Urge reconstruir el tejido social
Para destacar: “Lo que necesitamos hoy como tejido social es comprendernos, no competir, y reconocernos; los diferentes grupos necesitamos reconocer al otro como valioso tanto desde las organizaciones sociales, políticas o barriales” señaló Juan Carlos Robles.
La competencia entre sectores sociales, la inseguridad, entre otras cosas, provocan esta fragmentación que daña de manera directa a la sociedad
Por: Luis A. Alegría
En el marco del evento Ruta Cero, organizado por la Universidad Marista, Juan Carlos Robles Gil, maestro de comunidades indígenas de México consideró que la fragmentación del tejido social puede resultar en algo benéfico para la reconstrucción del mismo, ya que esto contribuye a crear algo que tenga más sentido.
Añadió que “el problema, es que esas maneras diferentes de ver las cosas, hay quien nos dice que nos tenemos que enfrentar para defender cada quien la suya; que tengamos que ser opuestos, contrarios, cuando en realidad la diversidad nos ayuda a complementa y enriquecer nuestra interacción”.
Señaló que esa creencia se ve impulsada y fortalecida por los grupos que se encuentran en el poder, económico y político, además que se ven beneficiados por esa visión de deber competir.
Francisco Landa Reyes, integrante del Centro de Acciones Psicoterapéuticas de Querétaro (Cenapsi), coincidió con la visión de Juan Carlos Robles de que existe una guerra simbólica en el país.
Señaló que es preocupante que los líderes, de los supuestos grupos existentes en la guerra simbólica, generan pactos que en muchas ocasiones son corruptos y terminan dañando a las bases que son los que lo apoyan.
“Eso duplica el efecto traumático de la guerra simbólica, porque ni siquiera es una guerra clara en la que hubiera adversarios azules contra rojos o amarillos; más bien es un estallamiento total de la palabra de honor, de la confianza y de la autenticidad, desde la posición en que te quedas con él”
Añadió que además “hay una situación de guerra real declarada, quizá no es exactamente la guerra contra el narcotráfico como se presentó, pero si hay una guerra formal no aceptada”; la cual repercute en la situación del tejido social.
Esta situación también influye en el estado psicológico de la sociedad, ya que el vivir inmersos en un clima de violencia, donde hay asesinatos, desapariciones, trata de personas, entre otras cosas; genera un gran daño en las generaciones siguientes.
La consecuencia última de ambas guerras termina llegando a dos vertientes, una donde la sociedad toma una u otra posición, y otra en la cual las personas deciden retraerse de las confrontaciones; lo cual les resulta imposible.
Ambos especialistas coincidieron en que lo que se necesita para la reconstrucción del tejido social es buscar que las partes se comprendan y se reconozcan; para así poder concretar un dialogo que aporte a la solución de los problemas que nos afectan como sociedad.
“Lo que necesitamos hoy como tejido social es comprendernos, no competir, y reconocernos; los diferentes grupos necesitamos reconocer al otro como valioso tanto desde las organizaciones sociales, políticas o barriales” señaló Juan Carlos Robles.
“Crear a partir de la confianza que se construye, que se crea en el encuentro sostenido y en la palabra que se sostiene, crear formas de mediación y de encuentro distintas cada día como una gran batalla por la vida” añadió Francisco Landa.
El tejido podrá ser recobrado de una forma, cuando a parte de lograr la mediación entre los sectores se logré valorar las ideas que brindan los pueblos autóctonos y las ideas que surgen de la sociedad occidental.
Una situación global
Además señalando que el estado del tejido social se puede ver también en situaciones globales, las cuales deben ser tomadas en cuenta por los individuos y pueden reaccionar a ellas; esto sin dejar de lado la situación local de cada persona.
El avance de la tecnología y los medios de comunicación ha permitido que estemos pendientes de estas situaciones globales, y a darnos cuenta que esta nos afecta de una cierta forma ya sea directa o indirectamente.
Robles Gil señaló que “creo que un pensamiento que puede equilibrar este situación, para algunos de los que trabajamos en la línea de lo alternativo, es piensa globalmente, reconoce lo que sucede en el sistema y en el mundo, pero tienes que actuar localmente”
Francisco Landa considero que lo primordial es conocer nuestro entorno, ya que “si ponemos la mirada en el fenómeno global podemos perder de vista que aquí en Querétaro contamos con recursos, gente, historia local; que puede responder muy bien a ese mismo conflicto,”