Desde 2011, los habitantes de El Garambullal no han conseguido acceder a los servicios básicos de vivienda. Son 260 lotes pertenecientes al municipio de El Marqués los que no cuentan con una certeza jurídica. Pese a los conflictos, promesas y carencias a lo largo del tiempo, el 22 de octubre la colonia celebró su décimo segundo aniversario.
El lugar lleva el nombre en referencia a las distintas cactáceas que están en la zona y dan garambullos. Se ubica entre la carretera estatal 200 y el segundo Barrio de Dolores, la mayoría de personas que llegaron al asentamiento desde hace años son provenientes de Santiago Mexquititlán, municipio de Amealco.
Conforme al levantamiento topográfico que se realizó en agosto de 2020, en El Garambullal hay 260 viviendas que se dividen en 16 manzanas, las cuales no cuentan con servicios básicos como agua potable, drenaje, electricidad o gas para cocinar, mismos criterios que la Comisión Nacional de Vivienda señala que si no se cuenta con uno de ellos, se considera a la población en situación de carencia.
Depender del agua de las pipas
Ninfa Valentina Andrés vive en dos lotes con su pareja, hijos y nietos. En total son 12 personas repartidas en dos cuartos, quienes padecen por no tener agua ni drenaje en la zona.
Las pipas que surten de agua a los habitantes de El Garambullal, pasan dos veces por semana, pero también llegan a tardar 15 días o un mes. Así que generalmente la familia de Ninfa recicla el agua de los trastes y a cada persona le toca bañarse sólo con un bote de agua.
El tiempo que más ha tardado una pipa en ir a llenar los dos tambos de agua que tienen para sus predios, fueron dos meses. Ninfa expresó: “tuvimos que ir a comprar agua de garrafón para bañar a los niños para que fueran a la escuela y la buscamos en una tienda allá abajo, que está bien lejos”.
Para bajar a la parte de la carretera 200, se debe pasar por una vereda de peñascos que está inclinada y tiene una distancia de 220 metros. Así que resultó difícil llevar a diario dos garrafones de agua, también implicó un mayor gasto, ya que eran 80 pesos por 40 litros, mientras que una pipa llena los tambos de 200 litros por 35 o 40 pesos.
En cuanto al drenaje, la mayoría tiene una fosa séptica. Según la habitante, que tiene 50 años de edad, la excavación que hacen es de dos metros y cuando se llena, tapan con tierra y abren un nuevo agujero. Por eso la comunidad tiene un proyecto de baños secos, para que temporalmente atiendan la necesidad de drenaje.
«Tenemos fosa pero nos afecta el que es un olor que se esparce a toda la comunidad y en cambio con un drenaje, creo que el ambiente estaría más bueno» indicó Ninfa Andrés.
Las noches entre velas y veladoras
Según el censo realizado en 2022 por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), el 57% de las viviendas ocupa velas o veladoras para alumbrarse en cuanto empieza a oscurecer, pero entre los principales riesgos están los materiales de los que se componen los hogares.
Son aproximadamente más de 550 personas las que habitan en la colonia, el 80% de los terrenos cuentan con piso de tierra, mientras que el 89% tiene material de madera para sus muros, en cuanto a los techos el 44% de hogares cuenta con una lona o hule y 31% con lámina de asbesto.
Andrés Félix Camilo, es un habitante que vive con su esposa e hijos, él se dedica a la albañilería y ella tiene un puesto de artesanías en la plaza Fundadores, mencionaron que al caer la noche, prenden dos velas para alumbrarse, pero les ha llegado a pasar que se quedan dormidos sin apagarlas y es un riesgo porque el material fácilmente es inflamable.
“Una mañana hace como tres años, a las 9 de la mañana la casa de una compañera se incendió, porque salió rápido para ir a su pueblo, entonces vecinos se dieron cuenta que se estaba quemando, así que varias personas apoyamos pero se quemó todo”.
relató el habitante de 53 años
Aunque hubieran querido donar cosas por la pérdida que tuvo la vecina de El Garambullal, la situación económica no se los permitió porque van al día, así que ella se fue a rentar a otro lugar y volvió tras reponer los materiales para su casa. “En la noche tienen que salir uno al baño con una vela en la mano y a veces se apaga con el aire y todavía es peor si se trata de un día de lluvia”, indicó Andrés Félix.
Complicaciones con educación y salud
Silvia Domínguez, de 37 años de edad, vive con sus hijos y una de sus nietas. Ella mencionó que hay un gran inconveniente en no tener servicios médicos cercanos o dentro de la propia comunidad, pues la farmacia más cercana se ubica a 2.7 kilómetros, en La Cañada, a donde pueden llegar en 40 minutos caminando.
Los insectos y animales pequeños, incluyendo alacranes, suelen aparecer con frecuencia en el entorno al aire libre y entre las rocas. Dado que la iluminación en las casas es limitada, resulta difícil distinguirlos, lo que a menudo lleva a que los residentes sean picados.
“El otro día me pasó que a mi niña le picó un alacrán y eso fue en la noche, pues ni a dónde acudir, entonces ahora sí que lo más fácil fue darle leche y un ajo como para calmar el dolor”.
Al momento, los remedios caseros no le ayudaron a su hija de 11 años, porque fue fuerte la reacción que tuvo con la picadura del alacrán, pero al pasar dos horas se sintió mejor. De todos modos, al día siguiente, acudieron al doctor y le pusieron una inyección para ayudar a interrumpir el veneno del animal.
En El Garambullal, conforme al censo de la UAQ, un 45 por ciento de población tiene terminada la primaria y 20 por ciento de personas tienen la secundaria concluida; los otros niveles escolares son menores de 10 por ciento. Mientras que el 16 por ciento no tiene ningún estudio.
La hija de Silvia Domínguez estudia en La Cañada y anteriormente caminaban media hora para llegar a la escuela, pero ahora hay un transporte que la recoge en la ida y vuelta. Pero otros vecinos llevan a sus hijos a escuelas en el centro y pagan un promedio de 80 pesos al día por los transportes.
“Por eso muchos de los vecinos, cuando sus hijas o hijos terminan la primaria, ya no los llevan a la secundaria o luego a la preparatoria, porque son muchos gastos los que tienen que pagar y no hay suficiente recurso”.
Los años en conflicto por los terrenos
En el segundo Barrio de Dolores, colonia contigua a El Garambullal, dos hombres provenientes de Santiago Mexquititlán fueron encarcelados en 2015 por presuntamente lotificar y vender terrenos que pertenecían a Ana Laura Vallarino Hernando, actual secretaria de Turismo, Empleo y Proyectos Productivos del municipio de El Marqués.
En 2021, Tribuna de Querétaro publicó el artículo Santiago Mexquititlán: Indígenas siguen encarcelados pese a haber cumplido sentencia. Ahí se da cuenta de que Manuel Moreno Martínez, fundador de la Unión de Colonos Conín, fue el encargado de ir en 2008 a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) para solicitar enajenación de terrenos nacionales de una superficie de 180 hectáreas, que abarcaban el segundo Barrio de Dolores.
Tres años después llegaron los habitantes de El Garambullal a la zona porque Manuel Moreno les prometió venderles los lotes, aunque no los dejaba fijos en el lugar. Debido a que se unieron al Frente Estatal de Lucha (FEL), en 2014 se asentaron permanentemente y comenzaron una iniciativa de regularización, ya que fue el mismo año que en el Diario Oficial de la Federación se publicó el decreto que declaraba terreno nacional la superficie solicitada.
Ana Vallarino mantiene una denuncia por desalojo en un predio, pero también metió un amparo al Juzgado de Juicios Federales en el estado de Querétaro en septiembre de 2015 y un año después se publicó en el Diario Oficial de la Federación que le devolverían 27 mil 389 metros cuadrados, mismos que están señalizados en el levantamiento topográficos de El Garambullal.
Debido a que de esa manera se obtuvieron los predios, ha sido difícil conseguir la regularización. También en 2019 Tribuna de Querétaro publicó ‘Desalojan a indígenas en El Marqués’, luego de que personal de la policía estatal y municipal agredieron a las personas y derribaron sus casas por no tener la certeza jurídica.
También empezó a haber problemas entre los mismos habitantes, pues en mayo del presente año, una persona que habita en El Garambullal y se apropió de varios terrenos, demolió la casa de Mario y una construcción que era utilizada como la iglesia local, porque consideraba esa parte también de su propiedad. Por estos hechos se abrió una carpeta de investigación ante la Fiscalía General del Estado.
El 3 de septiembre, durante una de las faenas que realiza la comunidad para limpiar y dar mantenimiento a las calles, Silvestra Rentería Libario y su hija, fueron atacadas con piedras por personas cercanas a quienes se han apropiado de los predios, así que nuevamente levantaron una denuncia ante la Fiscalía.
“Nuestra inconformidad es porque no respetan nuestras áreas verdes las invadieron caciques del segundo Barrio de Dolores y el Garambullal. Eso en el campo, la manzana 1 y la iglesia”.
Las promesas incumplidas de regularización
Quienes viven en el lugar, señalan que su interés siempre ha sido conseguir la regularización de predios para tener acceso a los distintos servicios. Durante la administración de José Calzada Rovirosa, les entregaron una constancia para respetar a cada beneficiario su lotes y estaba la promesa de regularizar, pero no se realizó.
“Pero cuando llegó la administración de Francisco Domínguez nos echaron todo para abajo y los expedientes que tenía secretaría de Gobierno, los hicieron perdedizos, solo queda la constancia como prueba. No se prestaron para nada, nos ignoraban”.
precisó Andrés Félix Camilo
En julio de 2022 se hizo una marcha de la colonia Vista Alegre a plaza de Armas, ahí participaron habitantes de El Garambullal y otros lugares que pertenecen al FEL, harían un plantón de no ser atendidos por el gobernador Mauricio Kuri González, pero el personal de conciliación les ofreció mesas de trabajo. Luego de integrar una comisión, se reunieron con personal de la subsecretaría de gobierno, pero no ha habido continuación para dar certeza jurídica.
“Siempre nos hemos manifestado porque por otro lado no nos hacen caso y aún así luego tampoco nos hacen caso”.
expresó Silvia Domínguez
Ante la falta de respuesta, desde la Asamblea de El Garambullal se ha trabajado para hacer proyectos temporales que atiendan las necesidades de servicios básicos de la vivienda. Próximamente esperan que el Gobierno del Estado les dé permiso para conectar electricidad, porque planearon una primera etapa que beneficiaría a 100 personas.
Pese a la situación enfrentaron y han enfrentado quienes habitan la colonia, el 22 de octubre celebraron su aniversario con mañanitas, danza, convivio y música, porque permanece la alegría de tener un espacio en el cual habitar e intentan mantener los sentimientos comunitarios de pertenencia e identidad.