Exvotos, las ofrendas de la fe
Ya sea a través de pinturas lúdicas, arreglos florales o viajes a iglesias lejanas, los exvotos se dan en una variedad amplia en nuestro país
Por: Estefanía Elizondo
“Lo social nunca debe despegarse del arte, pues es la sociedad quien activa el arte. Los pintores de exvotos no se consideran artistas, pintan por tradición de familia, por fascinación”, aseguró Karen N. Juárez Peña, quien montó junto a Raúl H. Cano Monroy la exposición “Favores insólitos: El exvoto contemporáneo” en el Centro de Arte Bernardo Quintana Arrioja.
Un exvoto es una ofrenda que los feligreses de la religión católica, en este caso, le dejan a algún santo como agradecimiento por alguna manda cumplida.
Muchas de las mandas tradicionalmente son representadas gráficamente por pintores denominados retableros, con la leyenda del favor realizado.
A Karen Juárez y Raúl Cano les llevó aproximadamente siete años recopilar la colección que consta de más de mil exvotos.
“Acudíamos a mercados de pulgas, en tianguis como La Lagunilla, en casas de antigüedades aunque no sean propiamente antiguos, con los mismos retableros, en colecciones. Principalmente Raúl fue el que coleccionó, yo lo acompañaba. Si los encontrábamos en algún puesto ambulante (como Balderas) lo adquiríamos por gusto y pasión”, expresó Karen.
En la galería solamente se expusieron 200 de las mil piezas debido a la falta de espacio. Los egresados de la Licenciatura de Historia del Arte sometieron las piezas a una selección basada en aquellas que abordaran los temas más lúdicos, como diversidad sexual, prostitución, table dance, problemas con la suegra, ídolos del ring, del futbol y del pueblo, superhéroes, infidelidad, entre otros.
“Para llegar a los 13 temas de la exposición, fuimos seleccionando los que más nos llamaran la atención, los que fueran más popular y urbanamente identificables con la sociedad, los colores, la técnica, los que más llamaran la atención, ideas chuscas, lo visual.
“En lo personal, me gusta mucho el de ídolos del ring e ídolos del pueblo, pues la gente se siente identificada por lo popular y lo urbano, mientras que prostitución y table dance por la parte que tocan de lo transgresor en la imagen y la doble moral que conllevan los temas ante la sociedad, como la figura divina; el exvoto es capaz de poder interceder y de solapar cosas que para la iglesia obviamente es imposible, no está permitido. Eso me encanta”, dijo Karen.
Los favores no sólo se pagan con pinturas
Hay quienes representan gráficamente el favor hecho por su santo, pero también hay quienes lo representan al llevar alguna otra ofrenda.
Éste es el caso de José de Jesús Cano Díaz, de 23 años de edad, quien visitó a la Virgen de Guadalupe en la Basílica con su padre, José Camilo Cano Martínez, el 20 de junio del 2011 para pagar una manda pendiente que tenía desde el momento en el que nació, por lo que llevó a la Virgen un arreglo floral.
“Cuando mi mamá estaba embarazada de mí, le habían programado el parto un 24 de diciembre. Nueve días antes comenzó con dolores y se lo comentó a mi papá sospechando que iba a dar a luz, él le respondió que faltaba mucho para el 24. Mi mamá se fue al doctor y nací ese día.
“El doctor le dio una buena regañada a mi papá porque por poco muero y desde ahí mi papá prometió llevarme a la Basílica con él. Hace como dos años fuimos a llevarle un arreglo de flores a la virgen”, explicó José de Jesús.
Pero padre e hijo no fueron los únicos que han pagado alguna manda en su familia, María Candelaria Díaz Montalván también cumplió una manda por su esposo José Camilo.
“Cuando a mi esposo le quería dar un infarto por un asalto, hace poco más de 20 años, prometí llevarlo a ver al Niño Doctorcito a la parroquia de Tepeaca, Puebla. Sí logró salir del Hospital General la Raza en México y lo llevé a pagar la manda apenas hace casi dos años.
“No le llevamos nada pues había mucha cola para pasar a verlo, sólo estuvimos en misa y pasamos a comprar al Niño Doctorcito. Está vestido de cirujano con todo y maletín”, manifestó Candelaria.
El niño doctor hoy tiene mucha fama entre los vecinos de los Cano Díaz. Los niños lo visitan y toman un dulce que la señora María Candelaria les ofrece y cada uno le da un beso al santo.
“Cuando a uno le pasan estas cosas pues promete visitar a algún santo, por alguna preocupación o por alguna tensión, algo. Recurrimos a donde está nuestra fe. Yo acudí al Niño Doctor porque es el santo de los enfermos y aquí lo tengo en mi casa”, añadió.
“Adoro de por vida a la Santísima Muerte”
El estado de Querétaro es testigo de continuas historias que demuestran la fe católica de la mayoría de su población. Pero también ha incrementado el número de personas no católicas, ya sea que profesen otra religión o doctrina, o que no accedan a ninguna de éstas.
De 2000 a 2010 se ha incrementado un 3.35% la población no creyente de la religión católica del 2000 al 2010 según el censo poblacional INEGI, ya que en 2000 representaba el 4.7% y para 2010 la cifra aumentó a 8.05%.
Otro caso de exvotos es el de una vendedora de artículos de santería en el mercado Escobedo. Ella es devota de la Santa Muerte desde hace siete años.
“Comencé a creer en ella así nada más. Yo dejé de ir a la iglesia porque no me nació, nunca voy. Compré mi Santa Muerte en México para adorarla, tengo de todos tamaños en mi casa, aunque no me gusta hacerle oración, no me gusta rezarle a ningún santo, pero creo más en la Santísima Muerte a quien le pido.
“Un favor que recuerdo es uno de hace siete años, cuando le pedí que los papeles de unas casas de la colonia Comerciantes quedaran a mi nombre o al de mi hijo. Y pues se nos concedió la casa que estaba en obra negra de Menchaca II.
“Por eso adoro de por vida a la Santísima Muerte, porque me da mucha tranquilidad y le pido cosas, no me puedo quejar. Para mucha gente es complicado. Sin embargo para mí no, ¿a quién manda Dios el día en que yo me muera?, pues a la Santa Muerte”, expresó.
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