Puercos, pecados y olvidos en debate por gubernatura
Por: Aurora Vizcaíno Ruiz
La transparencia y la entrega de declaraciones patrimoniales, temas que Tribuna de Querétaro ha manejado en sus ediciones anteriores, no sólo estuvieron presentes, sino que generaron polémica durante el primer debate de candidatos a la gubernatura.
La polémica se tradujo en acciones como la acusación de “pecador” a Francisco Domínguez Servién por no entregar en su totalidad la declaración patrimonial y la réplica de éste para decir “que entonces un padre venga a confesarme”, además de los exhortos de Adolfo Camacho a “cuidar puercos en el rancho” como acción para servir al estado, y el olvido de fragmentos del artículo tercero por parte de la magistrada Celia Maya.
Las cámaras de alto calibre privatizaban los enchufes para poder grabar las casi dos horas del debate electoral. Todos los lentes y flashes atentos al disparo. Ninguna frase se escapaba de los oídos de los periodistas.
La competitividad del desarrollo agropecuario y urbano, la sustentabilidad del agua y el mantenimiento del «ambiente de paz social» en Querétaro, fueron temas analizados por los contendientes a la gubernatura, en el marco del primer debate de candidatos a Gobierno del Estado que organizó la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionales de Querétaro (FECAPEQ).
Ni las luces de Salvador Gabriel López Ávila, candidato del partido Movimiento Ciudadano; los otros cuatro candidatos sí asistieron. Formales. Con motivos amarillos, azules y rojos los varones; mientras que la magistrada portaba una blusa blanca que tenía grecas bordadas.
I: El “calentamiento”
Primera ronda: Cinco minutos para exponer sus propuestas, tres para la réplica y una contrarréplica de dos; fueron las reglas explicadas por la periodista Claudia Ivonne Hernández Torres.
La periodista moderó el debate entre Adolfo Camacho Esquivel (PRD), Celia Maya García (por parte de MORENA), Francisco Domínguez Servién (PAN) y Roberto Loyola Vera (PRI-PVEM-Nueva Alianza-PT).
La gratitud hacia la FECAPEQ y «la democracia» hizo que los candidatos ganaran algunos segundos para calcular sus respuestas. Todos los reporteros a la expectativa. Camacho Esquivel empezó a hablar.
El abogado amarillo
El perredista fue cuestionado sobre el transporte público y afirmó que Querétaro tendría una administración equiparable a la de «Madrid y Toronto».
Además, Camacho Esquivel trató de tocar -emocionalmente- a los contendientes del PAN y PRI cuando les preguntó si no se sentían «avergonzados, tristes o arrepentidos» por la gestión que han hecho los partidos a los que pertenecen.
Trabalenguas
Desde su peculiar estilo, la magistrada Celia Maya, abundó sobre el crecimiento poblacional del estado y propuso una contraloría «ciu-da-da-na» que vigile las acciones de gobierno sobre este rubro. Además, el tren de alta velocidad y el metro serían una realidad para Maya García, en palabras de la magistrada: «¿que no dijo Carstens que tenemos un arsenal de dólares?».
Autorreferente
Con un tono de voz pausado y cauteloso, al panista le tocó hablar sobre inseguridad. El candidato narró su biografía sobre el estrado: presentó a sus padres, su esposa, sus hijos, su profesión, su pasado y su presente. El candidato señaló el crecimiento de la inseguridad, la ausencia de los juicios orales y también propuso un sistema de vigilancia.
Las queretaneidades de Loyola
Loyola Vera afirmó que Querétaro es la «ciudad más amigable de todo el continente» para hacer negocios, según este candidato y que se necesitan construir parques en donde «los abuelos puedan contar historias a sus nietos y puedan transmitir esos valores de lo que es Querétaro, la queretaneidad». En Querétaro pasan muchas cosas buenas.
II: Durante el intercambio de acusaciones
Segunda ronda: La comodidad de algunos asistentes comienza a ceder su lugar al interés por lo que los candidatos dirán durante la segunda parte del debate.
“Mentir es pecado”
«Mentir y pretender engañar es un delito, incluso, en nuestra formación, hasta un pecado»; sentenció firmemente Loyola Vera en referencia a Domínguez Servién, lo que generó risas entre los asistentes.
Francisco Domínguez Servién recalcaba que había sido el primer candidato en hacer pública su declaración patrimonial y cuestionaba el por qué el candidato tricolor no la había hecho aún.
Loyola Vera insistía en que la declaración patrimonial de Domínguez Servién era una mentira, al igual que sus acusaciones. Por eso, el candidato de la coalición hecha por cuatro partidos, sentenció que Francisco Servién cometía desde «nuestra formación, pecado».
El «pecado» de Roberto Loyola Vera provocó que un coro risueño se escuchara en la sala del FECAPEQ. Sin embargo, el candidato priista no se sintió contagiado de tales efectos irrisorios, después de dicha declaración, Loyola Vera puntualizó «con todo respeto, por supuesto».
El remate de tal enfrentamiento lo hizo Domínguez Servién cuando dijo «Ya pasé de mentiroso a pecador».
Domínguez Servién, “le sirves más a Querétaro si te vas a cuidar puercos a tu rancho”
«Por favor, ponte a estudiar el artículo 27 y vas a encontrar que no hubo ninguna privatización» fue lo que le señaló Domínguez Servién a Camacho Esquivel cuando éste cuestionó con insistencia la aprobación de la reforma energética propuesta por legisladores federales del PAN y PRI.
A lo cual Camacho Guzmán contestó: «Estás hablando con un abogado, conozco la Constitución y conozco el 27°. Y no quieras engañar al pueblo mexicano porque no es ignorante. Saben que ustedes han privatizado el patrimonio nacional (…) y todos esos rubros, que, desde luego, son atractivos para sus amigos, para los que les pagan la campaña seguramente».
«Por eso, tú como buen veterinario quizá le servirías más a Querétaro si te vas a cuidar puercos a tu rancho»; finalizó el candidato perredista.
La magistrada olvida el artículo 3º constitucional
La magistrada quiso dejar «bien claro» que «los ciudadanos deben de tener lo necesario para realizarse» y que el «artículo 3° constitucional sigue contemplando la educación pública, gratuita y “…”.
Por alguna extraña razón, Maya García no terminó de expresar sus ideas. Rió. Se disculpó. Bromeó: «ay, pero todos sabemos cómo». Esto, al ser cuestionada respecto a sus planes para contribuir en el sistema educativo de Querétaro.
Al término de tal evento, la sala del FECAPEQ se convirtió en un archipiélago: cada candidato se convirtió en una isla y, los reporteros, en sus islotes.