Necesario Ceseco para colonos de San Cayetano
“Necesitamos que nos guíen o que nos ayuden, porque en la mayoría de los casos no sabemos a quién pedir ayuda”, coincidieron vecinos de la colonia San Cayetano
Por: Ricardo Lugo
Vecinos de la colonia San Cayetano –en el municipio de San Juan del Río, por las inmediaciones del campus de la UAQ– coincidieron en señalar que es necesaria la apertura de una Central de Servicios a la Comunidad que atienda problemas sociales como la desintegración familiar, la violencia contra mujeres u hombres, las adicciones o la violencia contra los hijos.
En los alrededores de la colonia, existe la preocupación por la constante de jóvenes que se dedican a asaltar a los vecinos, grupos de personas que ingieren bebidas alcohólicas en la vía pública y por los problemas familiares que se presentan entre los habitantes de esta área.
Abisag Pérez, vecina del lugar, admitió conocer el caso de “una señora que vivió mucho tiempo con un señor que la maltrataba, por lo tanto sus hijos debieron asistir al psicólogo y hasta la fecha siguen traumadas por eso”, expresó.
Por su parte, las vecinas Lourdes y Dolores resaltaron que debe existir una instancia que se dedique a atender esos problemas sociales debido a que en el lugar existen muchos problemas de inseguridad.
“Pienso que es lo mismo porque estos problemas se derivan de la mala educación que existe en la familia.
“Lo que yo noto es que hay muchachos que vienen a sentarse en las banquetas durante las noches y empiezan a tomar o no sé si a drogarse”, advirtió Lourdes.
“Ojalá que existiera algo para que esto vaya poco a poco terminando. Los vicios, los golpes, que no le da el sustento necesario para los gastos de la familia. Hay mujeres muy agresivas que golpean al marido porque a veces no llevan lo necesario al hogar, toman o ya no soportan a sus esposos”, expresó Amelia Hernández.
En el sondeo que realizó este medio el jueves 23 de mayo, una coincidencia entre los habitantes de esta área, fue que en la mayoría de los casos “necesitamos que nos guíen o que nos ayuden, porque en la mayoría de los casos no sabemos a quién pedir ayuda”. Otra opinión fue que “se debe atender a los niños en cuestión de separaciones de sus papás para que no les afecte tanto”.
“Se dice que ha bajado la violencia contra las mujeres, yo pienso que no es cierto, lo que pasa es que nos hemos callado. La violencia contra hombres es igual, pero por lo mismo de que son hombres se lo callan más”, alertó Guadalupe Ruiz.
Identificó a la familia como el principal factor por el cual se propicia la violencia contra mujeres u hombres, ya que la mayoría lo “traen de casa y aunque varios dicen que ya no lo van a repetir, violentan a sus parejas”.
90 por ciento conoce algún caso de violencia contra mujeres
En el sondeo, el 90 por ciento de los entrevistados coincidieron en conocer algún caso de violencia contra mujeres en la colonia y en sus familias, no así para la violencia contra los hombres, caso que fue desconocido por todos los habitantes de la colonia San Cayetano.
“Debe haber respeto mutuo para que no exista violencias contra hombres o mujeres. Esto se da por problemas económicos, drogas o alcohol”, dijo Juan Carlos.
“Hay poca preparación para enfrentar la vida y en las familias hay mucha violencia. Existe la falta de conocimiento y la falta de preparación. Donde hay menos educación hay más violencia por la falta de la educación, y al haber más ignorancia hay más problemas. Lo principal es ir directo al corazón, que es la familia, sin más y sin darle vueltas.
“Todavía estamos muy atrasados con la igualdad. Tenemos iguales derechos, iguales obligaciones y compromisos. Si se concientiza a la familia hay respeto de la mujer al hombre y del hombre a la mujer”, indicó Berta Anaya.
“La violencia contra hombres es poco común. Los hombres son muy machistas y entonces no quieren decir que sufren violencia. Contra mujeres es el alcoholismo. Contra hombres es la inseguridad del hombre, que hace que la mujer se empiece a sentir con más derechos.
“Conozco algunas que sí trabajan y ganan más ellas, él se empieza a sentir apachurrado y eso hace que la mujer agarre más fuerza y valor y él se sienta menos”, aseguró la vecina Concepción.
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