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Jacarandas, cedros y pinos, en peligro

Las condiciones meteorológicas de la entidad y plagas de insectos ponen en riesgo a 90 mil jacarandas y 70 hectáreas de cedros y pinos

Por: Aurora Vizcaíno Ruiz

Las 90 mil jacarandas que han sido sembradas durante lo que va del sexenio del gobernador José Calzada Rovirosa están en peligro de ser “quemadas por el frío” porque no están adaptadas a los cambios climáticos de Querétaro y sufren “daños por heladas” en invierno, advirtió Víctor Hugo Cambrón Sandoval, especialista en Ecología y Biodiversidad e investigador de la Facultad de Ciencias Naturales.

De acuerdo con el académico, en el Anillo Vial Fray Junípero Serra se puede observar jacarandas y árboles de otras especies “que están quemados totalmente por el frío”.

Con base en información oficial, las jacarandas han sido plantadas principalmente en vialidades como boulevard Bernardo Quintana, Anillo Vial Fray Junípero Serra, circuito Universidad I y II, avenida 5 de febrero, Paseo de la República, en el Centro de Congresos, El Colorado, más las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Querétaro, el municipio de Amealco de Bonfil y el Parque Querétaro 2000.

Según el contenido del spot “Caminos con Vida” que GobQro –canal oficial de la administración actual– ha transmitido en YouTube, desde octubre de 2009 han sembrado 90 mil jacarandas en la superficie del estado. El anuncio también ha sido transmitido en canales locales de televisión.

Dicho programa cuenta con cuatro fases: identificación de espacios, preparación de tierras, plantación y mantenimiento. “Caminos de Vida” detalló que se procuraría un “estricto control de calidad” y la “protección y seguridad” de los árboles. La planeación del proyectó también precisó que los árboles de flores moradas eran escogidos por “el alto grado de sobrevivencia de los árboles”.

Sin embargo, el catedrático y especialista precisó que las jacarandas sembradas provienen “de entornos diferentes” al que distingue a Querétaro; esto, debido a que dichas especies pertenecen al suelo húmedo de pantanos y a las orillas de los ríos.

De igual manera, este medio también señaló que los ejemplares de ahuehuetes que están en avenida Universidad, en el tramo entre Guerrero y Juárez, se están secando, ya sea por la sequía o la mala calidad del agua (Tribuna de Querétaro, 695).

También en riesgo 70 hectáreas de cedros y pinos en El Cimatario

Además de los peligros que afrontan las jacarandas, alrededor de 70 hectáreas de cedros y pinos del cerro de El Cimatario y otros árboles de la Sierra Gorda también están en peligro debido a que se encuentran expuestos a la plaga del descortezador, puntualizó Cambrón Sandoval, especialista en temas ambientales.

En la Sierra Gorda, estos insectos han terminado con algunas especies de coníferas. En el caso de El Cimatario, Cambrón Sandoval recalcó que la falta de hidratación en los árboles fue un factor determinante en el debilitamiento de los árboles.

El también conocido como “picudo” hace un hoyo en la corteza y se inserta dentro de los árboles, consume sus nutrientes y también deposita ahí sus larvas. Todos los descortezadores pican de distintas maneras. La invasión masiva de estos insectos afecta tanto a los árboles que éstos mueren.

El descortezador se ha adaptado, “ha ido evolucionando junto con los bosques”, los frentes fríos no han sido tan constantes como para disminuir la población de esta plaga durante el invierno y a pesar de que “siempre ha habido árboles atacados por insectos en los bosques, el número era muy bajo: cinco, cuatro, diez árboles máximo; ahora vemos decenas, centenas de hectáreas atacadas”, alertó el investigador.

Actualmente, el estudio nacional sobre el descortezador que realiza el grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales de esta Alma Máter –al cual pertenece el también académico Víctor Hugo Cambrón Sandoval– también es realizado por estados como Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Durango, Jalisco, Michoacán, Hidalgo, Estado de México, Oaxaca y Chiapas.

Todos están enfocados en determinar cuáles son las zonas boscosas de la Sierra Madre Oriental, Sierra Madre Occidental y del Eje Volcánico Transversal que pueden ser las más vulnerables ante dicho insecto y cómo pueden remediar sus efectos.

“La planeación urbana no tiene sentido ecológico”

Víctor Hugo Cambrón Sandoval destacó las causas por las que El Cimatario ha sido invadido por una difícil plaga de insecto descortezador son el inconstante frío durante el invierno queretano y porque “la forma de construcción de la ciudad hace que probablemente tengamos una temperatura mayor de lo que se pediría para nuestra altitud, para nuestro régimen de lluvias”.

Para ejemplificar su postura, Cambrón Sandoval mencionó que en varios “fraccionamientos nuevos la superficie construida es muy amplia” mientras que, en lo que compete al área verde, “encontramos un paso y cuatro palmeras que, regularmente, no van a ayudar a nada”, sino al contrario: dichas condiciones generarán “un calor húmedo”.

La planeación urbana que no toma en cuenta los entornos naturales hace que se pierda cobertura vegetal, diversidad vegetal y filtración de aire. La capacidad de captura de carbono, recarga de mantos acuíferos y filtración de agua disminuye y, además, la apreciación estética del paisaje se empobrece.

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