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Es falta de comunicación caldo de cultivo para suicidio: Manuel Basaldúa

Por: Reyna Sánchez

“La desaparición de la familia, la poca cohesión y la falta de comunicación en la misma han abonado a que el individuo se sienta aislado, desolado y vulnerable, y esto puede propiciar que tome la decisión del suicidio”, señaló Manuel Basaldúa Hernández, doctor en Antropología Social por la Universidad Iberoamericana y catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

 

Las condiciones mencionadas por el académico pueden ser el ‘caldo de cultivo’ que orille a muchas  personas a pensar en un suicidio real, latente o manifiesto. Lo anterior, aunado a que existe una reconfiguración de la familia.

“Ahora las familias son volátiles y muy frágiles dentro de sus propias estructuras, dada la ocupación de todos sus integrantes”, consideró.

El hecho de que “no haya tiempo” para la convivencia en familia impacta directamente en que no existan ligas o puntos de unión y comprensión del otro. El creciente aislamiento del individuo contribuye a que no sepa manejar favorablemente la denominada “contradicción de la vida contemporánea”.

Por un lado, el académico de la Licenciatura en Estudios Socioterritoriales resaltó que desde la perspectiva del sociólogo francés Émile Durkheim el suicidio es una acción del individuo, pero la presión, la coerción y las fuerzas externas que llevan a ello provienen de la sociedad.

Ante esto, enunció algunas de las características que, a su consideración, se están viviendo en nuestra sociedad moderna, tales como “un hedonismo, una materialidad y un pragmatismo exacerbados, que nos han llevado a valorar poco la vida humana”, lo cual se conjuga con la característica socioeconómica actual y propicia que el suicidio se manifieste con más frecuencia.

Por otro lado, el catedrático consideró que “la desesperanza y el pragmatismo con el que nos estamos moviendo han influido en que nos alejemos de valores y de aspiraciones humanas que anteriormente teníamos”. La situación expuesta se suma a la deshumanización de la vida y su valor.

Para Manuel Basaldúa, el suicidio debe analizarse desde distintos campos: “Uno puede ser el suicidio, otro lo que una persona puede ocasionar con conductas muy irracionales que puedan causar daño o muerte a otros, y el de la eutanasia —un tema que se ha estado manejando desde hace algunos años en Europa y Estados Unidos, aunque poco aquí en México— ya que este último es totalmente distinto.”

Finalmente, el docente explicó que el suicidio está enfocado a aquellas personas con integridad física, psicológica y de salud cuya situación puede desestructurarse y cambiar, a diferencia de alguien que esté desahuciado y que pueda tomar la decisión de quitarse o que le quiten la vida por estar en condiciones que ya no le permiten tener una existencia digna.

 

Sin embargo, es prudente tomar en cuenta los suicidios que señalaba la teoría sociológica “por amor, por frustración, por algún problema económico; si es un suicidio egoísta o altruista”, puntualizó.

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