Edificación de banco de alimentos contraviene documentos oficiales
Según condiciones estipuladas en la gaceta municipal, el acuerdo de construcción debió ser revocado en 2008
Por: Isabel Andrade / Carlo Aguilar
La construcción del Banco de Alimentos en el fraccionamiento Universo 2000, que ha generado inconformidad y rechazo de habitantes del lugar porque no se les consultó previamente (Tribuna de Querétaro 736), avanzó sin respetar lo establecido en documentos oficiales, consignados en gacetas municipales.
Además, el inmueble, que está al término de su edificación, ocupa una superficie mayor a lo que en 2006 estableció la Secretaría de Desarrollo Sustentable Municipal, y está provocando perjuicios tanto en el tránsito vehicular de la zona como en la vida de los habitantes.
De acuerdo con la gaceta municipal publicada el 19 de septiembre de 2006, año III, no. 77, Tomo I, se concretó la donación de un predio de propiedad municipal, ubicado en el fraccionamiento Universo 2000, a Jaime Septién Crespo, vicepresidente del banco de alimentos “Alimentos para la vida I.A.P.”.
La gaceta refiere que desde el 21 de agosto de 2006 se entregó un estudio técnico a la Secretaría del Ayuntamiento Municipal, en donde se explicaba la petición de “construir una bodega propia con cámara de refrigeración, zona de selección, oficinas, almacén, zona de carga y descarga y espacio de estacionamiento a efecto de ofrecer artículos de primera necesidad a bajos costos, en diferentes comunidades y municipios del estado”.
En el mismo documento se especifica que mediante un acuerdo de Cabildo fechado el 14 de marzo de 2006, el uso de suelo de dicha área había sido destinado para “áreas verdes, juegos infantiles y espacios recreativos”.
La Secretaria de Desarrollo Sustentable Municipal consideró técnicamente viable la donación de un predio de 4 mil 705.66 metros cuadrados.
Entre las condiciones que establecía dicho acuerdo estaban la presentación del proyecto arquitectónico en un plazo no mayor a 90 días a partir de la emisión de la gaceta —septiembre de 2006— así como iniciar la obra en un periodo de un año y concluirla en dos, estipulando que de no cumplir con tales puntos, sería revocado el acuerdo.
Es decir, si la construcción del banco no terminaba en 2008, el acuerdo sería revocado. Culminó ese año y no se edificó el Banco de Alimentos.
Banco es inviable, insisten vecinos
En el fraccionamiento Universo 2000, ubicado en la delegación Josefa Vergara y Hernández, en las inmediaciones de la esquina de Prolongación Pasteur Sur y el libramiento que conecta Centro Cívico con Santa Bárbara, está casi por concluir la obra del que sería el banco de alimentos “más grande” de América Latina.
El inmueble —localizado en la esquina de las calles Meteorito y Cráter— está en su etapa final de construcción. Tiene una superficie de aproximadamente 7 mil metros cuadrados, y en él se conjugarían los cuatro bancos de alimentos y de ropa que ya operan en el municipio.
Los colonos mantienen su postura en contra de la apertura de dicho inmueble, pues consideran que implicaría daños a la colonia y su tranquilidad.
Ariana Olvera Martínez, vecina del fraccionamiento, dijo estar en contra de la apertura del Banco de Alimentos, pues denunció que los están “engañando”.
“Fuimos con diferentes autoridades y nadie nos hizo caso. Las donaron desde 2006 y tenía mucho tiempo que estaban abandonadas. Esta obra comenzó hace 4 meses”, manifestó, situación que revocaría la donación del predio.
“Primero nos decían que sería un centro de acopio y últimamente dicen que será un centro de distribución. ¿Por qué nos engañan? Nos vienen diciendo diferente información.
“Nosotros no queremos un banco de alimentos. La delegación está muy descuidada: no hay centros culturales ni centros deportivos. ¿Por qué no hicieron una casa de la cultura?”, cuestionó.
Otra de sus inconformidades es respecto al posible daño a las vialidades. “No están diseñadas para el transporte pesado, Está zona no es una zona comercial, después se van a dañar, ¿y quién las va a reparar?”.
Excolaborador confirma preocupaciones de habitantes
De acuerdo con un excolaborador del Banco de Alimentos consultado por este medio, quien pidió el anonimato a cambio de conceder la entrevista, la forma en la que opera un banco de alimentos es almacenando donaciones de diferentes empresas, que después selecciona y dona a diferentes comunidades.
Añadió que primeramente se tienen que juntar un grupo representante de cierta comunidad, pagar un flete (transporte) llegar a la hora que indique el banco, empacar las despensas totales, y ellos mismos realizar la repartición.
En cuanto a las necesidades básicas del banco, señaló que durante el tiempo que laboró para la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), el flujo de trabajo y personas se complicaba, pues los lugares donde se establecían no eran los más adecuados.
“Nosotros sólo sabíamos del banco por rumores, que construirían un lugar más grande, inclusive no sabíamos del banco de ropa, sino apenas. Se me hizo muy raro porque es una zona habitacional, esperaba un lugar más grande, más apropiado para un lugar de este giro.
“No veo viable establecer un banco de alimentos en un lugar como ése. La zona es totalmente habitacional, se debió pensar en un lugar más adecuado, para el transporte, camiones, cuidar la higiene en relación a los terrenos baldíos y las posibles plagas que se puedan generar. Es una zona totalmente habitacional (…) Además, hay niños, perros”, manifestó la persona que vive por las inmediaciones de Universo 2000 y trabaja en una universidad de la ciudad.
Por su parte, Delia Pérez, habitante del lugar, denunció que el tamaño del Banco de Alimentos perjudica tanto a los colonos como al tránsito vehicular de la zona. “Han empezado a entrar tráilers, pero tienen que hacer varias maniobras”, indicó.
Cuando este medio hizo el recorrido por el lugar, se pudo observar cómo un tráiler se subió a una banqueta al dar vuelta en el libramiento Surponiente.
Municipio manda el caso de una dependencia a otra
Delia Pérez aseveró que el alcalde “Roberto Loyola nos ofreció acercarnos con el doctor Abonce (secretario de Desarrollo Sustentable municipal) de que nos recibiera en una mesa de trabajo, para hacerle saber nuestras inquietudes; también estuvo el arquitecto (Miguel Ángel) Bucio; ellos están en la disposición de atender y documentar el proceso de la construcción”.
Por otra parte, reveló que después de la manifestación del martes 27 de enero en Sesión de Cabildo, se logró un acercamiento con las autoridades, por lo que se reunirán el 10 de febrero en Centro Cívico.
“Nosotros estamos en una negativa total, se solicita que el edificio se destine a algo cultural, una biblioteca; en caso de una negativa, iríamos por la vía legal”, anticipó.
Después de manifestar su preocupación y oposición al Banco de Alimentos en el marco de la sesión de Cabildo del martes 27 de enero, donde el alcalde Roberto Loyola les prometió una respuesta ante la problemática, Municipio de Querétaro les envió un documento, firmado por el director de Ingresos, donde les explicaban que la situación la canalizaban a la Dirección de Desarrollo Urbano Municipal, a cargo de Miguel Ángel Bucio Reta.
A decir de los vecinos, esto “no constituye una respuesta directa a nuestras peticiones”.
Este medio posee copia del documento enviado por las autoridades.
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