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En 1989, la huelga duró 18 días

Para destacar: Pasaron las fiestas patrias, llegaron los restos de Epigmenio González desde Guadalajara y la Universidad reiteraba su oferta de aumentar 20.7 por ciento: 10 al salario y 10 en prestaciones.

La reciente huelga por parte del STEUAQ, rompió récord de duración, ya que la más larga había sido de 17 días de paro laboral, mientras que la de este año, tuvo 19

Por:David A. Jiménez

La huelga de 19 días que vivió la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) del 4 al  22 de marzo pasado, ha sido una de las más largas en la Máxima Casa de Estudios. Antes de la misma, fueron los 18 días de septiembre del 1989 los que más tiempo paralizaron a la UAQ, es decir del 4 al 21 de septiembre

Entonces, Querétaro era un estado con un millón 51 mil 235 personas. La comunidad universitaria no sobrepasa los 18 mil estudiantes, de las diferentes facultades y escuelas. Un exrector, Braulio Guerra Malo, había llegado a la presidencia municipal capitalina. Los más jóvenes poco a poco se acoplaban a la recién inaugurada Preparatoria Norte de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

Las clases comenzaban el 14 de agosto en los planes semestrales; el 4 de septiembre lo harían los de plan anual, como la Escuela de Medicina, sin embargo todo cambió porque ese día 4 estalló una huelga por parte del Sindicato de Trabajadores y Empleados (STEUAQ). Era la primera vez que la huelga era hecha solamente por miembros de dicho sindicato, pues en ocasiones anteriores había ido con el Sindicato Único de Personal Académico (SUPAUAQ), como en los diez días de noviembre de 1986.

Las demandas del STEUAQ, en voz de su entonces secretaria general, Delia Oceguera Ugalde, eran dos principalmente: incremento a la prestación del transporte y adelanto de la fecha de revisión contractual o salarial en febrero. La intención era que el salario mínimo entre los trabajadores pasara de 13 mil a 20 mil viejos pesos.

La rectoría, encabezada por Jesús Pérez Hermosillo, había ofrecido un 20 por ciento de aumento a los sindicalizados, contra el 10 por ciento de tope que había impuesto la Secretaría de Educación Pública. El obstáculo para ceder a las demandas sindicales radicaba en que el presupuesto para 1989 ya estaba asignado y distribuido.

Llegó el 13 de septiembre y en el Jardín Zenea, el STEUAQ convocó a distintos sindicatos universitarios para el “Encuentro Intersindical sobre la problemática Salarial y Contractual de los Sindicatos Administrativos de las Instituciones de Educación Superior». Durante la noche, el entonces secretario de gobierno, José María Hernández, habría hecho un “ofrecimiento” al sindicato; la versión fue desmentida días después sin dar más detalles de la oferta.

Pasaron las fiestas patrias, llegaron los restos de Epigmenio González desde Guadalajara y la Universidad reiteraba su oferta de aumentar 20.7 por ciento: 10 al salario y 10 en prestaciones.

 

Sociedad preocupada y solidaria

Sondeos de la época coincidían en que lo más preocupante eran las clases perdidas. Inclusive una madre llamó a un programa radiofónico en el que participaba el entonces gobernador Mariano Palacios Alcocer con la intención de solicitar su intervención para dar pronta solución al conflicto. El hoy embajador en El Vaticano, hizo un llamado para que «con plena madurez y responsabilidad social puedan llegar a un pronto entendimiento»

José Luis Velázquez Cabrera, presidente de la  Federación de Estudiantes Universitarios de Querétaro (FEUQ), dio a conocer el 12 de septiembre que de prolongarse el paro se procedería a pedir clases extra aula. Cabe notar que entre los líderes estudiantiles que respaldaban la iniciativa, se encontraba el actual gobernador, Francisco Domínguez Servién, quien representaba a la Escuela de Veterinaria y Zootecnia.

La idea fue descartada por la líder sindical, Delia Oceguera, al informar que “sería una falta al contrato colectivo de trabajo de los catedráticos”. El Consejo Académico de la Escuela de estaba a punto de solicitar al Consejo Universitario, autorización para clases extra aula. Días antes de concluir el paro, un grupo de estudiantes intentaron tomar las instalaciones de la Universidad, siendo retirados pacíficamente del Centro Universitario por los trabajadores de guardia sin mayores contratiempos.

La Escuela de Sociología –hoy Facultad de Ciencias Políticas y Sociales- fue la que se pronunció a favor de los trabajadores en huelga y exhortaron al resto de la comunidad universitaria a apoyar también a las autoridades universitarias para obtener mayor subsidio federal y estatal. Añadieron que el tema presupuestal es dañino para los estudiantes.

 

El paro llega a su fin

 

En los últimos minutos del 21 de septiembre de 1989 y tras 17 días de paro, se llegó a un acuerdo entre ambas partes, aceptando los términos propuestos desde el inicio: 10 por ciento al salario, otro 10 por la aplicación de incremento de prestaciones y apoyo de 7 mil 800 pesos para la Cooperativa de Consumo Sindical para Trabajadores y Empleados. No habría recuperación de salarios caídos, pero sí un bono a finales de año.

El 22 de septiembre, Delia Oceguera Ugalde informó en el Aula Forense de la Facultad de Derecho, que renunciaría a la secretaría general del STEUAQ en cuanto el conflicto se diera por terminado, esto por falta de apoyo en la base.

El lunes 25 de septiembre, se reanudaron todas las actividades del Alma Mater queretana; también significó el inició de cursos para varias escuelas y facultades, como Contaduría en San Juan del Río, Medicina y Derecho. Jesús Pérez Hermosillo, rector de la Universidad Autónoma de Querétaro precisó el miércoles 27 de septiembre: “Llegaremos al final de diciembre sin dinero, pero sin deudas”.

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