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Invidentes sufren percances por obras en Centro Histórico

Las obras de la calle 15 de mayo dificultan el tránsito de quienes asisten a la Escuela para Ciegos y Débiles Visuales

Por: Noé Girón

 

Las obras que Gobierno del Estado realiza desde hace más de un mes en el Centro Histórico de la ciudad, con motivo de la cuarta etapa de cableado subterráneo, representan hoy un riesgo para decenas de invidentes que asisten a la Escuela de Ciegos y Débiles Visuales para adultos, ubicada en la calle de 15 de mayo, entre las calles Manuel Gutiérrez Nájera y Altamirano, debido a las condiciones de la calle, mismas que han ocasionado accidentes y caídas a invidentes.

Estas obras, a las que oficialmente fueron les fue asignada una inversión de 30 millones de pesos, están entre la calle de Manuel Gutiérrez Nájera y Luis Pasteur, sobre 15 de mayo, unos 500 metros —entre 3 y 4 cuadras— que invidentes tienen que cruzar tratando de no caer en un surco de aproximadamente 40 centímetros que atraviesa toda la calle por debajo de la banqueta, lugar donde al menos un par de invidentes han sufrido caídas.

 

Sin embargo, el surco no es el único obstáculo al que se enfrentan, pues en la banqueta se pueden encontrar rollos de cableado, costales de cemento, martillos, palas, cinceles, carretillas, rollos de manguera, mezcladoras, adoquines y un sinfín de objetos que ponen en riesgo la integridad física de los invidentes.

 

Sobre la acera enfrente de la Escuela para Ciegos y Débiles visuales, sólo colocaron un par de láminas de metal que, como los afectados relatan: “Tenemos que andar buscando para poder pasar la calle y son muy inseguras”, consideró uno de los asistentes a la escuela, entrevistado el viernes 28 de noviembre.

 

Uno de los afectados por estas obras es Ismael, quien hace poco más de un mes sufrió una caída al caminar una noche por la calle de 15 de mayo, en donde cayó al surco de la obra de cableado subterráneo.

 

“Me caí una vez, y hay otro compañero de testigo; fue en la noche, me caí y ya no encontré unas cosas que traía y que también se me cayeron. (…) Ahora sí que arreglen bien, porque no se vale de que nosotros le batallamos y luego con más obstáculos, pues luchamos más”.

 

Otra de las afectadas es Hortensia Trejo, quien desde hace cinco años acude a la Escuela para Ciegos y Débiles Visuales, donde se imparten diversos cursos y talleres.

 

Hortensia advirtió que por lo menos a ella no le notificaron del inicio de la obras y que un día, mientras caminaba para tomar la ruta del camión RedQ, sufrió una caída tras la que se lastimó un hombro y una pierna.

 

“Tuve el problema de que, al ir bastoneando, me atoré con la red que ponen, una como red de plástico, me atoré con el bastón. Entonces quise jalar y voltear y me fui para abajo del hoyo. Me lastimé, al principio no porque, pues, no estaba tan hondo, nada más cayó una parte de mi cuerpo, pero pues no sentí nada.

 

“Me daba pena al levantarme y todo eso, pero ya después al otro día sentí que mi brazo, mi pierna raspada y mi brazo aquí en masaje me lo compusieron porque estaba un poco desviado. Gracias a Dios no me pasó otra cosa”, expresó.

 

Invitan al secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas a caminar con un antifaz

 

Las obras de cableado subterráneo no son “nuevas” con los gobiernos estatal y municipal de este 2014. Cuando Francisco Garrido Patrón y Manuel González Valle eran gobernador y alcalde —respectivamente— en el 2008, también anunciaron obras en el Centro Histórico, lo que en su momento también despertó la inconformidad de la población.

 

Hortensia Trejo invitó al secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Gobierno del Estado —Pío X. Salgado Tovar— a caminar con un antifaz por las calles en donde se están realizando las obras de cableado subterráneo.

 

“Yo los invito a caminar para que vean lo difícil que es y, personalmente, me gustaría añadir que me gustaría que viniera el secretario de Obras Públicas y que camine para que sienta las necesidades de nosotros. No me opongo a las obras, de ninguna manera, y tal vez eso podría servir para hacer las cosas mejor y más rápido… Que tengan conciencia”.

 

Trejo explicó que para ir al mercado de La Cruz, que está a menos de una calle, tienen dificultades u obstáculos que antes no les implicaba transitar, como “materiales tirados” que funcionarios del gobierno dejan en las banquetas.

 

“Cuando, por ejemplo, no hay comedor aquí, tenemos que ir al mercado (de La Cruz) y sí es un poquito difícil (porque) aquí en la esquina está un hoyo bastante grande.

 

“Está la red esa que ponen, pero como bastoneamos, se va recorriendo y hay veces que ya está abajo; entonces, de nada nos sirve. Aparte dejan materiales tirados, atravesados arriba de las banquetas. No podemos nosotros transitar”, concluyó.

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