EPN intenta controlar a los medios: Hernández
Panorama adverso para la prensa local, advirtió
– “Mientras más degradación moral tengan los políticos, más fácilmente puedo caricaturizarlos”
Por: Roger Velázquez
Existe un “fuerte intento” por controlar a los medios de comunicación desde el gobierno de Enrique Peña Nieto y nosotros hemos sufrido presiones al momento de dibujarlo o trazar su figura, destacó José Hernández, caricaturista del periódico La Jornada, la revista El Chamuco y Premio Nacional de Periodismo en 2001 en la categoría de caricatura, portada y cartones.
“Sí hay un intento fuerte de controlar los medios. A nosotros nos ha tocado, sí hay presiones fuertes, pues con los medios donde colaboramos […] por ejemplo, dibujar a Peña Nieto al principio, sobre todo cuando empezó el sexenio, no estaba fácil. Había presiones”, afirmó.
“Hernández” señaló los que a su parecer son los dos métodos que emplea el PRI en la Presidencia de la República para limitar la libertad de expresión: comprar o reprimir. “A los que no se dejan comprar los golpean de la manera que pueden”, advirtió.
Desde su perspectiva, dos de las diferencias entre el gobierno de Peña Nieto y el de su antecesor Felipe Calderón son el “colmillo” que tienen los priistas en el poder y su afán de someter a los medios de comunicación.
Entrevistado al término de su participación en el Taller de Humor Gráfico que organizó la Dirección de Vinculación Social de la Universidad, señaló algunas de las distinciones al momento de efectuar los trazos del titular del Ejecutivo en comparación a los momentos que dibujaba a Calderón Hinojosa en su investidura de Presidente.
A 27 meses del retorno del PRI a Los Pinos, el colaborador de la sección Mono sapiens consideró -de forma satírica- que la cantidad de tinta que se ahorraba en dibujar a Felipe Calderón por su “pequeño” tamaño, ahora la gasta en el copete de Peña Nieto.
“Hernández” calificó a los miembros del tricolor como “más políticos, en el mal sentido de la palabra políticos”. De ahí se deslinda la sencillez con la que realiza las parodias de esta fracción.
“Los que se me hacen más difíciles de caricaturizar a mí, los menos corruptos, o por ponerlo al revés, los más fáciles de caricaturizar son los más corruptos.
“Mientras más degradación moral tengan… más fácilmente puedo caricaturizarlos, porque son gente que llama a la caricatura, al absurdo, al ridículo, a la contradicción; el choque que se da entre lo que dice el representante, lo que dice el funcionario, y lo que realmente son. Eso es lo que hace una caricatura, mientras más absurdo sea eso, pues más fácil es la caricatura”, expresó José García Hernández.
En el caso de la revista Proceso –donde colabora con la sección “Monosapiens”, elaborada en conjunto con “Helguera”– resaltó el hecho de que esta publicación no recibe “ni un centavo de publicidad por parte de Gobierno Federal”.
Con respecto al uso del erario en publicidad en medios de comunicación, el periodista dijo que debe ser “más transparente”, pues éste tiende a utilizarse para premiar o castigar.
Falta libertad de expresión en Querétaro
Sobre la libertad de expresión en Querétaro, el caricaturista consideró que pese a la amenaza del Secretario de Gobierno, Jorge López Portillo Tostado, hacia un conductor de radio por hablar de la inseguridad pública en su espacio, a quien sugirió “partirle la madre” (Tribuna de Querétaro 727), éste caso continuará sin sanción a los funcionarios públicos involucrados.
Alertó que se carece de organización para afrontar estas situaciones y exigir las medidas necesarias para generar transformaciones. Para ello, hizo una similitud entre lo ocurrido en nuestra ciudad a finales de octubre de 2014, y la llamada del entonces gobernador de Puebla Mario Marín hacia el empresario Kamel Nacif, en la que se pusieron de acuerdo para agraviar a la periodista Lydia Cacho, en 2005.
“Así es esto ¿verdad? no somos organizados para tener fuerzas para lograr cambios como estos en casos tan lamentables, y además obvios pues. Ni si quiera podemos decir que no se sabe”.
El periodista concluyó que el panorama es “adverso” y “difícil” para la prensa local, ya que existen limitantes para ejercer la libertad de expresión, además de una mala remuneración económica para la profesión. “Lo último que podemos hacer, es dejar de seguir intentando”.
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