Joven sufre intento de violación y no procede su denuncia
Por: Norma Hernández Loza
El cambio de rutas del transporte público metropolitano no sólo ha provocado que ciudadanos lleguen tarde a sus hogares o trabajos, también ha ocasionado que se incrementen las posibilidades de ser víctimas de un crimen, como el caso de una joven que sufrió un intento de violación cerca de una parada de camiones en prolongación Bernardo Quintana, en las inmediaciones de la colonia Cerrito Colorado el sábado 21 de septiembre.
“Debo esperar a más gente para poder caminar por ahí después de tomar el camión, además de que tardan más en pasar desde el implemento de la nueva asignación de rutas. Llegan a tardar hasta media hora y dejan de pasar a las 9 pm.”, expresó.
La joven, quien pidió el anonimato, explicó que el ataque fue cometido alrededor las 10 de la noche. En esa zona se localiza un tramo de baldío frente a la tienda Walmart. La joven corrió para no mojarse con la lluvia cuando un hombre la atacó.
Cuando llegó a levantar la denuncia correspondiente, se encontró con la situación de que debía ser obligatoriamente una violación para que tuviera validez “querían que fuera violada, sólo iba a proceder por los golpes que me hizo y por nada más”.
“Cuando lo vi a mi lado, me tomó del cuello, me estaba ahorcando y puso su rodilla en mi estómago. Me asusté, hice mucha fuerza y lo aventé con mis pies. En ese momento empecé a gritar, él volteó y me dijo: ¡cállate! Se paró y huyó”.
La joven gritó y en ese momento, una pareja llegó a su auxilio y la acompañaron a su casa. El hombre tenía el cabello rizado, el día del ataque vestía con playera roída color vino y pantalón de mezclilla, además tenía un diente roto.
Los familiares de la joven salieron en búsqueda del atacante cuando ella llegó. Al regresar, venían en la compañía de agentes de la PGJ, quienes le dijeron que justo una hora antes había habido un ataque parecido al de ella “pero a ella le fue peor, no quiere hablar”.
Denunció que la policía no llega a esta zona a pesar de que existen problemas delictivos como drogadicción, asaltos y vandalismo y que debido a que las quejas no proceden, la gente ha perdido el interés.
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