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Inseguridad amenaza a Santa Rosa con colapso social

Académicos aseguraron que hay que combatir las causas profundas de la inseguridad para evitar descomposición de tejido social

Por: David Antonio Jiménez

De acuerdo con Alberto Posadas, académico de la Facultad de Derecho, “Santa Rosa Jáuregui está en un punto de equilibrio, si lo seguimos descuidando, puede volverse a descomponer”, esto luego de que, la madrugada del 5 de septiembre, un grupo de jóvenes accionara un arma contra elementos de la Policía Municipal de Querétaro, resultando heridos ocho uniformados.

El académico recordó que a finales de 2012, el exgobernador José Calzada solicitó apoyo al Ejército Mexicano  para patrullar comunidades de la zona. Con esta medida, la seguridad llegó a un punto de equilibrio que podría perderse si no se atienden de raíz las problemáticas que enfrentan las comunidades de Santa Rosa.

Alberto Posadas trabajó con un grupo de “cholos” en las comunidades de La Noria y El Pedregal.

 

Según el investigador, la presencia de estos jóvenes pandilleros es normal dentro de la sociedad queretana al existir condiciones de desempleo, falta de acceso a la educación y adicciones, pero la agresividad no es común. “La presencia del cholo no debe preocupar, pero sí cuando hay violencia, tanto intrafamiliar y homicidios”, alertó y dijo que estas formas de violencia deben tratarse.

 

Por su parte, Omar Vielma, académico de Criminología en la Facultad de Derecho, desarrolló un plan de prevención social sobre la violencia y el delito en La Solana. Observó que pese a la presencia de áreas recreativas, la falta de orientación lleva a los jóvenes a adicciones como el alcoholismo.

 

“Hay múltiples elementos que refuerzan la respuesta violenta. A nivel situacional, una comunidad con pocos espacios pensados para los jóvenes; la familia con conflictos contribuye con su granito de arena para fomentar y hacer de la violencia una respuesta”, explicó.

 

Desarme, necesario, pero hacen falta más acciones

 

En los hechos del sábado 5 de septiembre, los agresores intentaron rescatar –abriendo fuego contra la comandancia delegacional- a sus compañeros que previamente fueron detenidos por elementos de la Guardia Municipal tras infringir el código municipal.

 

Alberto Posadas explicó que la “lógica chola” es la del cuidado mutuo pese a diferencias personales: “Hay que entender códigos propios de ellos. Es una noción que tiene que ver con la identidad y el arraigo a su barrio que no es solamente territorio, es una fraternidad.  El código cholo en general es solidario”.

 

Posadas indicó que el policía y el cholo son enemigos naturales y que las medidas de acción deben ser responsabilidad de todos los actores sociales desde gobierno hasta miembros de la comunidad.

 

“Cuando el cholo lo ve como estilo de vida, no tenemos autoridad de llegar y volverlo un ciudadano promedio. Hay que enfatizar que policía tiene labor de mediar, debe tener aperturas sobre esta proximidad”, enfatizó.

Finalmente, Omar Vielma consideró oportuno el desarme que propusieron diversas autoridades en la delegación, siempre y cuando incluya otras acciones: “El desarme me parece necesario, pero hay que complementarlo con otro tipo de acciones que repercutan en el cambio estructural… es necesaria vigilancia, y que la respuesta del aparato de justicia sea pertinente y oportuno”.

 

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