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Piñatas, una tradición que no escapa a las modas

Las piñatas son una tradición familiar que se ve forzada a renovarse con el paso del tiempo

Por: Marissa Sánchez

Para Aurora Camacho, la fabricación de piñatas es una tradición en la que participa toda la familia, y aunque al pasar los años el proceso se modificó por “las modas”, donde la olla de barro ya no se utiliza por la llegada del cartón, aún así, es un producto que se vende durante todo el año.

La familia de Aurora Camacho decidió comprar el producto en diversos talleres, así solo le realizan algunos “detalles” a cada piñata. Las mujeres, se encargan de acomodar los detalles de cada piñata, mientras que los hombres se ocupan de descargar los camiones, después los adultos hacen las compras y ventas al mayoreo, de esta manera toda la familia participan en el negocio.

La idea surgió hace diez años, por la inquietud y el gusto de las piñatas que compran los interesados para celebrar los cumpleaños de sus seres queridos, así buscaron la manera de hacer un negocio y luego comenzaron a comprar piñatas a los talleres para que el sueño creciera.

El proceso que lleva una piñata cambió, debido a que en un principio las piñatas tradicionales se hacían con una olla de barro y actualmente se hacen con un molde de cartón; aunque en antiguos tiempos las de cartón ya se hacían, pero era cuando el artesano no estaba “bien pulido”, es decir, no conocía mucho de la técnica y no eran tan vendidas las piñatas.

Después, los que participan en esta tradición de hacer piñatas, a lo largo del tiempo perfeccionaron el estilo, ya que los artesanos sacaron un molde y les incluyeron nuevos detalles, de esta manera cada año van surgiendo más ideas según el estilo que cada artesano:

Los artesanos dejaron de usar la olla de barro en la confección de la piñata porque los interesados dejaron de comprar ese tipo de producto. Un factor detectado,es que en las posadas escolares se dejó de usar ese tipo de artesanía, así se podían evitar posibles daños para los niños, ya que los pedazos que caían al romperla podían causar lesiones a los menores.

Camacho comentó que las piñatas que les envían de los talleres, también se modifican para hacerlas al gusto del cliente o también para darles más detalles, todo depende de cómo sea la piñata y si requiere que le hagan una transformación para que quede mejor.

Las piñatas siguen siendo un producto que genera ganancias, pues se vende durante todo el año, ya que “hay piñatas para todos los gustos”, explicó Aurora, después de acomodar el producto fuera del local para su exhibición.

El público al que quieren llegar con las ventas es al de los niños, pues ellos eligen el modelo, pero Aurora Camacho, encargada del negocio, explicó que las mamás son las más exigentes, pues son las que observan más los detalles en una piñata, ellas son las que exigen los cambios para perfeccionar y acomodarlas  dependiendo el gusto.

En las piñatas también depende mucho la “moda”, pues se deben de actualizar los modelos con lo más reciente en los personajes de las caricaturas, además de cumplir con lo que la gente pueda llegar a exigir. Se tienen que ajustar a lo que el público desea, “entonces te tienes que innovar con lo que va saliendo”, concluyó la integrante del negocio familiar de piñatas.

 

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