En peligro bosques queretanos
Estudios advierten que en los últimos años, el estado ha perdido hasta el 30 por ciento de su cobertura forestal
Por: David A. Jiménez
Según un estudio publicado por la Royal United Services Institute (RUSI, institución de Inglaterra dedicada a la investigación) en octubre de 2010, México es el segundo país con mayor deforestación a nivel mundial, solo debajo de Brasil.
El estudio indica que en décadas recientes, Querétaro ha perdido hasta un 30% de su cobertura forestal, si se considera que una tercera parte del estado (784 mil 945 hectáreas) es de carácter forestal. De las aproximadamente 4 mil especies existentes de flora en el estado, 59 están en peligro de desaparecer.
Según datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en 2013 se perdieron 186 mil 862 hectáreas por la deforestación en México, mientras que Greenpeace indica que de las 13 millones de hectáreas deforestadas en el mundo cada año, al menos 500 mil hectáreas son de México.
Gelacio Lemus Santos, subgerente de la Conafor en el estado, puntualizó que de los 18 municipios, aquellos que “tienen poca importancia en materia forestal” son Tequisquiapan, Ezequiel Montes, Corregidora, El Marqués y la capital, esto por actividades agrícolas o turísticas propias de la región, por lo que los 13 municipios restantes (principalmente los serranos como Pinal de Amoles y Amealco de Bonfil) tienen bosques de pino encino o vegetación semidesértica tales como el orégano o la damiana.
Dentro de las principales causas de la deforestación, Lemus Santos señaló entre otras a la agricultura y la ganadería que cada día se van abriendo más terreno a costa de los bosques, incendios, minería de mercurio – que requiere leña para conseguir el metal-, los cambios de uso de suelo provocados por el crecimiento poblacional y la tala ilegal de árboles en municipios como Amealco de Bonfil.
Respecto al uso de leña por parte de habitantes de comunidades serranas, principalmente para la preparación de alimentos, hizo hincapié en que se deben usar de forma eficiente los recursos. Cada persona consume un aproximado de 2.5 kg diarios de leña en el país (Tribuna de Querétaro 745).
Rosa Balderas, quien ha vivido sus 38 años en la comunidad de La Carbonera en Santa Rosa Jáuregui, recordó que anteriormente la gente iba hasta cuatro veces por semana a cortar leña de los cerros, situación que dijo, han ido disminuyendo con el uso de ecotecnias como calentadores solares.
Consideró que abusar de las zonas aledañas para obtener leña trae efectos negativos a la comunidad. “Si no tienen capacitación, pueden podar árboles verdes.
Las autoridades deberían entrar en capacitación; no tiene nada de malo usar la leña, pero hay que saber de qué árbol cortar”.
Emiliano Sánchez Martínez, actual director del Jardín Botánico regional de Cadereyta de Montes e ingeniero de profesión, expresó que hasta un 60% del territorio queretano “pierde la funcionalidad y elementos valiosos de la flora… si bien, no nos dedicamos a ver la pérdida de masa forestal sí notamos una pérdida considerable de especies”, dijo.
Se refirió al estado como uno que es variado en cuanto su vegetación, pues existen aproximadamente 4 mil especies distintas de plantas, de las cuales unas mil se encuentran en el semidesierto queretano –municipios de Tolimán, Colón, Cadereyta de Montes-.
“Hablamos de una zona de alta riqueza, aunque no está distribuida de manera homogénea… el semidesierto es una zona con menos verdor pero no menos importante, todo es importante, necesitamos un estado atendido en todos los niveles”, consideró el ingeniero agrónomo.
Un total de 59 especies endémicas, la mayoría de la familia cactácea, se encuentran en riesgo de desaparecer y no se han hecho estrategias para afrontar esta situación.
Sánchez Martínez añadió que en la región del semidesierto, las plantas ya comienzan a sentir los cambios con sequías o proliferación de plantas invasoras. En la Sierra Gorda también desde hace algunos años se encuentra el gusano descortezador que ha afectado más de 6mil hectáreas de 2013 a la fecha y el muérdago, planta parásita que se reproduce a través de las aves.
Desde su punto de vista, todas las zonas del estado necesitan atención inmediata.
“La Sierra Gorda es una zona vasta, se requiere personal más capacitado. Debe haber un equipo técnico en cada reserva, tener un plan de manejo y personal que la opere. La conservación y manejo de un ecosistema es una acción diaria, no de hacer un inventario y retirarse”, dijo Emiliano Sánchez.
La preservación de la vegetación es algo que corresponde a toda la sociedad. “No solo académicos o científicos, debe ser una acción conjunta de la sociedad que debe volcarse en ese equilibrio por responsabilidades éticas y ecológicas”
De seguir así, el subgerente de la CONAFOR, Gelacio Lemus Santos, indicó que la tierra podría llegar a un proceso de desertificación, es decir que “tierras fértiles o medianamente fértiles pierden nutrientes y vegetación, se vuelven infértiles y luego desérticas”; municipios como Cadereyta de Montes, Colón, San Joaquín, Peñamiller son los que comienzan a presentar grados elevados de desertificación.
“Para resolver esto, debe haber políticas que vean hacia los ejidos y pequeños propietarios. La mejor herramienta contra deforestación y desertificación es el manejo forestal sustentable”, concluyó Gelacio Lemus.
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