“Trabajadores del Conalep reciben salarios de hambre”: Legisladora
Por: Ana Karina Vázquez
Además de los problemas de falta de claridad en cuanto a la asignación de horas-clase, sobre la cual ya existe un decreto oficial, “a los directivos -del Conalep- no les interesa resolver los despidos injustificados”, manifestó María del Socorro Ceseñas Chapa, diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que integra la Secretaría de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en San Lázaro.
De acuerdo con la legisladora, que el martes 18 hizo un llamado a los gobiernos estatales para la transparencia en el ejercicio de los recursos federales etiquetados para la educación, los trabajadores del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) por lo general reciben “salarios de hambre, raquíticos”.
Según la diputada federal, entrevistada vía telefónica el viernes 21, en muchos casos la única razón de la remoción es el demandar lo justo.
La también integrante de la Comisión de Trabajo y Previsión Social en la Cámara de Diputados consideró que es primordial insistir en que lo que se pide no es la liquidación, sino que se les rehabilite el puesto, ya que los profesores habían acumulado antigüedad. La estabilidad y la seguridad social del trabajador se acaban.
Por esto es que los recursos que se destinan desde el Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA) no son utilizados para darle solución a dichos problemas; esto, en parte, se debe al ‘desvío de recursos’ que impera en el sistema educativo. Lo que se debiera demandar, entonces, es que se asegure que los recursos destinados desde la Federación lleguen completos y a tiempo a la entidad.
A los profesores destituidos se les ha detenido con trámites burocráticos absurdos que, según la funcionaria, son causa también del rezago en las investigaciones sobre el destino de los recursos. Hay un desfase en la información de poco más de un año.
Para Ceseñas Chapa, la educación es un derecho humano y así se debería considerar, en especial el caso del Conalep, porque ya se decretó como obligatoria la educación que en dicha institución se imparte, así como el que los estudiantes que de ahí egresan, en su mayoría, no continúan estudiando.
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