Hallazgos prehispánicos muestran posible cultura inédita
Por Miguel Tierrafría
El hallazgo de restos humanos prehispánicos en la comunidad de Peña Blanca (dentro del municipio de Peñamiller) ha abierto la posibilidad al conocimiento sobre una posible cultura inédita e intermedia entre las regiones de Mesoamérica y Aridoamérica, justo donde el estado de Querétaro es el límite entre estas regiones culturares de la época prehispánica, precisó Fiorella Fenoglio, arqueóloga del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En enero del presente año, se notificó al Ministerio Público y al INAH, la existencia de restos óseos, por lo cual acudieron ambas dependencias para ver a quién competía la obligación, asunto que fue responsabilidad del INAH, por ser restos prehispánicos.
La particularidad que ha adquirido el descubrimiento es que “normalmente estamos acostumbrados a que en los entierros se excava de arriba para abajo y en este caso lo que nosotros vimos a través de la estratigrafía y de la excavación, es que el entierro no se hizo de arriba para abajo sino que se excavó horizontalmente sobre el perfil, para de ahí meter al muerto y después lo enterraron, pero probablemente taparon el hoyo, entonces quedaba como la pared, el hoyo en medio y taparon.
“Ese sistema no se ha encontrado en Mesoamérica, ya que hicimos unas investigaciones con diferentes arqueólogos y antropólogos físicos que trabajan en México y ninguno de ellos ha visto ese tipo de entierros.
“Nos sorprende porque en el 2005, el arqueólogo Carlos Viramontes también encontró un entierro de ese tipo. Entonces podríamos estar frente a un nuevo patrón de enterramiento que no se había localizado antes, lo cual resulta muy interesante”, puntualizó Fenoglio, quien es arqueóloga en el INAH delegación Querétaro.
Por lo cual ese patrón no común en las culturas mesoamericanas es lo que ha llamado la atención entre los arqueólogos, antropólogos y demás investigadores del INAH, es el sistema de enterramiento que se encontró en esos restos humanos, ya que Fiorella Fenoglio afirmó que “nosotros encontramos que esto es un nuevo sistema de enterramiento, eso ya es un aporte valiosísimo no sólo para centro-norte sino para toda Mesoamérica.
“Lo que sería interesante al determinar el tipo de cultura por ejemplo o la temporalidad, es que nos pueden hablar de unos rituales específicos que realizaban esa cultura”.
La investigadora Fenoglio explicó que a los restos humanos encontrados en el municipio de Peñamiller, “les depositaron media olla sobre la cabeza que le cubría parte de la cabeza, lo acompañaron con un guilancha que es como un metate también partido a la mitad y estaba acompañado de cuatro objetos de herramientas de hueso que probablemente sean punzones o algún tipo de herramienta.
“Además dos de ellos estaban cubiertos por algo que probablemente era tela o piel que estuvo pintada, (sin embargo) ya no localizamos la tela ni la piel, solamente encontramos las capas pictóricas”, señaló.
Los primeros resultados que pudieran arrojar las investigaciones según Fenoglio, podrían obtenerse a mediados del año en curso, en donde “vamos a realizar estudios de carbono 14, hacerle fechamiento directo al hueso y mandar analizarlos precisamente para ver si hay alguna relación con los pigmentos que encontramos en El Rosario o si vienen de algún otro lado y ya con eso podemos determinar la temporalidad, pero ahorita en realidad no lo podemos hacer”, advirtió la investigadora del INAH.
Querétaro, convergencia de culturas prehispánicas
El estado de Querétaro, debido a su ubicación geográfica, se encuentra justo en el límite de lo que fueron las regiones de Mesoamérica, imperada en el centro y sur de Mexico, y Aridoamérica, lo que hoy son los estados del norte de Mexico. Por tanto, el descubrimiento de vestigios, herramientas y demás objetos, es usual en el estado. De Teotihuacán, de Chupícuaro, Chichimecas, Cuicuilcos, Toltecas, entre otros, fueron quienes en algún momento habitaron el estado, el cual dependiendo de las lluvias aumentaba o disminuía la frontera entre los cazadores recolectores y los sedentarios, así lo mostró Fenoglio.
“Mesoamérica era una frontera que se movía, subió, se hizo mas hacia el norte, porque hubo un aumento en la lluvia y eso permitió que fuera más fértil la zona que antes no lo era, eso hace que los sedentarios dominaran esa región y entonces los cazadores recolectores se repliegan un poco pero siguen en contacto y después esa frontera o esa zona se vuelve a secar, se pierde la fertilidad y entonces se vuelve a bajar la frontera.”
Finalmente la arqueóloga Fiorella Fenoglio manifestó que “la característica que tiene Querétaro es que está exactamente en la frontera de Mesoamérica con Aridoamerica y además también una frontera cultural, porque tienes la frontera con los grupos cazadores-recolectores, los chichimecas, como se les conoce comúnmente, con los sedentarios y mucho tiempo se pensaba que eran grupos separados, que los cazadores-recolectores andaban en su mundo y los sedentarios en el suyo y no, en realidad lo que sabemos, gracias a la arqueología y a las investigaciones que se han hecho, es que realmente convivían constantemente, tenían una relación de intercambio a veces amable, a veces violenta, pero siempre estuvieron en contacto”.