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El desplome del PRI

Antes de concluir oficialmente el sexenio, priistas y funcionarios cercanos al partido abandonaron sus puestos

Por: Mariana Chávez

 

Desde que el PRI perdió la gubernatura, la mayoría de las presidencias municipales (sólo ganó en tres alcaldías) y en los escaños de la Legislatura local, en prácticamente tres meses se desdibujó y algunos de los gobernantes emanados de ese instituto político, abandonaron sus funciones sin esperar a concluir oficialmente el periodo para los que fueron electos o designados.

El primero en solicitar licencia fue el coordinador de la fracción del PRI en el Congreso local, Braulio Guerra Urbiola, al lograr convertirse en diputado federal por la vía plurinominal. El 24 de agosto, cuando sus homólogos le autorización el permiso, no llamaron a su suplente.

 

Tres días después, realizó lo propio, José Eduardo Calzada Rovirosa, quien renunció a la gubernatura de la entidad. El pasado 27 de agosto llegó en su lugar Jorge López Portillo Tostado para ocupar ese puesto por 34 días.

 

El 16 de septiembre, “abandonó” el puesto, Marco Antonio León Hernández quien se desempeñaba como presidente de la Mesa Directiva en el Congreso local que al obtener una jubilación de 47 mil pesos que sus homólogos le autorizaron, ya no regresó para concluir el periodo para el que fue electo, pues en el decreto de la jubilación establecía que esa disposición entraría en vigor en esa fecha.

 

León Hernández aunque públicamente ya había dejado de pertenecer a las filas del tricolor, se quedó sin partido que lo respaldara, pues aparte del conflicto con el dirigente de Movimiento Ciudadano, José Luis Aguilera Ortiz, no alcanzaron el registro del partido.

 

Aunque la mayoría panista en el Congreso local, inició funciones el pasado sábado 26 de septiembre, a la presidencia de la Mesa Directiva, llegó desde el pasado 17 del mismo mes (nueve días antes) Luis Bernardo Nava Guerrero, cercano a Francisco Domínguez Servién gobernador de la entidad, en lugar de Marco Antonio León Hernández.

 

Y aunque Nava Guerrero, asumió ese puesto por un tiempo ínfimo con una mayoría priista con el apoyo de PRD, PVEM y Nueva Alianza, no hubo división que limitara los acuerdos. Todo fue aprobado por unanimidad y sin discusión.

 

El presidente municipal interino, Luis Cevallos López no se quedó atrás, y solicitó licencia el martes 22 de septiembre. El Cabildo nombró al regidor Rafael Rodríguez Tolentino, como nuevo edil interino para que ocupara ese puesto por tan solo ocho días.

 

El viernes 25 de septiembre, cinco días antes que concluyeran las gestiones municipales y del gobierno estatal, el encargado de dirigir al PRI, Mauricio Ortiz Proal también se separó del puesto con carácter de irrevocable.

 

Se informó que la renuncia fue para atender su nueva responsabilidad en la 58 Legislatura local, y la dirigencia del tricolor quedó a cargo de Isabel Aguilar quien se desempeñaba como Secretaria General.

 

En tanto, en el Palacio de la Corregidora fue develada en el “Salón Gobernadores” un nuevo cuadro con la imagen del gobernador. Es el número 70 en la historia de Querétaro y se trata de Jorge López Portillo Tostado que sustituyó a Calzada Rovirosa durante 34 días.

 

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