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Discriminación: Iglesia mantiene “pensamiento medieval” acusa activista Luis Felipe Zamudio

Andrea Elizondo / Rodrigo Mancera

“Yo no vivo de amor, yo vivo de mis derechos, pero también de vigilar que estos derechos se cumplan sea por la buena, o sea por la vía legal, pero se tienen que cumplir porque ya basta de tanta discriminación, de tanto estigma que hay hacia las personas LGBT desde la Iglesia católica”, destacó Luis Felipe Zamudio Burgos, director del Centro de Orientación e Información de VIH/SIDA A.C L.T.S., quien promovió quejas ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) por presuntos discursos de odio.

En rueda de prensa, Marín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro, respondió que no conocía al activista: “en lo particular al joven no lo conozco, y no puedo odiar a una persona que no conozco”. Al respecto, Zamudio Burgos comentó que para él es alarmante como el vocero de una iglesia justifique el odio a sólo si conoce a una persona.

Además, hizo énfasis en que, aunque la Iglesia se rige por un “pensamiento medieval”, lo que crea una verdadera preocupación es la idea del amor que profesan “pues más bien es un amor limitado, sería estar trabajando por el respeto de un grupo de personas que crean en esa religión y los demás que no crean entonces, pues no tienen cabida”.

Como dio a conocer Tribuna de Querétaro en la última semana, la Diócesis de Querétaro enfrenta dos quejas en la vía legal por implementar, por segunda ocasión, y apoyar discursos de odio contra personas LGBTTIQ+ de la entidad, estas impuestas ante el Consejo Nacional e Instituto Municipal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Conapred e Inmupred).

Las quejas parten de declaraciones que hiciera la Iglesia católica en sus ruedas de prensa del 23 de septiembre de 2020 y el 26 de julio del presente año.

“Por el discurso de odio del mes de septiembre y lo volvieron a hacer ahora, no pudimos quedarnos solamente observando, sino actuando a favor del respeto y la garantía de los derechos humanos porque, aunque sean unos líderes religiosos de una de las religiones más imponentes en Latinoamérica y por supuesto en el estado de Querétaro, eso no tiene ninguna implicación como para que puedan rebasar los límites” señaló Felipe Zamudio Burgos.

Asimismo, enfatizó que en los comentarios por parte del vocero de la Diócesis debería de existir más precaución, ya que “el discurso que maneja no hay que olvidar lo que él es un vocero de una institución religiosa” con énfasis en que “el poder que tienen sus palabras no es el mismo que cualquier persona ciudadana pueda utilizar, y por eso un discurso de odio está reglamentado”.

El discurso de odio y la normatividad

Cabe destacar que, dentro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el Amparo en revisión 2806/2012, está señalado que los discursos de odio “son aquellas expresiones homófobas que impliquen una incitación, promoción o justificación de la intolerancia hacia la homosexualidad, ya sea mediante términos abiertamente hostiles o de rechazo, o bien, a través de palabras burlescas, por lo que deben considerarse en una categoría de lenguaje discriminatorio y en ocasiones, de discurso de odio”.

Asimismo de acuerdo a la publicación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en 2014, Expresiones de ministros de culto en materia político-electoral: “Un Estado laico es condición necesaria para garantizar la libertad, derecho de toda persona, en lo individual o en lo colectivo, de elegir la religión de su preferencia (…); esto le permite [al Estado] desempeñar su papel como árbitro justo e imparcial en el marco de la pluralidad de opiniones, puntos de vista y prácticas de corte religioso de cada uno de los individuos (…). Esta neutralidad estatal se pone en riesgo si líderes religiosos llegan a ocupar cargos de elección popular y realizan tareas propias del Estado”. De igual forma expresa que el objetivo de la prohibición que los ministros y agrupaciones religiosas induzcan a votar por determinada opción política es “evitar la coacción moral o espiritual hacia los ciudadanos procurando su libertad de conciencia al mantener libre de elementos religiosos al proceso de renovación y elección de los órganos del Estado.”

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