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Urgente analizar contenido de Ley de Seguridad Nacional

Por Víctor Pernalete

Es necesario revisar el contenido de la propuesta de Ley Seguridad Nacional porque la ley tiene que buscar fortalecer las corporaciones policiales, no dotarle de menos herramientas, manifestó José Enrique Rivera Rodríguez, director ejecutivo del Observatorio Ciudadano de Seguridad del Estado de Querétaro (OCSEQ).

“Como ley es un acierto, vamos a ver qué tan acertado es su contenido. México requiere una Ley de Seguridad Nacional, que precise los ámbitos de competencia y de actuación de las autoridades federales respecto a las autoridades estatales y municipales.

“El contenido debe respetar los ámbitos de competencia de cada uno de esos órdenes de gobierno, ése es el punto más importante a reflexionar y discutir, y por el cual no se ha expedido la ley.

“En la medida en que restemos atribuciones a los cuerpos policiales en materia de seguridad pública y se las otorguemos al Ejército mexicano, será una ley que saldrá mal”, añadió.

También en este tema, para Rivera Rodríguez es un error haber propuesto hacer una policía nacional, ya que se violarían los ámbitos de Gobierno Estatal y Municipal.

“Nos manifestamos en contra de la propuesta de crear una policía nacional única, sería una invasión terrible de las esferas de competencia estatal y municipal, sería un error mayúsculo e histórico. Me parece que la idea general es que esa idea no debe proceder, fue una ocurrencia poco afortunada”, señaló.

“Calderón quedó arrinconado”

Las propuestas que ha hecho el Presidente Felipe Calderón para modificar el marco legal que rige las políticas públicas en materia de seguridad pública son “desafortunadas”, a decir de José Enrique Rivera Rodríguez.

“De manera general, las ideas en seguridad del Presidente Calderón me parecen bastante desafortunadas. Me parece muy positivo que el Congreso de la Unión haya detenido varias de esas propuesta incluyendo la creación de la policía única”, afirmó.

Gracias al mal diagnóstico del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, al gobierno no le quedó de otra más que utilizar al Ejército mexicano en labores de seguridad pública y procuración de justicia, ya que las corporaciones que deben cumplir con esta labor, no tenían el tamaño para luchar contra los cárteles del narcotráfico, indicó.

“No tuvo salida, no tuvo alternativa, para tener que involucrar a las fuerzas armadas en esta labor. El Presidente Calderón ni siquiera sabía cuál era el número de elementos policiales federales, me parece que no sabía cuántos recursos humanos había en la PGR ni tampoco en la Policía Federal. Ahora los sabemos, tenían seis mil elementos más o menos, los cuales eran insuficientes para hacerle frente a los cárteles del narcotráfico”.

Para Rivera Rodríguez, esta decisión del Gobierno Federal no es posible calificarla como buena o mala, ya que en su momento, fue la única opción.

“Me parece que no se puede medir como un acierto o no, simplemente me parece que el Presidente de la República quedó arrinconado, no le quedó de otra. Y cuando a ti como Presidente no te queda de otra o quedas arrinconado, pues los resultados no pueden ser positivos”, enfatizó.

El académico señaló que pese a esta situación, la ciudadanía sigue teniendo confianza en la institución del Ejército, y que esto se ve reflejado en los estudios de confianza, en los que el Ejército siempre está bien evaluado.

“El hecho de que la Legislatura haya plasmado en letras de oro en sus muros el nombre del Ejército mexicano, corresponde mucho al sentimiento que de manera general se tiene entre a la ciudadanía mexicana respecto al Ejército. En todas las encuestas que hacen en materia de confianza institucional, el Ejército sigue apareciendo hasta arriba entre la preferencia de los ciudadanos como una de las instituciones más confiables”, explicó.

“Al Ejército se le ha puesto hacer cosas que no le corresponden”

Parte del debilitamiento de la figura del Ejército mexicano tiene que ver con el hecho de que durante la actual administración federal, se le ha conferido a las fuerzas armadas de obligaciones que no están dentro de sus ámbitos.

“Evidentemente que la imagen del Ejército se va a ver afectada porque se les ha puesto a hacer algo que no corresponde a la naturaleza propia de nuestras fuerzas armadas. El elemento de las fuerzas armadas no ha sido preparado para desempeñar labores de seguridad pública, ni ha sido preparado para desempeñar funciones de procuración de justicia. Esas funciones corresponden a instituciones de una naturaleza diferente, como las policías preventivas; la procuración de justicia corresponde a las procuradurías, tanto estatales como la federal, no al Ejército”.

Para que el Ejército pueda ser relevado en el cumplimiento de las acciones de seguridad pública y procuración de justicia es necesario fortalecer a las corporaciones que deben cumplir con dicha función.

“En la medida que fortalezcamos las instituciones policiales que tenemos, de prevención y procuración de justicia, en esa medida vamos a tener que descargar al Ejército de esas labores. Ahora la Policía Federal ya tiene 35 mil efectivos, va a llegar un momento en el que no vamos a tener justificación para que nuestro Ejército mexicano siga involucrado en tareas de prevención y procuración de justicia.

“Yo creo que en el sexenio del Presidente Calderón no lo vamos a ver, creo que su política de seguridad no va a cambiar en este sentido, lo acabamos de ver con la propuesta de emisión de la Ley de Seguridad Nacional, que digamos que legitima una participación más activa del Ejército en estas tareas. En este sexenio la participación del Ejército no sólo se va a mantener, sino que se va a incrementar”, agregó el director ejecutivo del OCSEQ.

La planeación en México sigue siendo por sexenios

Para José Enrique Rivera Rodríguez, director ejecutivo del Observatorio Ciudadano de Seguridad del Estado de Querétaro (OCSEQ), uno de los grandes problemas de las políticas públicas en México, y que ha afectado particularmente a la seguridad pública, es que los planes y proyectos de gobierno se circunscriben a periodos de gobierno sexenales, o de tres años en el caso de las presidencias municipales.

“Lamentablemente la administración pública federal ha demostrado tener una gran limitante en los periodos sexenales sobre todo cuando se trata de programas estratégicos de gobierno, no nos hemos podido quitar de nuestra cultura administrativa la idea de que cada tres o cada seis años haya que reinventar el país, o los gobiernos estatales y municipales. Nos falta trabajar mucho la idea de que los planes de gobierno deben ir más allá de los seis o tres años de gestión gubernamental. Eso no es exclusivo del ámbito federal, también se ve a nivel estatal y a nivel municipal”.

La seguridad pública en México ha sufrido un revés grave debido a que las políticas públicas en la materia han sido diametralmente diferentes entre las dos últimas administraciones federales.

“La política en materia de seguridad que estableció el Presidente Vicente Fox tenía programas y estrategias radicalmente diferentes de las que ha querido implementar el Presidente Calderón, en materia de seguridad no ha habido absolutamente ningún trabajo de continuidad, no hubo absolutamente ilación entre un sexenio.

“Además, lamentablemente hay que decir que estos seis años de gobierno no van a representar avances substanciales en esta materia”, concluyó.

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