El ocaso de una dinastía
Hasta la madrugada del domingo siete de junio, el equipo de Roberto Loyola esperó el hotel Fiesta Inn un cambio en las tendencias del PREP
Por: Noé Girón
Adam Przeworski, teórico de la ciencia política, define la democracia como «la institucionalización de la incertidumbre» en donde ninguno de los contendientes a los cargos de elección conoce de antemano el resultado del proceso electoral; de lo contrario, no se hablaría de democracia; sino de simulación.
Transcurrieron más de 11 horas en el búnker del PRI desde que el candidato por la coalición “Querétaro nos une” a la gubernatura, Roberto Loyola Vera, entró con una sonrisa en el rostro mencionando la frase “las tendencias nos favorecen”, a dar una conferencia de prensa donde, sin mencionar la palabra derrota y con la presencia casi solamente de reporteros, agradeció a su equipo de trabajo y el apoyo de su familia.
Aproximadamente a las 5:30 de la mañana del lunes 8 de junio, con un 85% de las actas capturadas del PREP y una tendencia que no cambiaba, Roberto Loyola ofreció un discurso ante la prensa.
«Nunca he llegado solo a ningún lado. Al final, mi último reconocimiento para lo que es mi origen y mi destino. Me voy con lo único que en la política tienes cuando llegas y tienes cuando te vas: mi familia”, señaló.
Así, la incertidumbre se disipaba. Esa que se intensificó desde las 6 p.m. del domingo 7, y que en el transcurso había visto pasar conferencias de prensa, declaraciones, caras de preocupación y abandono gradual de simpatizantes y reporteros del hotel Fiesta Inn.
“Faltan las casillas del gane”
Tras una jornada electoral marcada por actos de violencia, retraso en la apertura de casillas y sobre todo, incertidumbre, cada candidato a la gubernatura se refugió en su búnker para esperar el final de un proceso electoral cuyo resultado se pronosticaba «cerrado».
A las 6 de la tarde arribó el candidato a la gubernatura Roberto Loyola Vera acompañado de su esposa Lucy Huber. Decenas de reporteros y fotógrafos lo abordaron, todos querían saber las declaraciones, las tendencias de las encuestas de salida, las perspectivas del que podría ser el próximo gobernador.
Las declaraciones del candidato no se alejaron del protocolo. «Hoy ganó Querétaro, las tendencias nos favorecen», dijo. Después de las declaraciones, se refugió, la siguiente conferencia estaba anunciada a las 8 de la noche.
Las declaraciones de Manuel Pozo no se diferenciaron a las de Roberto Loyola, la alusión al triunfo de Querétaro; las preferencias que los respaldan.
Después de que Manuel Pozo se adentró en el búnker, el nerviosismo reinó en el lugar. Nadie se encontraba ni en sí mismo. La evidencia del nerviosismo y el suspenso, se encontraba en las afueras de la sala de prensa en donde decenas de personas fumaban intranquilamente.
En el piso del lugar, yacían los cigarros fumados a medias; incompletos por el nerviosismo.
A las 7:30, la sala de prensa se encontraba vacía, todos esperaban afuera. A las 7:45 la sala estaba llena de reporteros y fotógrafos. 15 minutos de espera. Largos, incómodos. Sólo las bromas de algunos reporteros amortiguaban la incomodidad.
A las 8 por fin. De la puerta salió el candidato a la gubernatura Roberto Loyola, acompañado de Mauricio Ortiz Proal, presidente del PRI estatal, y de Georgina Trujillo, delegada del mismo partido.
Loyola mostró una gráfica con los resultados de una encuesta de salida realizada por la encuestadora VOTIA, que le daban una supuesta ventaja de poco más de 2 puntos porcentuales por encima del candidato Francisco Domínguez. Después, Roberto Loyola abandonó la sala.
Minutos más tarde aparecería Manuel Pozo Cabrera, quien también revelaría una ventaja sobre su rival Marcos Aguilar, sin embargo, en esta ocasión la información no provenía de una encuestadora, sino de los representantes de casillas. La información de Manuel Pozo, le daba una ventaja de 3 puntos.
Afuera de la sala de prensa la espera se alargaba, las fumarolas de cigarro desaparecían en la espesura de la noche. A las 8:20 los datos del PREP comenzaron a salir. Empate en la primera actualización; nada para nadie; rostros de incertidumbre, nerviosismo a flor de piel. En el búnker del hotel Casa Inn, los candidatos del PAN ya hablaban de triunfo e invitaban al rival a aceptarlo.
Pero Mauricio Ortiz Proal reprochaba en la siguiente conferencia, alrededor de las 10 de la noche, a los candidatos del PAN e invitaba a los senadores que no representan a ciudadanos de Querétaro a no entrometerse en los asuntos del estado.
Las actualizaciones del PREP fluían con lentitud, pero en cada una de ellas, la victoria se alejaba más. El empate de la primera parecía más satisfactorio. Algunas personas decían «En la madrugada nos recuperamos», «Faltan las casillas del gane».
Pero eso nunca pasó.
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