Natación: El sueño de Jorge e Hiram, en riesgo por falta de recursos

Jorge e Hiram, jóvenes queretanos seleccionados para el Central American and Caribbean Amateur Swimming, ven con incertidumbre la posibilidad de representar a nuestro país en la competencia que será en Barbados, ya que, ante la falta de recursos y estímulos de las autoridades, deben juntar al menos 45 mil pesos para costear su competencia.
Nadadores desde temprana edad, hoy a sus 12 y 13 años buscan por todos los medios llegar a la isla caribeña para poner el nombre de México en alto.
En este sentido, madres de los atletas enfatizaron que están en búsqueda patrocinadores y apoyo de las personas, dado que el presupuesto es de 2 mil 200 dólares por participante, lo que equivale a 45 mil pesos aproximadamente, cifra sujeta al alza y baja del dólar; esto no incluye los viáticos de su entrenador, Isaías Emmanuel Romero Oliver.
“Como papás, obviamente estamos haciendo lo que nos corresponde, lo humanamente posible. Y, si contamos con patrocinios, es para ellos, para que ellos vayan, porque tienen talento. Es por ello que estamos buscando patrocinadores para ellos dos y para el viático del maestro”, señalaron los tutores de los menores, quienes por cierto son los primeros de la familia en entrenar natación.
“No tenemos asociación y la comisión estabilizadora que mandaron no ha hecho nada para que se ponga en orden otra vez la Asociación Queretana de Natación; la federación desde Ana Gabriela Guevara dijo que no hay apoyo para ningún deporte de natación, llámese clavados, nado sincronizado, nado artístico, natación como tal, polo acuático y aguas abiertas”, lamentaron.
Las madres pusieron a disposición de la ciudadanía los números telefónicos 442 575 7750 y 442 250 0587 para quienes se interesen en patrocinar o dar un apoyo a los jóvenes que buscan representar a México en esta competencia internacional.
Competencia internacional, el sueño
Jorge Luis Rosas Cea practica natación desde los 3 años y comenzó a competir desde los 6 y ganó su primera competencia a los 7 años: un campeonato municipal que también ganó los cuatro años posteriores. Antes de cualquier competencia, Jorge disfruta escuchar música relajante para concentrarse mejor y calmar sus nervios.
Cuenta que de niño practicaba fútbol, algo que le disgustaba, por lo que cuando tuvo la oportunidad de tomar clases de natación quedó fascinado con este deporte. Además, asegura que —desde pequeño— su mayor sueño ha sido asistir a una competencia internacional. “Para mí es un gran logro ser seleccionado y pues tengo que traer las medallas en mis dos pruebas”, sostuvo Jorge, quien espera algún día representar a México en los Juegos Olímpicos.
De lunes a viernes, Jorge asiste a la escuela por la mañana, luego se dirige a su casa a comer y reposar para posteriormente llegar al Centro Acuático de avenida Belén para nadar durante dos horas y de allí al gimnasio para entrenar. Al regresar a casa procurar descansar un poco, hacer su tarea y dormir temprano para rendir al día siguiente. Todos los días, se reta a sí mismo a mejorar sus tiempos para buscar competir en otras categorías.
“Para nosotros esta competencia representa una satisfacción como padres, ya que Jorge le ha dedicado mucho esfuerzo, tiempo y disciplina. Entonces pues sí estamos muy emocionados de que vaya a representar al país”, aseguró la mamá de Jorge, Laura Cea Altamirano, quien decidió meter a su hijo a clases de natación debido a su hiperactividad.
Sacrificios para llegar lejos
Por otro lado, Hiram Orduña Cuevas nada desde que tenía un año de edad y ha competido desde los 7 años. Entrena dos horas de lunes a sábado y asegura que lo que más lo motiva para practicar este deporte es el apoyo incondicional que le brinda su familia y amigos, así como su deseo por conseguir una beca universitaria.
Hiram recuerda que en su primera competencia lo que le hizo tener más miedo fue el hecho de no poder estar acompañado de sus padres, dado que no se les permitía la entrada, por lo que lo único que lo ayudo a permanecer calmado fue el saber que Dios estaba con él. “Sentí un alivio al recordar que ellos oraban por mí, que yo también oraba. Desde entonces nunca he dejado de orar para conseguir los resultados que obtengo”.
Él comenzó a practicar este deporte fue debido a que vive con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDA), por lo que el nadar le permitía liberar toda su energía. Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que no sólo era bueno haciéndolo, sino que además lo disfrutaba.
“Cuando nos informaron que Hiram tenía TDA leímos el libro de la mamá de Michael Phelps, quien explicaba cómo pudo canalizar toda la energía de su hijo a través del deporte. Y, además, Hiram tenía que practicar el tema de la motricidad, entonces la natación le permitía aprender a controlar esa parte”, relató su mamá, Paloma Cuevas.
Para Hiram, lo más difícil de practicar este deporte son los sacrificios que ello implica. “He sacrificado muchas cosas en mi vida para lograr llegar hasta aquí; he tenido que dejar a un lado muchas actividades, cumpleaños, fiestas para enfocarme en las competencias más importantes que he tenido hasta ahorita”, comenta.
En este sentido, su papá, José Luis Orduña, asegura que ha visto la trayectoria de su hijo en ascenso y recuerda con nostalgia que él se metía a nadar con su pequeño cuando este apenas tenía la corta de edad de un año. Asimismo, agradece haber estado rodeado de profesionales que en algún punto les recomendaron ingresar a su hijo a otro lugar que pudiera proporcionarle todo lo que necesitaba para mejorar sus habilidades en natación.