¿Cómo fue que Taylor Swift obtuvo un doctorado sin haber cursado una carrera?

“Nunca se avergüencen de intentar, la falta de esfuerzo es un mito”, fue lo que dijo la compositora, cantante, productora, directora, artista y, ahora, doctora Taylor Swift en el discurso de graduación de la Universidad de Nueva York cuando recibió el doctorado Honoris Causa por su labor e impacto en la industria musical y las bellas artes. El doctorado Honoris Causa es una designación que se le otorga a personajes que han destacado e influido en el ámbito profesional, sin la necesidad de estar licenciados en una carrera en particular. A Taylor se le concedió dicho título no sólo por ser una de las artistas más vendidas e influyentes de la historia, sino también por su incursión en la política y el ámbito legal.
En la música
Taylor Swift comenzó su carrera musical desde los 15 años de edad y destacó por su habilidad para componer canciones. En 2005 lanzó su álbum debut homónimo bajo el sello de Big Machine Records, convirtiendo a Taylor en la cantante de country más joven en componer en solitario un sencillo que llegó al primer puesto de la lista Hot Country Songs. Su carrera fue difícil en un comienzo, debido a que el Country no era un género muy escuchados por una audiencia joven como Taylor, lo que le impidió abrir muchas puertas. Sin embargo, en 2008 la cantante lanzaría Fearless, su segundo álbum de estudio, que inmediatamente se convirtió en un rotundo éxito y le otorgó a Taylor sus primeros Grammys. A partir de entonces, Swift no hizo más que triunfar.
Sin embargo, el country solo fue el inició de su carrera, pues en 2014, Taylor se arriesgó con el lanzamiento de 1989, un disco completamente pop y, aunque fue una propuesta demasiado arriesgada, el álbum batió records, se convirtió en el disco más premiado de la historia y posicionó a Swift como una de las mayores exponentes de la música pop. Con 1989, Taylor ganó por segunda vez el premio Grammy a mejor álbum del año. Y en 2020 se convertiría en la primera mujer en la historia en ganar por tercera ocasión el premio a mejor álbum del año, esta vez con Folklore, un disco del género folk y alternativo.
El impacto de Taylor en la música es indiscutible. No sólo atrajo un público distinto al género country, sino que también inspiró a toda una nueva generación de compositores, entre los que se encuentran Olivia Rodrigo, Conan Grey y Girl In Red.
En lo legal
Desde sus inicios, Taylor siempre ha luchado por los derechos de los artistas. Discutió abiertamente con las plataformas de streaming como Spotify y Apple Music para exigir un pago más justo para los artistas dentro de las plataformas. Incluso, por un tiempo, se negó a liberar su catálogo musical hasta no lograr llegar a un acuerdo con las empresas. Gracias a Taylor, los músicos, productores y todas las personas involucradas en la creación de música, son mejores pagados en las plataformas digitales, lo cual le ha abierto el camino a muchas personas que producen su contenido de forma independiente.
Pero fue hasta 2017 que Taylor revolucionó la forma en la que se mueve la industria, cuando Big Machine Records, el sello discográfico de Taylor Swift, pasó a manos de Scooter Braun, un personaje que por años intentó sabotear y ridiculizar la carrera de la cantante. Scooter, una de las personas que más le desagradaba a Taylor, ahora era dueño de los masters (son las grabaciones originales de las canciones, de donde salen las copias que se usan para películas, plataformas y producción de discos en físico) de todas sus canciones.
Taylor perdió el poder sobre su propia música, y Scooter Braun no hacía más que ganar dinero del trabajo de Swift, sin interés de negociar con ella sobre la compra de su catálogo musical valuado en más de 300 millones de pesos. Lo que hizo Taylor entonces fue una movida inteligente y arriesgada: decidió regrabar toda su discografía. Debido a que ella seguía siendo dueña de la letra y la composición de su música, no había problemas legales para que volviera a crear masters, de los que ahora ella sería la única dueña.
El problema con las regrabaciones es que cabía la posibilidad de que pudieran fracasar. No obstante a Taylor se le ocurrió otra idea brillante: agregar canciones inéditas y jamás antes escuchadas en las nuevas versiones de sus discos. Así, cuando salió Red (Taylor´s Version) y Fearless (Taylor´s Version) no fue sorpresa que nuevamente los discos rompieran las listas de éxitos, reemplazando las grabaciones anteriores y devaluando el valor de las copias que estaban en posesión de Scooter Braun.
El caso de Swift ha hecho que muchos sellos discográficos y artistas revisen y reestructuren sus contratos.
En la política
Desde 2017 Taylor Swift empezó a hacer activismo de forma abierta. Su postura en redes sociales y música sobre la comunidad LGBT+, los derechos laborales de las mujeres y la política estadounidense, influyó en gran medida en la población juvenil de Estados Unidos. Fue hasta que Taylor dedicó un discurso sobre votar en contra del conservadurismo presente en Estados Unidos que se vio una participación más activa en los jóvenes adultos dentro del ejercicio democrático.
Si bien, Taylor no se ha visto del todo inmersa en la política, es verdad que su influencia hace una gran diferencia. Ella incentivó la destrucción de monumentos construidos en honor a esclavistas y ha sido la mayor financiadora de GLAAD (Gays and Lesbians Allance Against Defamation), una organización sin ánimos de lucro que lucha por los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y su representación en los medios de comunicación.
En la música ha lanzado temas como The Man, en donde, desde una visión feminista, expresa el privilegio masculino y cómo el camino para las mujeres siempre está lleno de obstáculos que, para los hombres, no parecen existir. En Only The Young, por otra parte, Swift habla sobre la importancia y el deber de las nuevas generaciones para combatir los problemas sociales y actuales que han afectado la vida de muchas personas. Y, en You Need To Calm Down, se aborda el discurso homofóbico y se cuestiona la heteronorma en una canción que se ha convertido en un himno LGBTIQ+.
Entre otras cosas
La labor de Taylor Swift ha sido impresionante. Su influencia en la música es abismal, y es de las pocas artistas que ha dominado más de tres géneros con maestría y sin fracasar. Su carrera ha servido para estudios de marketing, para estrategias empresariales, e incluso varias universidades de Estados Unidos ya han integrado cursos alrededor de Swift para estudiar su música, su composición, su imagen y la manera en la que comercia con su arte.
Por todo lo anterior y, entre otras cosas, estas han sido unas de las razones por las que la Universidad de Nueva York conmemoró a Taylor Swift, también conocida como “La industria musical”, con un doctorado en Bellas Artes, sumándole ahora este título a su exitosa carrera.