Transporte público: más política que proyecto, acusa la CROC
Los operadores dudan de que las nuevas medidas traigan consigo el mejoramiento de sus condiciones laborales
Por: Miguel Tierrafría
El tema del transporte público es más política que proyecto, denunció Juan Manuel Lule Trujillo, representante del sindicato de operadores de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y quien también es conductor de transporte público, al advertir que hay incertidumbre por parte de los operadores de transporte público de la zona metropolitana de Querétaro sobre cuál será su estatus laboral.
A partir del anuncio de la credencialización para el sistema de prepago del transporte público llamado RedQ, en donde se tienen planeadas una serie de medidas para la optimización del servicio que se ofrece –eliminación de rutas, concentración de las concesiones en una empresa que funcione como cooperativa y donde se recauden los ingresos de las tarifas de transporte– la incertidumbre de los choferes ha aumentado.
La razón: dudan de que las nuevas medidas traigan consigo el mejoramiento de las condiciones laborales para quienes fungen como operadores.
Según se tiene considerado, se pasará de 93 a 76 rutas de transporte, lo que implica que dejarán de circular por las calles 424 unidades.
Si se realizan cálculos de aritmética, por cada unidad, un chofer es encargado que a su vez tiene a su familia –que en promedio la componen cuatro personas–, si se multiplica este dato, aproximadamente mil 696 personas se verían afectadas directamente con esta medida.
Ante este panorama, Lule Trujillo afirmó que los choferes están siendo ‘agraviados’ por estas medidas en donde no se les ha tomado en cuenta, empero, la ‘satanización’ hacia ellos respecto a la velocidad a la que conducen para tener más pasaje o para cumplir con los tiempos que se les marcan para llegar a la base.
“La presión que trae el chofer se hace una madeja que hay que buscarle la punta, o sea le causa incertidumbre la llegada del prepago porque a lo mejor no lo van a contratar (…)”
“¿Qué te ofrece el tejido social?, ¿qué te ofrece el Gobierno? Para mí, por la edad que tengo y el tiempo que llevo trabajando el transporte, el tejido social me ofrece un crucero o si me va bien un lugar en un tianguis nocturno, eso es lo que me ofrecen si dejo el volante”.
“El Gobierno no me ofrece nada, al contrario me está poniendo el reflector para desplazarme porque a mí como a muchos no nos van a contratar, ahora están poniendo ya escolaridad, te toman en cuenta el sobrepeso, enfermedad, todo eso ya quedó plasmado en tu entrevista de trabajo como curso de capacitación. Todos coinciden en que no sirve para nada como curso de capacitación el curso que recibimos”.
“Así nos capaciten en El Vaticano, si no es un curso adecuado no va funcionar y eso fue una entrevista de trabajo, no fue un curso de capacitación».
Funcionarios se benefician del desorden en transporte público
El operador de transporte público, quien se ha dedicado durante dos años a prestar el servicio, afirmó que en el ‘desquicio’ que existe en torno al transporte público hay personas que se ven beneficiadas ante el desorden. Dijo que en el momento en que se ponga un orden, muchos funcionarios dejarán de percibir sus sueldos.
“Los operadores no le ponen los tiempos a las rutas. Hay una Dirección de Transporte que conoce o que más bien desconoce cómo trabajamos, nosotros hemos tenido que llevar la carga de que se nos cuestione porqué manejamos así, que por qué vamos a esa velocidad, pero la sociedad debe saber que nosotros no le ponemos los tiempos a las rutas”.
“Eso viene de parte del Gobierno, y si hay desquicio en el transporte y todo eso hay alguien que se beneficia, cuando hablan de orden en el transporte público, es más política que proyecto, el día que haya orden en el transporte público, se van a quedar sin sueldo muchos funcionarios, porque hay alguien que se beneficia, nosotros pagamos las multas más caras de América Latina”, advirtió.
Finalmente, Juan Manuel Lule manifestó que las tarjetas de prepago no resolverán todos los problemas como si fuera “una varita mágica”.
Además, planteó que una de las medidas a realizar en ‘beneficio’ de los operadores, es crear un sindicato único en donde se agrupen estos, al cual muchos de ellos –por el miedo y la incertidumbre que se tiene a su condición laboral– están accediendo a afiliarse.
“Es más el temor lo que los está orillando a afiliarse, miedo a quedar fuera. Pero ellos no se pronuncian para nada, ni opinan acerca de estas cuestiones porque ellos están en la misma línea, eso es lo que ha generado toda esta incertidumbre: la falta de una legislación autentica”.
“Nosotros, el sindicato, la sección 1 de la CROC, ofrecemos 25 líneas de investigación de asuntos de transporte público a debatir con quien quiera, con el presidente de la Comisión de Movilidad Sustentable –el diputado Ricardo Carreño–, con el Director de Transporte, con la gente que quiera, nosotros podemos debatir, porque nosotros estamos dentro del trabajo, somos los que sabemos exactamente qué es viable y qué no es viable”.
Manifestó, también, su escepticismo respecto a que “la tarjeta de prepago va a resolver todos los problemas. No es una varita mágica”.
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