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Irregularidades en Libertad desde que dejó de ser Caja Popular, advierten académicos

Debe investigarse por su vínculo con Oceanografía y presunta participación en lavado de dinero, piden

Por: Alfredo Rodríguez

Libertad Servicios Financieros debe ser investigada por su vínculo con la empresa Oceanografía y su presunta participación en el delito de lavado de dinero. Pero, sobre todo, las autoridades tienen que aprovechar la coyuntura para revisar el proceso en el que desapareció la cooperativa, ya que detrás de ese movimiento se esconde un fraude millonario contra sus socios, coincidieron en señalar César Lachira Sáenz y Héctor Parra Rodríguez.

César Lachira Sáenz, director del Centro de Estudios Económicos de la Universidad Autónoma de Querétaro, apuntó que los casos de la posible relación entre la empresa Oceanografía y Libertad Servicios Financieros, así como al caso de la extinción de la cooperativa, gira en torno a Martín Díaz Álvarez, personaje que encabeza todo un circuito de amplia corrupción.

 

El investigador recuerda que Martín Díaz Álvarez ha sido asociado con el delito de lavado dinero, al comprar gasolina robada a Petróleos Mexicanos (Pemex), para luego venderla mediante su empresa, el Grupo Gasolinero México.

 

Además, esta persona fue la que logró que Libertad Servicios Financieros cuente en la actualidad con una amplia red de préstamos para empleados de la paraestatal.

 

Martín Díaz Álvarez llegó a la Caja Popular Libertad como socio y después se involucró, junto con José Antonio Rico, en la desaparición de la sociedad cooperativa, explicó Lachira Sáenz. Añadió que este hecho supuso que gran parte de los antiguos socios, quienes eran partícipes del capital activo y pasivo de la institución, fueran defraudados.

 

“Aquí se comente un gran delito de cuello blanco. Lo primero que tuvieron que haber hecho era liquidar la sociedad cooperativa y dividir entre todos los socios el capital activo que tenía la cooperativa; sin embargo, no se hizo de esa manera. Se les avisó a muy pocos socios que podían cambiar su capital social en capital accionario. Fueron sumamente pocos, menos del 1 por ciento.

 

“De la noche a la mañana, Antonio Rico se apodera de más de 7 mil millones de pesos, que pertenecían a la anterior Caja Libertad, como sociedad cooperativa. Es una apropiación, diríamos. Un delito de cuello blanco de una gran magnitud”, advirtió.

 

‘En Caja Libertad hubo lavado de dinero’

 

César Lachira Sáenz consideró que las autoridades, y en particular la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), deben revisar las posibles conexiones con Oceanografía, pero también necesitan analizar el proceso de conversión de la cooperativa en una entidad financiera particular, ya que con este movimiento se cometió el delito de lavado de dinero.

 

“Antonio Rico, vendió partes de las acciones de esta empresa, que no es cooperativa, sino una entidad financiera particular. De esta forma se está lavando el dinero. (…) Si tenemos que ir más atrás, vamos a encontrar las razones de por qué muchas de estas personas ya no están en Caja Libertad, porque vendieron. Eso es lavado de dinero, porque toman un dinero ilícito, lo transforman. Hay lavado de dinero en Caja Libertad”.

 

César Lachira Sáez agregó que ya desde el 2004, la Caja Popular Libertad fue acusada de realizar actividades ilícitas, sin embargo, nunca se profundizó en las investigaciones. Agregó que si la Comisión Nacional Bancaria y de Valores ha afirmado que no existe ninguna irregularidad en la institución, es para evitar que la gente retire su dinero y se presente un colapso financiero.

 

‘La conversión enriqueció a unos cuantos’: Héctor Parra

 

Por su parte, Héctor Parra Rodríguez, analista político con una amplia trayectoria en el ámbito judicial, también consideró que respecto al tema de la Caja Libertad y sus probables relaciones con hecho ilícitos, lo primero que se debe investigar son las irregularidades que se presentaron en el proceso de conversión de la Caja Popular Libertad a la empresa Libertad Servicios Financieros.

 

“Ahí lo raro, lo curioso y lo fraudulento puede estar cuando desaparecen la caja popular y la convierten en entidad financiera. Quienes tenían bajo su control el consejo se enriquecieron con la parte social. Son poco más de millón y medio de los ahorradores los que ahí tienen su dinero, y esa parte social la explotaron en beneficio de los que ahora son millonarios y que formaban parte del Consejo de Administración”.

 

Parra Rodríguez señaló que fueron varios los personajes que se enriquecieron con la desaparición de la cooperativa, pero se refirió en particular a José Antonio Rico Rico. Recordó que dicho personaje trabajaba en una dirección del gobierno estatal antes de tomar el control de la institución financiera, tras lo cual pudo hacerse millonario.

 

Otro de los personajes que se benefició de la desaparición de la Caja Popular Libertad fue Martín Díaz Álvarez, quien además de ser señalado como accionista de la empresa Oceanografía y dueño del Grupo Gasolinero México -ambas empresas relacionadas con hechos ilícitos-  era uno de los socios mayoritarios de la Caja Libertad.

 

Héctor Parra Rodríguez aseguró que estos dos personajes son los principales responsables de la conversión de la institución financiera de forma irregular: “Entre ellos hicieron un trabajo muy interesante, legal, en el que -a través de delegados- decidieron desaparecer la caja”.

«Escogieron a los delegados, desaparecen la Caja, la convierten en entidad financiera y este señor (Martín Díaz Álvarez) se queda con la mayor parte de la entidad financiera, del negocio, aunque no con el dinero de los ahorradores, que son dos cosas muy diferentes”, concluyó.

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