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Movimiento #Yo Soy 132 en Querétaro 2012-2013

Por: Abelardo Rodríguez

Cuando parecía que las elecciones presidenciales de 2012 culminarían en calma, a diferencia de las de seis años atrás, surgió como un grito entre el ambiente conformista de las campañas, la interpelación de los estudiantes universitarios.

Cuando más lamentaba la sociedad la apatía de la mayoría de los jóvenes mexicanos y cuando se llegó hablar de una generación perdida de jóvenes ninis, ni escuela ni trabajo ni interés en la política, surgió el movimiento estudiantil #Yo soy 132, en un espacio social hasta ese momento impensable: una universidad privada, la Iberoamericana. El movimiento que surgió el 11 de mayo, de 2012, cuando estudiantes de la Ibero, le reclamaron su comportamiento político como gobernador del Estado de México a Enrique Peña Nieto, entonces candidato del PRI a la Presidencia, particularmente por el alto número de feminicidios y la represión en Atenco. El acto terminó de manera abrupta, teniendo que salir Peña Nieto prácticamente huyendo.

Los medios de comunicación reprodujeron la versión oficial de que “un grupo de 20 acarreados de gente de López Obrador, boicoteó el acto del candidato del PRI”. Tuvo por respuesta un video donde 131 estudiantes de la Ibero demostraron, con credencial en mano, la autenticidad de su crítica.

Ahí nació el movimiento #Yo soy 132, el cual tuvo tres aspectos importantes: El primero, su surgimiento como respuesta y repudio a un candidato presidencial: Enrique Peña Nieto; un segundo aspecto, fue su crítica y repudio a los medios masivos de comunicación, principalmente a Televisa; y el tercero, contra el sistema electoral, que en opinión del movimiento, permitió trampas y fraudes a favor del candidato triunfador.

Muy pronto el movimiento se expandió a universidades públicas de todo el país, desde el nivel preparatoria hasta los posgrados y no pocos jóvenes, adultos y viejos no universitarios se adhirieron de manera solidaria.

Dos de las cosas en que más insistieron dejar claro desde el principio, fueron el carácter no partidista del movimiento y su carácter democrático horizontal, en donde se reflejara la decisión de la mayoría y no el protagonismo de líderes.

El movimiento #Yo soy 132, impactó de manera importante la vida universitaria, pues contribuyó a ampliar la participación crítica y propositiva de los jóvenes universitarios, respecto a la actividad tan desprestigiada, desgastada y restringida de los partidos políticos y de la clase política en general.

Mayo-junio de 2012: El in-surgir del #Yo soy 132 en Querétaro

En este contexto de severo cuestionamiento hacia el modelo político y económico de la élite nacional, el 14 de mayo, los jóvenes estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro tuvieron un ríspido desencuentro con el candidato presidencial del Partido Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre, a quien cuestionaron severamente, lo que hizo que abandonara de modo abrupto el auditorio “Fernando Díaz Ramírez”.

En Querétaro el primer grupo que se formó fue en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAQ.

En este marco, en la Facultad de Bellas Artes surgió el grupo estudiantil “Artistas Aliados del #Yo soy 132”, que realizó un intenso activismo político a través de expresiones artísticas. También participaron algunos jóvenes de escuelas particulares, como los de la Universidad Anáhuac.

El 23 de mayo, se realizó la primera manifestación del movimiento en Querétaro. Una marcha que salió de la explanada principal de la UAQ hacia el Diario de Querétaro, “símbolo de la manipulación informativa en el estado”, y en donde miles de jóvenes, principalmente universitarios, gritaron consignas lemas fundamentales de la lucha como “Las noticias ahora las daremos nosotros” y “La tele es de ustedes, las calles son nuestras”, y en donde entregaron un chayote, símbolo de la corrupción y compra de periodistas.

Una de las aportaciones de este movimiento estudiantil fue que realizaron su propio registro de imágenes y sonidos, apropiándose de los medios comunicación a su alcance, como las video cámaras y teléfonos celulares, además por supuesto de las redes sociales, por donde difundieron su propia producción audiovisual, documentando su movimiento día a día.

Al respecto, Diego Ugalde reflexiona: “En esta mezcla de redes sociales y ocupación de las calles, es que empieza a crecer el movimiento de manera exponencial. En todos lados es una sorpresa. No menos en la Ciudad de México que aquí en Querétaro”.

El 27 de mayo, se realizó la primera asamblea “grande” del movimiento en Querétaro, en el Patio Barroco de la UAQ, en donde se discutió que el propio movimiento “se abra para todos, que se democratice”, pero esto provocó tensiones internas y el grupo original decidió abandonar la asamblea y seguir sus propias iniciativas políticas aparte.

Esta asamblea en Querétaro se realizó un día después de la que tuvo lugar en la Ciudad de México, en las “islas” de Ciudad Universitaria en la UNAM, y en donde, de acuerdo a Diego Ugalde, “Que había sido una asamblea impresionante que nos había llamado a muchos a sumarnos al movimiento, porque en el transcurso de 6 horas, con más de 3 mil estudiantes presentes, de todas las universidades de la Ciudad de México, prácticamente, se crean 13 mesas de trabajo que llegan a conclusiones ese mismo día y que presentan resultados también ese mismo día, de manera horizontal y completamente democrática y participativa.

“Esto nos dio mucha esperanza de que el movimiento pueda ser realmente democrático también al interior y que pueda hacer inclusiva de todas las voces de una generación que se sentía excluida de la política”.

Octubre de 2012: Las alianzas

De esta manera ampliaron su propia lucha con otras luchas, como la de ponerse en contra de la reforma laboral, que la clase política votó en 2012. El 8 de octubre, marcharon 200 estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro, campus Cadereyta, por las calles de esta cabecera municipal, manifestándose contra la reforma laboral. El presidente municipal se ofreció como interlocutor.

Diciembre de 2012: La represión.

En Querétaro, durante los primeros días de diciembre de 2012, también hubo tres marchas, lo que muestra la diversidad y convergencia de varios movimientos en su lucha y desacuerdo con el sistema político mexicano.

El viernes 30 de noviembre marcharon jóvenes del #Yo soy 132 por las calles del centro histórico, llamando a realizar un campamento frente al Palacio de Gobierno, en protesta por la “imposición” del presidente Enrique Peña Nieto, quien al día siguiente tomaría posesión.

El sábado primero de diciembre, por la tarde, marcharon los sindicalistas independientes, encabezados por el Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, el SUPAUAQ, en contra de la reforma laboral. En esta marcha participaron también jóvenes del #Yo soy 132. Durante el mitin que cerró la marcha, se denunció la represión sufrida por el movimiento, en la Ciudad de México esa misma mañana.

Por la noche partió del Cerro de las Campanas, en el campus de la universidad, una marcha nocturna con antorchas, organizada principalmente por el Frente Civil, que posteriormente se sumaría al nuevo partido Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA. Con esto se cerró un año de luchas políticas, en donde fue importante la participación de estudiantes, maestros y trabajadores de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Las aportaciones del #Yosoy132

Para el joven activista Diego Ugalde Dehaene, el movimiento “inmediatamente hace que una generación se sienta empoderada y sienta la posibilidad real de rebelarse masivamente, de alzar la voz, de tomar la calle por primera vez en muchos de nosotros (…) de que las redes sociales sirven para algo más que tener una comunicación banal, que se pueden utilizar como una herramienta política (…) y pues, dejar politizados a los que dejó politizados (…)

“De todas maneras, los jóvenes que ya no están en el movimiento ya estuvieron en la calle, en asambleas y discusiones políticas, haciendo intentos de democracia directa y que ya no olvidan la luz que vieron”.

Julio de 2014

Una vez definida la elección presidencial a favor de Enrique Peña Nieto, el movimiento se lanzó a denunciar vigorosamente lo que ellos consideran un sistema tramposo, y en donde se favoreció a una élite política que ejerce el poder desde hace décadas, y que tuvo como candidato a Peña Nieto. En Querétaro se registró el mayor número de marchas de protestas y con mayor número de participantes, en cuando menos, los últimos 20 años.

Conscientes de que solos no podían hacer los cambios que necesita el país, los jóvenes del movimiento #Yo soy 132 buscaron alianzas políticas con otros movimientos como el Sindicato Mexicano de Electricistas, comuneros de San Salvador Atenco y del autogobierno indígena de Cherán, con una multiplicidad de colectivos y activistas del todo el país.

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