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El apoyo religioso al movimiento zapatista

Por: Noé Girón

La mayoría de los que integraban el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) eran personas arraigadas en sus tradiciones, principalmente religiosas y conscientes de la realidad en la que vivían.

El contacto que hubo entre el movimiento y grupos religiosos fue peculiar y marcado por la presencia de Samuel Ruiz García, quien era Obispo de San Cristóbal de la Casas.

José Luis César Pérez Guzmán es un pastor metodista que estuvo cercano a Samuel  Ruiz y que formó parte de la llamada ‘caravana por la paz’, que proponía el restablecimiento de la paz entre el EZLN y el gobierno federal.

Pérez Guzmán relató cómo fue que se dieron las primeras relaciones entre el movimiento zapatista y la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, además de rememorar cómo influyeron  los programas que ya se estaban realizando en las localidades para ayudar a los indígenas guatemaltecos desplazados.

“Los zapatistas, que todavía no aparecían públicamente, tuvieron relación con las iglesias, principalmente con la diócesis de San Cristóbal,  junto a algunos movimientos anteriores. Pero no para que la Diócesis encabezara el movimiento, simplemente para llevar a cabo las prácticas de la iglesia sin estar presente la institución.

“Por ejemplo, ellos comenzaron a preguntarle a don Samuel, quien alguna vez nos comentó que  era lícito tener la eucaristía sin el sacerdote. Y él les dijo que habría que estudiar el caso, pero se percibía que algo estaba pasando, cuando querían tener la eucaristía sin sacerdote.”

“Hay algunos antecedentes en cuanto a la relación que tuvimos con Don Samuel, en unas iglesias protestantes. Fue el hecho de la migración obligada de los indígenas de Guatemala, que fueron severamente perseguidos y que venían a dar a Chiapas.

“Entonces nos subimos para apoyar esa migración guatemalteca. Tuvimos algunos procesos de unidad entre iglesias para apoyar a la Diócesis de San Cristóbal. Fue cuando entré en este proceso organizando un movimiento de apoyo a los indígenas chiapanecos.

“Con Don Samuel hicimos gira de trabajo en estas zonas indígenas. Entonces era parte de las iglesias apoyando a los indígenas de Guatemala”, explicó.

Cuando el Obispo Samuel Ruiz dejó sin habla a Manuel Camacho Solís…

El hoy candidato a ocupar la presidencia de la Defensoría de los Derechos Humanos narró su participación en la caravana por la paz en 1994, la cual pretendía detener la lucha armada entre el EZLN y el gobierno federal.

Destacó la participación de Samuel Ruiz, quien juntó al grupo de la caravana con Manuel Camacho Solís, comisionado por la paz del gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

“Cuando se dio el levantamiento zapatista nos reunimos muchas organizaciones sociales en la Ciudad de México y varias iglesias para definir qué era lo que teníamos que hacer ante esta situación. Acordamos, a propuesta de don Samuel, formar la caravana por la paz. El gobierno mexicano determinó en nombrar al comisionado por  la paz a Manuel Camacho Solís.

“Entonces don Samuel y Camacho Solís tuvieron una conversación y se formó  un sólo grupo. Yo fui parte de ese grupo, las organizaciones determinaron quiénes debían de ir y fuimos 12 personas. Entre ellos Pablo González Casanova, que había sido Rector de la Universidad.

“También estaba Miguel Álvarez, dos o tres pastores presbiterianos y yo como pastor metodista. Entonces determinamos que se hiciera un evento con propuestas de paz en el Zócalo y el acuerdo fue que Miguel Concha sería el que diera el discurso proponiendo la paz desde el Zócalo. Nosotros nos fuimos en avión en Chiapas y comenzamos a trasladarnos, las doce personas, al lugar de los de los hechos”, puntualizó

“Entonces nosotros seguimos y llegamos a Ocosingo con la propuesta de paz, y todavía encontramos en el mercado rastros de sangre de los que habían muerto o de los que habían sido heridos. Realizamos una conferencia de prensa para anunciar la propuesta de paz y ahí se terminó el conflicto armado.”

Pérez Guzmán recordó una anécdota acontecida en la casa de Don Samuel, que muestra el pensamiento que tenía el Obispo en aquel entonces. Señaló las razones que tenía Don Samuel para explicar el surgimiento del movimiento zapatista.

“Antes de llegar a Ocosingo nos detuvimos a desayunar en San Cristóbal, en  la casa de Don Samuel y ahí Manuel Camacho le preguntó a Don Samuel.

““Dicen por acá, en los lugares políticos, que usted es el culpable del EZLN”. Él le contestó con mucha sabiduría. “Mire, nosotros enseñamos el evangelio a la gente y el evangelio es luz, ilumina a la persona. Cuando ilumina a la persona, también a su entorno y a partir de eso toma a sus propias decisiones. Los indígenas no son tontos, toman sus propias decisiones”. Manuel Camacho no dijo nada, se quedó callado”, manifestó Pérez Guzmán.

“Don Samuel ya tenía una estructura, que fue creciendo (…)”

César Pérez Guzmán resaltó la unión que había entre los indígenas de Chiapas y Guatemala, y manifestó que “es destacado notar” el grado de conciencia que pueden llegar a alcanzar los indígenas con sus labores.

“Era su Diócesis. Él apoyó a los indígenas, logró organizar toda una estructura eclesiástica, que le permitía desarrollar trabajos de solidaridad con los indígenas. Ya lo venía realizando desde hace tiempo, se consolidó con el apoyo a los indígenas de Guatemala, donde les ofrecen espacio. Es destacado notar, que cuando los pobres adquieren cierto grado de conciencia, también tienen mucho empuje en la solidaridad.

“Cuando llegaban los grupos de Guatemala, en una pobreza extrema, los indígenas de Chiapas, los llamaban y les compartían sus tierras. Les decían “Yo tengo cuatro surcos, tú toma dos y yo trabajo dos”. Es en ese espíritu místico y religioso donde se comparten como hermanos, y más como hermanos indígenas que son, todos son mayas de Guatemala y de Chiapas.

“Entonces hay mucha solidaridad, porque se comparte. Don Samuel tenía ya una estructura, que fue creciendo y que puede funcionar muy bien sin él. Trabajaban los sacerdotes, los curas y algunos pastores protestantes, dentro de esos actos de solidaridad.”

Marxistas en el EZLN

Pérez Guzmán también expresó su sentir ante los comentarios que se hicieron sobre la carga ideológica que tenía el EZLN, principalmente las atribuciones marxistas-leninistas que tanto atrajeron a los intelectuales y que causaron polémica en los medios nacionales e internacionales. Expresó, que sí había Marxistas-Leninistas, pero que éstos llegaron de fuera y llegaron a aportar nuevas formas de conformar el movimiento.

“El EZLN es un movimiento laico. No es un movimiento religioso, es secular, es complementario; es un movimiento de indígenas, de los cuales, la gran mayoría tienen un pensamiento religioso.

“Los Marxistas-Leninistas llegaron de fuera y fue lo que causo mucho interés en los académicos. Pero llegaron un espíritu para aportar ideas de cómo se podía proponer acuerdos. En ese caso, a nosotros los cristianos en esa época, ya no nos asustaban sus mitos, ya estábamos curados de espanto. Entendíamos la propuesta de la izquierda, cuando es muy consciente y cuando conocen del tema y dialogamos en ese sentido.

“Cuando hay propuestas concretas, viables y objetivas, se aceptan de donde venga. Independientemente si se es católico, protestante, marxista o priista, se tiene una idea de aportar elementos para elaborar un buen documento. Tal fue el caso de los acuerdos de San Andrés, de donde salió un documento magnífico y que en un principio el gobierno mexicano se comprometió a apoyar, pero que después ya no los quiso aprobar.

“Otra influencia notable fue la presencia del Subcomandante Marcos, cuyo carisma y talento y propuesta lograron construir este movimiento. Que no era el único, recordemos que estaba la comandante ‘Ramona’ y otros comandantes que ejercían una presencia notable.

“Los indígenas son muy inteligentes, no hablan mucho, pero sí saben hacer las cosas. Construyeron y siguen construyendo una manera de formar una sociedad solidaria. El buen vivir, el buen gobierno, es un nuevo modelo de vida que ha tomado su tiempo y que ha tomado el tiempo de acuerdo indígenas.

“Ellos no llevan prisa. Tienen 500 años soportando infinidad de opresiones, están construyendo en algunas décadas, un nuevo modelo de vida desde los indígenas”, concluyó.

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