Invitados

A 23 años los acuerdos de San Andrés y de su vigencia

Hace apenas un mes apareció en las páginas de Tribuna de Querétaro, una entrega especial dedicada al neozapatismo, titulada: “EZLN: 25 Años desde abajo y a la Izquierda” (Edición 904, 14-01-19) que coordinó el compañero historiador Kevyn Simón Delgado, participante en esta mesa de análisis, denominada “A 23 Años de los Acuerdos de San Andrés: Miradas y Lecturas”.

En esa edición colectiva también participó Antonio Flores González, profesor investigador de la FCPS, además de una decena de plumas de mujeres y hombres que hacíamos un balance e impacto de la presencia militar y política del EZLN, quienes, en algún momento, abordamos los famosos y nunca cumplidos “Acuerdos de San Andrés Sakamchem de los Pobres”. También es un honor compartir este foro con el compañero Hnahñu Tomás Díaz Morales, integrante del Concejo Nacional Indígena, promotor de la campaña de María de Jesús Patricio, más conocida como “Marichuy”, como precandidata independiente para la Presidencia de la República en las pasadas elecciones de 2018.

Vemos pues esta mesa de reflexión como una secuencia de esos esfuerzos colectivos por darle continuidad a los temas que el EZLN puso en la mesa, junto con nuestra intención de analizar su vigencia y viabilidad. Ya los compañeros que me antecedieron en el uso de la voz, señalaron la historia del movimiento, el proceso político militar, las movilizaciones internacionales y nacionales, las acciones de la “Sociedad Civil” y los ecos políticos del neozapatismo en la lucha por la democracia, la inclusión y la importancia significativa que le han impreso al debate sobre la presencia, o ausencia, de los Pueblos Indios en la dinámica nacional. Quisiera recordar que “Los Acuerdos de San Andrés”, trabajados literalmente hasta el cansancio, desde los diálogos de San Miguel, desde la Catedral de SCLC, desde San Andrés Larráinzar, fueron signados, con todo el peso político y el consenso social, por una parte por los delegados oficiales del Gobierno Federal y por otra parte por la delegación representativa del EZLN. Estos se componen de las siguientes partes: 1.-“Pronunciamiento Conjunto que el Gobierno Federal y el EZLN enviarán a las Instancias de Debate y Decisión Nacional”. 2.-“Propuestas Conjuntas que el Gobierno Federal y el EZLN se comprometen a enviar a las Instancias de Debate y Decisión Nacional”. 3.-“Compromisos para Chiapas del Gobierno del Estado y el EZLN”.

Por su parte, el EZLN, después de una consulta efectuada en los territorios zapatistas, que constan en los documentos firmados, señaló aspectos que no están claramente incluidos en estos acuerdos, pero son esencialmente necesarios en la agenda nacional, como son: 1).-“El grave problema agrario nacional”, 2).-“Desarrollar una política de verdadera sustentabilidad que preserve tierras, territorios y los recursos naturales de los pueblos indígenas”, 3) Insuficiencia de los Acuerdos para el tema “Situación y Cultura de la Mujer Indígena”, 4) Las “garantías de acceso pleno a la justicia” con intervención de intérpretes que conozcan la cultura y las lenguas indígenas, 5) “Que se legisle para proteger los migrantes indígenas y no indígenas, dentro y fuera de las fronteras nacionales”, 6.-“Que se garantice el acceso a información veraz, oportuna y suficiente, así como el acceso de los Pueblos Indígenas a los medios de comunicación existentes y se garantice el derecho de los Pueblos Indígenas a contar con sus propios medios de comunicación”, así como 7.- La necesidad de “Explicitar los tiempos y plazos en que los acuerdos deben ser llevados a la práctica… calendarizando de mutuo acuerdo su instrumentación”. Lo substancial de los Acuerdos de San Andrés está contemplado, en el “Pronunciamiento Conjunto” y en “Las Propuestas Conjuntas”.

En estos documentos bilaterales entre Gobierno Federal y EZLN “quedan debidamente formalizados como acuerdos en los términos de las Reglas de Procedimiento y la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas, y se integran como tales al Acuerdo de Concordia y Pacificación con Justicia y Dignidad”. Dichos acuerdos incluyen una nueva relación del gobierno con los Pueblos Indios, una nueva política de Estado, desterrando conductas discriminatorias con los Pueblos Indígenas, en el marco de una cultura de pluralidad y tolerancia, construir una sociedad más justa y más democrática, superando las tesis del “integracionismo cultural” para reconocer a los Pueblos Indígenas como “nuevos sujetos de derecho”, la naturaleza pluricultural de la Nación Mexicana y cumplir cabalmente “los compromisos internacionales suscritos por el Estado Mexicano, en particular con el Convenio 169 de la OIT”.

En ese mismo sentido están los Compromisos del Gobierno Federal con los Pueblos Indígenas, en donde se pacta el reconocimiento constitucional de los grupos étnicos originarios, su derecho a la libre determinación, en el marco de la autonomía, misma que les permitirá alcanzar la efectividad a los derechos sociales, económicos, culturales y políticos, partiendo de sus identidades, dentro de la Nación Mexicana y de un nuevo marco jurídico. Me parece que estamos lejos de su cumplimiento, por lo que considero que son políticamente viables y vigentes. Mas si pretendemos una “Cuarta Transformación” de la República.

 

*Texto leído en la Mesa “A 23 Años de los Acuerdos de San Andrés: Miradas y Lecturas”, el día 15 de Febrero de 2019, en la FCPS.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba