Trazos con tinta crítica
En el “Encuentro de caricatura, historieta y humor gráfico México 2013” se presentaron los libros “Lejos de la línea” y “El espejo humeante”
Por: Isamar Cabrera Ríos
La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales fue sede del “Encuentro de caricatura, historieta y humor gráfico México 2013”, que se realizó del 10 al 14 de noviembre en Querétaro.
Como parte del evento se presentaron los libros “Lejos de la línea”, de Armando Gámez Padrón, colaborador de la revista “El chamuco y los hijos del averno”; y “El espejo humeante”, de Eduardo Villacis, especialista en animación, pintura y arte secuencial.
La presentación del libro de Gámez Padrón contó con la presencia del director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Carlos Ramírez Olvera, así como del humorista gráfico colombiano Luis Eduardo León.
Además de reunir la labor de tres años de sus caricaturas personales (principalmente de la clase política y de ilustraciones de temas sociales), “Lejos de la línea” recoge diversas opiniones de dibujantes como Rafael Barajas “El Fisgón”, Darío Castillejos, Raúl de la Nuez, Dalcio Machado, entre otros artistas sobre la obra del autor.
Asimismo, el título de la obra es dado a que no hay línea en el resultado final del producto.
Para Gámez la mirada de la persona dibujada es fundamental, pues hay miradas suicidas, consideró.
“No se trata de dibujar unos ojos, sino que esos ojos tienen que ser los del personaje en cuestión y los que le confieran su identidad única. La mirada es el centro donde gravita la expresión del gesto y ella encierra la psicología del caricaturizado, y por tanto obliga a una elaboración más estudiada, más detenida. Y por supuesto el contexto en que coloca al personaje es determinante en la idea que quiere comunicar”, enfatizó.
Víctor López Jaramillo, director de Tribuna de Querétaro y quien estuvo en el presídium, manifestó que los cartones políticos fueron trascendentales desde el siglo XIX ya que la caricatura era la forma básica de transmitir las noticias y es comprensible dado que en el siglo XIX el país tenía altos índices de analfabetismo.
“Los caricaturistas no sólo tienen la capacidad del buen trazo, sino la capacidad de síntesis política”, señaló.
Además, refirió que la Revolución Mexicana fue un momento importante para todos los caricaturistas al analizar las percepciones que los habitantes de Estados Unidos tenían acerca de la revolución, e hizo hincapié en que ante la presencia de los regímenes totalitarios “tuvo que salir a flote la creatividad.”
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