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Memoria del taller “Pa Paz que cuidan”

Por: Ernesto V. Juárez

Género y Masculinidades de Querétaro (Gemaq)

EDICIÓN ESPECIAL

 

El pasado 10 de Junio se realizó un taller para papás en el Instituto Nobell Internacional, a cargo de los maestros Luis Gerardo Ayala Real y Hernando Hernández, actividad que se enmarcó en la campaña, “Pa Paz que cuidan”. El objetivo del taller fue sensibilizar y reflexionar sobre la tarea de ser padres. Participaron 20 varones.


 

En el presente artículo se retoman algunos testimonios y aportaciones de los asistentes; las reflexiones fueron diversas y la participación fue muy activa. Las expectativas fueron principalmente por el aprendizaje de nuevos conocimientos, habilidades y herramientas de comunicación para mejorar su quehacer como padres.

“Poder mejorar la comunicación que tengo con mis hijos, escuchar puntos de vista, esperando que nos ayude como padres personalmente…”

 

“Vengo a escuchar y ver qué es lo bueno que puedo tomar, ver como guía mi camino de papá”.

 

 

Préstame tu voz

Al evocar la imagen de algún hijo o nieto, cerrando los ojos, uno a uno se identificaron como si su propio hijo o hija les presentase.

“Yo soy Valentina amo a mi papá pero no está en casa, promete cosas pero no me las cumple siempre”.

 

“Soy hija única, hay cuestiones muy buenas de mi papá, yo lo quiero mucho, él es estricto trata de hacerme leer mucho, no creo que sea lo mejor, él trabaja en la Ciudad de México, todo el fin de semana nos la pasamos juntos, a él le gusta consentirme y yo trato de hacer lo mismo, lo extraño mucho cuando no está, ese es mi papá.”

 

“Yo soy Regina, mi papá es muy enojón, es muy estricto me ayuda mucho a hacer la tarea, a veces me incita a hacer travesuras, muchas veces mis compañeros de la escuela me molestan, él me dice que me enseñe a defenderme, a él le gusta mucho el box. A mí no me gusta ser cómo mi papá porque es enojón, nos la pasamos bien cuando rayamos las paredes, los únicos días los domingos esta todo el día conmigo, yo lo quiero mucho.”

 

 

“Tengo 13 años mi papá es Javier, es un buen papá es proveedor es enojón cuando no lo salen bien las cosas, eso no le gusta, me apoya en este deporte en los Gatos Salvajes de la UAQ, pasa el mayor tiempo conmigo pero a final del día su trabajo lo absorbe, quisiera que mi papá estuviera más tiempo con nosotros y que tuviera mejor comunicación.”

Dentro de las principales preocupaciones de los padres, están la disposición limitada del tiempo para la convivencia, producto del trabajo fuera del espacio doméstico, condición que causa malestar y enojo; por lo tanto repercute en la convivencia, la salud y las relaciones con pareja, hijas e hijos.

Sin embargo muchos de los padres asistentes reconocen ciertas actitudes, prácticas afectivas y asertivas que ejercen de manera abierta y expresiva hacia hijos e hijas, enfatizando a su vez en la negociación y la complejidad que implican las reglas y los limites.

Se dibujó en equipo una silueta humana. El grupo completó la silueta para representar un Papá. Los participantes enumeraron las características que más les gustaban y disgustaban de ser padres. Sobresalen el enojo, el miedo y la ausencia; esto supuso la oportunidad de expresar el cariño, el cuidado y el acompañamiento también.

Les gusta de su paternidad: ser ejemplo, amorosos, cuidar de la familia, transmitir valores, convivir, jugar y aprender cosas nuevas.

Les disgusta de su paternidad: el miedo, tener poco tiempo, enojos, regañar, ser malos, estar alejados, imponer castigos.

Los padres comparten y reconocen la necesidad de cambiar ciertas prácticas que les perjudican y lastiman, de manera crítica señalan aquellas formas de las masculinidades hegemónicas que no les permiten satisfacer ampliamente sus necesidades como personas, padres, parejas. Señalan a su vez la importancia y complejidad que implica cuestionar los privilegios masculinos, asumen su compromiso e identifican ciertos beneficios con este cambio.

“Las nuevas generaciones somos puntas de lanza, porque para romper ese esquema es muy complicado, en nuestro trabajo tenemos jefes que son como nuestros papás, no es algo sencillo porque tienes que demostrar el valor del trabajo pero al mismo tiempo tengo una familia, son de las cosas muy complicadas a las que nos enfrentamos en estos días”.

 

“No esperar a que sucedan las cosas, hay que hacerlas. Predicar con el ejemplo y que vean que los disfrutas”.

 

Los padres concluyeron que deben seguir desarrollando propuestas para el trabajo con hombres, en diversos espacios y escenarios.

En este sentido, creemos firmemente que se tienen que impulsar espacios de discusión, inclusión y acuerdos de orden político, social y académico. Siempre involucrando a hombres en el ejercicio critico de su masculinidad, visibilizar malestares y reconocer prácticas positivas en la cotidianidad, que permitan un mejor desarrollo, personal, social y comunitario.

Ante la emergencia de fenómenos, como las violencias, creemos posible que el camino para su prevención y erradicación, está en involucrar a los hombres como protagonistas y sujetos claves, cuidadores, corresponsables y precursores de nuevas relaciones sociales.

 

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