Desaparición del IEQ, grave retroceso: Ramón Lorencé
Se incrementa la intención antidemocrática del gobierno federal de imposibilitar la independencia, sostiene el expanista
Por: Ana Karina Vázquez / David Eduardo Martínez
La desaparición del Instituto Electoral de Querétaro (IEQ), que el diputado priista Braulio Guerra Urbiola (presidente de la Mesa Directiva de la LVII Legislatura) sentenció ocurrirá el mes de abril, “es un retroceso, definitivamente”, afirmó Ramón Lorencé Hernández, exdirigente estatal del PAN, excandidato de Convergencia a la gubernatura y uno de los artífices para la creación del IEQ hace 20 años.
“No significa ninguna mejora. De lo que se queja la población es de la situación de un voto comprado y del voto cooptado: esto no se va a mejorar con un control federal de las elecciones”, manifestó Lorence Hernández en relación con la propuesta federal de centralizar el organismo mediante la creación del Instituto Nacional Electoral (INE).
El también exsecretario de Gobierno del municipio de Corregidora consideró que el problema sustancial en el país es la corrupción, pues impera en todos los niveles de gobierno, y que dicha reforma al sistema electoral únicamente beneficia al partido gobernante (PRI) pues éste último sería quien tuviera el control total de las elecciones, advirtió.
Refirió que con la concentración de los organismos electorales estatales, además de intensificarse la actual ‘dependencia económica’ con Gobierno del Estado, se incrementa la intención antidemocrática del gobierno federal de imposibilitar la independencia, en todos los sentidos, de los consejeros electorales: se pierde por completo la autonomía, sentenció.
Ramón Lorence enfatizó que en Querétaro, antes de la Reforma Electoral de 1994, el PRI ejercía el mismo totalitarismo que sucedía desde la Presidencia de la República, y que, además, lo hacía “por ley y por sistema”. Recordó que los cambios significaron un triunfo de la iniciativa ciudadana, puesto que el gobierno no se involucraba en las elecciones.
A pesar de las modificaciones que se dieron en el estado tras la reforma parcial, reconoce que había “una buena ley, pero una mala actitud de los funcionarios; de esta forma, las elecciones comenzaron a ser corrompidas (…) no fueron democráticas, hasta convertirse en un subasta de votos”.
El exdirigente estatal del blanquiazul comentó que tanto el Partido Acción Nacional (PAN), como el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se rigen por los mismos parámetros de corrupción con los que históricamente se ha conducido el PRI.
En este sentido, Lorence Hernández lamentó la carencia de una ‘verdadera’ oposición en el país. A la actuación de los principales partidos de oposición, la define como una “corrupción de mentalidades dónde nadie tiene ya un ideal político qué conducir.”
De igual manera, denunció que no hay interés por mejorar el aspecto social, el interés se basa en el dinero que pudieran obtener partidos y funcionarios mediante la venta de su voto en el Poder Legislativo. Como prueba de ello, aludió a que las iniciativas llegan para aprobarse: no a discutirse.
Asimismo, aludió el hecho de que cuando se eligió a los consejeros electorales en el estado, en noviembre de 2010: “fueron elegidos a las 12 de la noche, al amparo de la oscuridad, para que el PRI pudiera decidir quiénes eran, y, finalmente, estar condicionados a lo que quería el gobernador Calzada Rovirosa”.
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