto entrevistaste… Cuéntanos un poco de él.
¡Qué tipo! Él era una extraordinaria persona. Alguien que te platica las cosas con ironía, sarcasmo, con sabiduría, era una delicia platicar con él. Tenía un gran sentido del humor y un sarcasmo sin límites. Contaba las cosas, pero tú te atacabas de la risa y eran verdad, él sabía mucho de cine, sobretodo cine europeo y cine de arte. Él me pasó una lista de sus películas, estaba tratando de recopilar imágenes para ilustrar en el programa y se me fue el tiempo, me quedé con las ganas de hacer un programa de cine con él.
Hugo Gutiérrez Vega, quien sin ser queretano, no hay que ser queretano para amar a Querétaro, para hacer cosas por Querétaro. A veces los queretanos son muy regionalistas y si no eres queretano no eres de los suyos. Hugo Gutiérrez Vega no era queretano, pero toda la gente lo sabía y toda la gente lo respetaba. Tú puedes venir a hacer por un lugar tanto o más que los que están aquí. Además de que la entrevista a Hugo Gutiérrez Vega me encantó, es de las entrevistas que más he disfrutado.
Se tiene mucho el estigma del queretano conservador, un tanto privado, xenofóbico, quizá su propia historia ha formado ese perfil…
¡Sí, claro! Maximiliano, Carranza… Cuando Carranza viene aquí a hacer el congreso constituyente, el doctor Atl (pintor famoso de principios del siglo XX) decía en una comida que dieron a Carranza en La Cañada que “¡cómo era posible que hubieran escogido a Querétaro, una ciudad reaccionaria por cómo había llorado y había querido a Maximiliano para hacer la constitución!”. Y Carranza se levantó y dijo “Querétaro no es reaccionario, aquí va a ser”, había muchas razones extraoficiales para que Carranza escogiera a Querétaro, entre esas que su amante estaba aquí y vivía en la Cañada, no precisamente porque Querétaro no fuera reaccionario. Una larga tradición de ver a Querétaro como reaccionario, desde tiempos de Maximiliano, tiempos de la revolución.
Al cierre de la entrevista, David Estrada se despide afirmando que un periodista no debe jamás ser amigo de un político en función, eso devalúa la profesión del periodista, entre otras experiencias, y afirma que el periodista que tiene BMW, periodista que tiene un Casimir, no fue consecuencia del periodismo honesto, “Eso se obtiene de contubernios con el poder, cuando te compra lo que piensas, cuando te compra lo que dices”.
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