La caricatura, una guía para entender la política
Armando Gámez Padrón, asegura que más que representar un llamado de atención a la clase política, la caricatura es un llamado de atención a la sociedad
Por: Isamar Cabrera Ríos
“En este país se han hecho declaraciones bárbaras respecto a la realidad nacional y eso es el alimento del caricaturista, que tiene una responsabilidad al hacer una crítica seria”, advirtió Armando Gámez Padrón, colaborador de la revista “El Chamuco y los hijos del Averno”.
En el marco del “Encuentro de caricaturistas, historietas y humor gráfico” con sede en las Facultades de Ciencias Políticas y Sociales y Filosofía, el dibujante mexicano expresó que a partir del regreso del PRI al poder, él está muy agradecido porque toda la clase política da tema permanente de qué hablar, pues “la caricatura da a entender personajes cuya distancia entre lo que dicen y hacen, definitivamente son ricos para nosotros.”
Armando Gámez advirtió sobre el papel de los medios periodísticos en México “en una sociedad que se está cerrando, a partir del Estado que está reformándose y de alguna manera le está dando la espalda a la sociedad civil, al proyecto de nación independiente con las reformas que significan un retroceso”.
“¿Qué pasará con las universidades ante el desarrollo de un esquema independiente y que ahora estamos viendo la entrega del Estado?”, cuestionó.
“La caricatura, independientemente del régimen, tiene vigencia, tiene permanencia y ahí encontrará su espacio, pues detrás de cada caricaturista hay un sujeto que está pensando realmente en que las mejoras a la sociedad sean efectivas y no sean meras declaraciones. Entonces la caricatura tendrá tema en la medida que hayan cosas que estén faltando por hacer”, expresó.
Para caricaturizar al titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, o cualquier otro personaje, la técnica que utiliza Armando Gámez está basada en el énfasis de la mirada, ya que debe de haber un parecido directo, además de utilizar la información y su análisis, la observación crítica y la traducción, en resumen, la labor de síntesis gráfica.
Consideró que no existe un personaje que disfrute dibujar: “francamente, no es tan grato estar dibujando personajes que en más de un sentido me son desagradables por lo que políticamente representan. Se debe tener bien ubicado el sentido de la denuncia y de la ecuanimidad de un cartón en términos críticos.”
Recordó que la declaración ‘más desatinada’ que hizo que los moneros estuvieran trabajando a la orden del día fue la que llevó a adoptar las “desagradables” medidas sobre la inseguridad que impuso el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Al respecto, comentó que hizo Rius -Eduardo del Río– convocó a las personas para llamar la atención sobre las desapariciones, la violencia y el ocultamiento de la información, un movimiento titulado “NO + Sangre”.
Por último, enfatizó que la caricatura es un llamado de atención, no a la clase política, pues declaró, que ella tiene los oídos sordos; es un llamado a la sociedad.
“El que no tengamos medios más democráticos, no significa que no tengamos caricaturistas que se comprometen con la verdad”, finalizó.
Espacio para compartir experiencias de profesionales
El “Encuentro de caricaturistas, historietas y humor gráfico” contó con la participación de exponentes en cada especialidad como lo son “los maestros” Chubasco, Ricardo Sandoval, Nelson Zuluaga, Fernando Zuleta, Luis Eduardo León y Eduardo Villacis.
El objetivo fue crear una oferta gráfica donde la ilustración, la caricatura, la pintura y la historieta misma constituyeran la base para compartir experiencias de profesionales hacia alumnos que se están en formación, a través de presentaciones, talleres y caricaturas en vivo donde se observó a los expertos ejercer su profesión de una manera directa.
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