Universidad de Arkansas en Colón, el desconcierto
Por: Roger Velázquez / Enviado
Habitantes de las comunidades de Urecho, La Esperanza y El Blanco, municipio de Colón, en cuyos alrededores se construirá el campus de la Universidad de Arkansas -con una inversión de cien millones de dólares-, denunciaron carencias en la infraestructura de las escuelas primarias y secundarias del lugar, y dijeron desconocer avances de la edificación del campus, obra que este viernes veinte de febrero cumple un año en que fue colocada “la primera piedra”.
En contraparte al diseño de la Universidad de Arkansas, obra en donde los alumnos residen y duermen en el campus, que contempla áreas académicas, deportivas, comerciales y de vivienda, la telesecundaria Rosario Castellanos y la Escuela Primaria Rural Gral. Francisco Villa -ubicadas en Urecho- exhiben carencias en su infraestructura.
En el caso de la primera, acorde a lo señalado por habitantes, hace falta una barda que delimite el perímetro de la escuela. A pesar de las peticiones hechas a gobierno municipal para que sea implementada, ésta no ha sido construida, por lo que los propios padres de familia están aportando dinero para levantarla.
Además, ambas escuelas carecen de arco-techo, señalado como un elemento importante por habitantes y maestros, para dignificar los espacios de recreación de los alumnos.
José Luis Hernández Peña, director de la escuela Gral. Francisco Villa, afirmó que desde hace ocho ciclos escolares ha solicitado al ayuntamiento de Colón la creación de la cubierta para el patio.
El maestro Hernández Peña, en compañía de su colega, María Imelda Sánchez Pérez –directora de la escuela primaria de El Gallo, otra de las comunidades de Colón– manifestaron que “los políticos ya ni quieren venir, porque siempre que llegan es lo mismo. Les vamos a mandar a uno de los chiquitos, o a un grupo, a pedir, a pedirles… ya ni quieren venir”.
Ella es una de las doce maestras de la primaria que recibe a 370 niños. Aseveró que “es muy poco el apoyo que llega de la presidencia a las comunidades”.
Falta infraestructura en las comunidades
A 58 kilómetros de la capital de Querétaro, entre cerros, matorrales y cactos, se dibuja el paisaje rural y humilde del municipio de Colón, entidad que un año atrás fue seleccionada como el sitio sede del campus de la Arkansas StateUniversity.
La comunidad de Urecho está a la orilla de la carretera que lleva a la Peña de Bernal, aproximadamente a quince kilómetros del entronque de Galeras, a un kilómetro del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro.
Hoy, habitantes padecen sin drenaje, así como maestros de nivel básico permanecen en espera de mejores y más dignas instalaciones para sus alumnos; todos rodeados por un aire de desconcierto con respecto a la obra, que significará en su totalidad 100 millones de dólares de inversión.
“Todavía no se está construyendo. (…) una vez vi que pasó como una máquina para allá, que dicen que andaba limpiando, pero que esté construyendo, no”, dijo la señora María, dueña de una pequeña tienda en la comunidad de Urecho.
Esta comunidad, junto con El Blanco y La Esperanza, conforman las tres comunidades situadas bajo las faldas del Cerro de la Peineta, sobre las que se construye la institución extranjera.
A pesar de que el 20 de febrero de 2014 se llevó a cabo la colocación de la primera piedra del campus de la Universidad de Arkansas, evento que se realizó en el Centro de Congresos con la presencia de autoridades de la universidad, los residentes de tres poblaciones del municipio de Colón aseguran que no hay avances en el levantamiento de ésta.
Sin embargo, el alcalde de Colón –Alejandro Arteaga Cabrera– señaló que, aunque el inicio de actividades no comenzará en septiembre de este año –como se tenía planeado–, “la obra está caminando”, y el plan sigue en pie.
Así mismo, manifestó “nosotros vemos que se está avanzando la obra y se está construyendo”. Sin embargo, a un año del arranque de la edificación, los queretanos no han vistoeste hecho materializado.
No hay nada, ira, no se ve nada
Una caravana de ovejas guiadas por su pastor a la altura de la desviación hacia la cabecera municipal, un grupo de niños acarreando leña a orillas de la carretera, y un gran número de bardas pintadas con propaganda del PRI, en casas de adoquín y negocios cerrados; fueron parte del horizonte que servía de antesala al arribo a comunidades aledañas a donde será la universidad.
Taxistas, mujeres y transeúntes de la ruta, testificaron variedad de opiniones respecto al avance en la construcción del campus, tales como que jamás se inició la construcción, que esta fue cancelada, o bien, que desconocen el hecho.
“No hay nada. Ira, todavía está bien así… unos decían que ya habían excavado, pero no… no se ve nada, solamente que sea para el otro lado”, manifestó el guardia de seguridad de la preparatoria de La Esperanza –el señor Antonio– mientras apuntaba a la cara de La Peineta que da a su comunidad. Agregó que algunos dicen que es arriba del monte, mientras que otros han escuchado que es en la ladera donde se desarrolla el campus.
Las opiniones son variadas, como lo secundó la señora María: “Muchos se van por ahí que a la leña, que a cuidar sus animales, y nunca dicen ‘ya están construyendo la escuela’. Nada más decían que estaban como limpiando terreno y así, pero nada más”.
Agregó todos entre los 500 habitantes de Urecho, carecen de conocimiento sobre la llegada de la Universidad de Arkansas. Así mismo, puntualizó otro rasgo en común entre los vecinos, que es la ausencia en la mayor parte de sus viviendas de un buen servicio de drenaje.
“A mí no me sirve, necesito una motobomba para que subiera, yo… la mía va de bajada”, comentó mientras hablaba sobre el hecho de que gobierno no les ha asistido en este tema, como tampoco les ha explicado lo referente a la universidad.
Ante las indicaciones de los pobladores de Colón, se llegó al aparente camino que conduce a donde se lleva a cabo el trabajo que dará forma al instituto.
Tierra, vegetación espinosa, rocas esparcidas, y numerosos baches, constituyen los mil 500 metrosque pudimos recorrer, antes de llegar a un ligero deslave de piedras que imposibilitaron la continuidad del recorrido.
José Luis Hernández Peña, director de la primaria Gral. Francisco Villa, señaló que se debe transitar a pie. No obstante, expresó que “de que llegas caminando, llegas, ¿pero a dónde?”, en alusión a que no hay indicios del centro de estudios superiores, y que en todo caso, solo se encontraría uno con el basurero de El Blanco.
“El rumor es que dicen que van a haber tres entradas: una por el Blanco, una por la Esperanza y una por aquí. (…) Pero aquí ya no hay para dónde ir”, añadió, al recalcar la falta de destino claro en el trazo de terracería, además de exponer la también ausencia de las supuestas rutas de acceso al complejo universitario. “Ha de estar bien metido, si se está construyendo, porque no se ve nada”.
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